Jacobo Dayán, director del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, recordó este martes en ‘Aristegui en Vivo’ los otros casos, similares al del rancho Izaguirre en Teuchitlán, Jalisco, que han sacudido a la opinión pública en los últimos 20 años.Especialista en Derecho Penal Internacional, Justicia Transicional y Derechos Humanos, Dayán Askenazi cuestionó la actuación de las autoridades locales y federales en el combate a las organizaciones criminales y sus campos de reclutamiento forzosos y exterminio en diferentes puntos del país.El académico e investigador, insistió en la inoperancia de la Ley de Desaparición Forzada, aprobada en 2017, pero implementada en 2018 durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que habla de una base de datos forenses que hasta la fecha no existe.¿Cómo te deja lo hallado en Teuchitlán, Jalisco?“Estoy, creo que como todas, todos, shoqueado ante las escenas, no ante los hechos, porque desgraciadamente en los últimos 20 años hemos ido enfrentando a eventos muy similares, pero evidentemente este este caso, las escenas son las que golpean de manera importante, ya lo decía José Ramón Cosío por la referencia histórica de la acumulación de ropa, de la acumulación de calzado sobre todo.“Una evocación tremenda de la Segunda Guerra Mundial, y creo que valdría la pena hacer un recuento nada más de algunos de los cientos de casos similares. Nada más para decir la más reciente, ahora que se está hablando de los centros de exterminio, ayer el colectivo de Reynosa, aprovechando que se está discutiendo esto y la atención pública está puesta ahí, salió a decir, ojo nosotros hemos encontrado tan sólo en este año, estamos en marzo, 19 crematorios en distintos lugares de Reynosa nada más.“Ayer salió a decirlo el colectivo de Madres Buscadoras de Reynosa, entonces tan sólo 19 crematorios pequeños en distintos lugares de Reynosa. Pero si nos vamos a los más grandes, en el caso Patrocinio, que está a unos minutos de Torreón, se convirtió… porque cada uno de lo grupos criminales, en este caso es Jalisco Nueva Generación, en el caso del reciente hallazgo, pero todos los grupos criminales tienen centros de reclutamiento forzado para sumar a sus filas el personal necesario para la operación de su grupo criminal”.Crimen organizado, quinto mayor empleador del país“Recordemos esta investigación que hablaba de que el crimen organizado en México es el quinto empleador del país, con alrededor de 170 mil, es un cálculo actuarial de cuál es el número de miembros del crimen organizado, del gran crimen organizado en el país y que esto requiere un reclutamiento permanente, porque tanto las muertes dentro de sus filas como las detenciones, porque el gobierno mexicano se centra en los operadores de tierra, es decir, en el narcomenudista, en el sicario, en el halcón y nunca, o casi nunca, desmantela las redes desde arriba, entonces se requiere una rotación muy rápida, muy amplia.“Y entonces yo no diría que lo que se encontró en Jalisco es un centro de entrenamiento, suena como muy bonito, parecería una instalación del Comité Olímpico Mexicano, es un centro de reclutamiento forzado y campo de exterminio.“En el caso de Patrocinio, que está a unos minutos de Torreón, lo que se encontraron los colectivos también de Madres Buscadoras, en este caso Grupo Vida, con testimonios de la gente que vive cerca de este descampado, es una zona árida descampada, es de que llegaron a apreciar 90 tambos en fila quemando gente día y noche, testimonios de la gente del lugar.“Esto estamos hablando de hace 14 años, 13 años, en Torreón. La Bartolina (Matamoros), donde se destapa esto hace tres años, donde incluso la autoridad, Carla Quintana, tiene que aceptar media tonelada de restos óseos calcinados encontrados, pero tan solo se había procesado una parte pequeña de ese enorme predio. ¿Qué pasó después? Ya no supimos.“Cuando estábamos documentando en el Colegio de México, Sergio Aguayo y yo, y un equipo grande, la violencia de los Zetas, recordarás que documentamos la existencia de un campo de exterminio dentro de un penal.