Las periodistas Marcela Turati y María Idalia Gómez analizaron en Aristegui en Vivo la visita de personas buscadoras al rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, sobre lo que señalaron entre otras cosas, violaciones a derechos, revictimización, y la necesidad de que se investiguen delitos como trata, venta de órganos y pornografía.La periodista Marcela Turati, quien ha seguido de cerca casos de desapariciones en México, describió la experiencia como “horrible” y cuestionó la logística del operativo.Si la hubieran planeado para que saliera mal, le salió perfecto, ¿no?Turati relató cómo cientos de personas, entre ellas madres de desaparecidos, llegaron al rancho para encontrar vestigios de sus familiares, solo para descubrir que los restos de ropa ya habían sido retirados.“No había nadie que contara qué es lo que estábamos viendo, nadie sabía”, expresó y resaltó la falta de información y coordinación entre las autoridades presentes, lo que calificó como revictimizante para las familias buscadoras que asistieron al sitio.El lugar, según Turati, estaba lleno de emociones y caos, donde algunas personas intentaron excavar, mientras que otras descubrieron objetos personales, como una mochila y un cepillo de dientes, que fueron encontrados de manera improvisada.La periodista también criticó la presencia de medios de comunicación, señalando que los periodistas, al igual que las madres buscadoras, no tenían claro qué estaban viendo.“Fue un espectáculo terrible”, indicó, y enfatizó la confusión generada por la cobertura mediática, que contrastó versiones sobre lo ocurrido en el rancho.Por su parte, la periodista María Idalia Gómez cuestionó la actuación de las autoridades, acusando a los medios de comunicación de ser cómplices al prestarse al “circo” montado alrededor del operativo.Nos prestamos a este circo, una autoridad seria, es imposible que hubiera terminado los estudios periciales en tan poco tiempo.Gómez también destacó la ausencia de instituciones clave como la Comisión de Derechos Humanos, que apenas empezó a investigar el caso. Además, criticó la falta de claridad sobre la responsabilidad de la fiscalía en el acceso al rancho, lo que calificó como una violación de los procedimientos legales.La periodista también señaló el impacto que la cobertura mediática tiene en la percepción pública de estos eventos, recordando casos internacionales en los que los medios contribuyeron a banalizar la violencia.María Idalia Gómez dijo que la situación de los campos de exterminio en México, debió haberse tomado como una alerta desde mucho antes.Señaló que en la búsqueda de personas desaparecidas, la exhibición de las evidencias y el acompañamiento de los medios de comunicación debe ser un proceso transparente, contrario a lo que sucedió en los eventos recientes.Citó un informe reciente publicado donde se documenta que la Secretaría de Gobernación tiene plena conciencia del reclutamiento forzado de niños y niñas, a partir de los seis años, por parte de grupos criminales.Según Gómez, esta práctica, bien documentada, forma parte de un proceso sistemático donde los menores son forzados a cometer delitos, lo cual, a su vez, les asegura lealtad a los grupos criminales.Asimismo, destacó que los campos como Teuchitlán no deben verse solo como lugares relacionados con el narcotráfico, sino también como puntos clave en otros crímenes como la trata de personas, tráfico de órganos y pornografía.Gómez insistió en que debemos nombrar los crímenes de manera precisa y nunca utilizar eufemismos como “levantados” o “encajuelados” e insistió en la importancia de denominar las cosas con claridad, como “asesinados”, “desaparecidos” o “secuestrados”.Además, Gómez criticó a las autoridades y a figuras como Alejandro Gertz Manero, sugiriendo que es responsable de no actuar frente a las pruebas de corrupción y encubrimiento de delitos.Cuestionó la falta de resultados en las investigaciones y denunció cómo la Subprocuraduría de Delincuencia Organizada ha sido incapaz de dar resultados concretos, a pesar de las presiones externas y las expectativas de la ciudadanía.En relación con el Cártel Jalisco Nueva Generación, Gómez analizó su evolución estratégica, mencionando que esta organización criminal, desde su origen en Michoacán, ha logrado posicionarse de manera efectiva y ha superado a otros grupos como el Cártel de Sinaloa.Resaltó la astucia de este grupo al crear una infraestructura logística para el tráfico de drogas, incluso rentando barcos camaroneros y casas aseguradas por la PGR, lo que demuestra la complejidad y sofisticación de sus operaciones.Gómez finalizó su intervención destacando el poder corruptor del CJNG, que no solo se extiende a las autoridades locales, sino que también incluye una estrategia de control social, a través de regalos a las comunidades y el uso de la violencia como método de intimidación.También mencionó que los grupos criminales como este han logrado infiltrarse en organizaciones de derechos humanos y medios de comunicación, con el fin de validar sus actividades y manipular la narrativa.En este contexto, Gómez llamó a los medios a no caer en la tentación de caer en la confusión y a seguir investigando a fondo, sin dejarse influir por intereses oscuros.

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