“El penal de Piedras Negras operaba como un centro criminal y, entre otras funciones, además de ser un centro de distribución de drogas, de fabricación de insumos para los Zetas, como espacio de refugio. Ojo, un penal financiado con recursos públicos convertido en base de operación criminal, con recursos públicos, a seis kilómetros de la frontera.“También se quemaban personas muy diversas, es decir, enemigos de los Zetas, secuestrados de los Zetas, gente que se negó a pagar extorsión, gente que se encontraba en problemas o no pagaba cuotas o vendía drogas de un grupo a otro, familiares de todos ellos. Es imposible saberlo.“Lo que nosotros pudimos mapear es una diversidad enorme de víctimas y los testimonios de los presos que no participaban en esto, otra vez, es que quemaban dentro del penal decenas de personas cada semana. Vamos a suponer que fueran 10, 15 personas por semana, según los testimonios. Operaron así tres años, son 150 semanas. Estamos hablando de cientos o miles de personas quemadas dentro de un penal.“En la conferencia prensa de hoy, de la mañanera, se habló de San Fernando (Tamaulipas), es decir, este reclutamiento forzado que se hacía y quienes se negaban eran asesinados. Recordamos la masacre de San Fernando de 72 migrantes asesinados.“Recordamos menos San Fernando II. Cuando se empezó a investigar lo que ocurría en San Fernando, se encontraron, meses después, fosas con más de 190 cuerpos. La pregunta es qué pasó después de cada uno de estos casos. Nada. Es decir, ahora el fiscal (Alejandro Gertz Manero) dice hay que investigar rápido para saber lo que ocurrió.“La deuda de la fiscalía en este país no es la deuda de este gobierno, es una deuda de Estado. La fiscalía tendría que entregar respuestas de qué pasó con Patrocinio, con la Bartolina, con Piedras Negras, con San Fernando, con Reynosa y con un largo etcétera.“Centrándonos ahora nada más en Jalisco, se habla hoy de Teuchitlán. A 16 kilómetros de Teuchitlán se encuentra Tala, una ciudad en Jalisco, que hace seis años, no hace 500 años, hace seis años, se encontraron centros de entrenamiento forzado del Cártel Jalisco Nueva Generación en Tala, a 16 kilómetros.“Fueron documentados, fueron mostrados, evidentemente no estaba esta imagen que nos genera la atención pública de las ropas, de los zapatos, pero se documentó y se desmanteló un centro de entrenamiento en Tala, 16 kilómetros de Teuchitlán.“¿Qué pasó con Tala? Nada. En la misma zona, Ameca, Jalisco, y otros tantos centros de entrenamiento que han sido desmantelados en los últimos años, donde lo que vemos, y recordemos nada más las noticias que han rondado Jalisco en los últimos meses y años, el fenómeno de desaparición de personas en las centrales camioneras, Zapopan y otras centrales camioneras, donde gente llegaba, era desaparecida y no se volvía a saber más de él o de ella.¿Cuál ha sido la reacción del Estado mexicano?“¿Hubo reacción por parte del Estado? No. Ahora sabemos que muchos de ellos fueron a dar a estos campos de entrenamiento forzado, de reclutamiento forzado.“Recordemos la escena de los jóvenes que fueron reclutados de manera forzada, incluso obligados a matarse unos a otros en Jalisco. El mismo fenómeno. Es un reclutamiento forzado y el Estado mexicano jamás reaccionó.“Pretende el Estado mexicano reaccionar ahora ante estas imágenes. La pregunta es, ¿dónde estuvo el Estado mexicano? El Estado en todas sus dimensiones. Es decir, el gobierno federal, el gobierno estatal y los municipales.“¿Dónde estuvieron las autoridades después de lo que se supo en Tala hace seis años, con la desaparición de jóvenes en las centrales camioneras, con los jóvenes que se tuvieron que asesinar como muestra de una locura para poder intentar sobrevivir? Y lo que tenemos es una, de menos omisión, pero una colusión brutal por parte del Estado. Ahora salen a decir, queremos resolver esto rápido. Bueno, hay muchas preguntas.“Incluso la presidenta (Claudia Sheinbaum) habla de que se están trabajando en unas bases de datos. Recordar, la Ley de Desaparición Forzada, aprobada en 2017, es decir, la implementación le tocó ya al gobierno de López Obrador en el 2018, habla de una base de datos forense que tiene que mantener la Fiscalía General de la República. Hasta hoy esa base de datos no existe.“Estamos seis años, siete años después de la creación de la ley, y esas bases de datos de cuerpos, de fosas, de ADN de los familiares. La fiscalía dice que existe, nadie las ha visto, los colectivos dicen no existe, no hay en operación nada.“Había un Centro Nacional de Identificación Humana creado con apoyo de cooperación internacional en el estado de Morelos. El gobierno anterior de Andrés Manuel López Obrador desmanteló ese centro.“Desmanteló, es decir, eliminó al personal, eliminó todo el equipo forense que había ahí, computadoras y elementos de tecnología avanzada para laidentificación. Fue completamente desmantelado sin ninguna justificación.“Después de el retiro, el despido de Carla Quintana, había que desaparecer todo lo que había alrededor. Incluso el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, el sexenio anterior, reconoció que el Estado mexicano tenía en su posesión 72.000 cuerpos en espera de ser identificados y que no había capacidad técnica ni humana para hacerlo. Es decir, hay dinero para los festejos, pero no hay dinero para la identificación.“El gobernador (Jesús Pablo) Lemus de Jalisco, sale a decir de inmediato, este centro de reclutamiento forzado y exterminio fue hallado en septiembre del 2024, antes de que yo llegara, como si el problema no fuera también de él.“Otra vez, la deuda es de Estado. ¿Dónde está la respuesta de su gobierno, de su fiscalía ante el horror de esta magnitud? ¿Dónde están los presidentes municipales de esas zonas? ¿En ningún lado? ¿Dónde están las fiscalías? ¿Dónde está la Guardia Nacional? En ningún lado.“Se da a conocer la nota, y esto me parece muy sintomático, y a las horas, un par de días, se hace un festejo en el Zócalo, cuando el país tendría que estar en shock. Se hace una fiesta, vamos, si no la querían cancelar, de menos había que hacer una, me parece, reflexión en ese evento sobre el horror que estamos viviendo.“Pues no, se decidió hacer una verbena para festejar que el arancel, pues no fue arancel. Hay más preocupación por el arancel que por el horror”.“Y aquí me gustaría reflexionar sobre un autor que ha escrito mucho acerca de esta gran violencia que se vivió en la Segunda Guerra Mundial, guardando todas las proporciones del caso.“Pero él decía, ¿cómo es posible que pudieran existir estos centros de exterminio alrededor de comunidades que veían lo que estaba ocurriendo sin ningún tipo de resistencia? Y lo que él dice, Timothy Snyder, es un gran estudioso de esto, en un par de enormes libros que tiene, Tierra de Sangre y Tierra Negra, lo que dice es que este exterminio al aire libre es posible solamente en aquellos lugares donde ya no queda nada, no queda ni Estado ni resistencia social alguna.Porque lo que se está haciendo es cometiendo crímenes de esta magnitud, al aire libre, a la luz de todo, a la vista de todo mundo y nadie reacciona.“El periodismo ha estado documentando, la academia ha estado documentando, pero el Estado jamás aparece. No ahora, no aparece desde hace 18, 20 años, y probablemente en temas de justicia, en 200 años.Pero lo que tenemos es un desmoronamiento absoluto del Estado y de cualquier tipo de resistencia social. Entonces, creo que, puesto esto en un escenario más amplio, el problema no es nada más de Teuchitlán, es el fenómeno de las desapariciones, del reclutamiento, de los campos de exterminio que por decenas y cientos hay en el país.“Y de una cifra de desaparecidos que crece y crece y crece, mientras nos dicen que se reducen los homicidios. Me parece que no podríamos eliminar los desaparecidos de un análisis de la estrategia de seguridad.“En la mañanera había el larguísimo listado de logros que anunció Omar García Harfouch. Entiendo la presión que está metiendo Estados Unidos y que se necesitan tener respuestas en cuanto a decomisos de droga.“La pregunta es si la estrategia de seguridad es la que necesitamos. Es decir, ¿tendría que estar el Estado mexicano preocupado por el decomiso o por resolver el problema de raíz, que es el desmantelamiento de estas redes de macrocriminalidad? Pero para ello, habría que entrarle al vínculo político-criminal que evidentemente hasta ahora no lo hemos visto”.Consulta aquí la participación de Jacobo Dayán:

Teuchitlán | “En los últimos 20 años hay eventos muy similares”: Jacobo Dayán
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