La tensión económica entre Estados Unidos y sus principales socios comerciales, México y Canadá, parece no amainar, menos aún desde la aplicación de los aranceles a ambos países a partir del 4 de marzo.

En este ambiente de incertidumbre, la posibilidad de que Estados Unidos termine saliéndose del Tratado de Libre Comercio con ambas naciones, conocido como T-MEC, es algo que algunos economistas ven como una amenaza latente.

“La salida de Estados Unidos del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) tendría repercusiones económicas significativas para México. Actualmente, más del 80 por ciento de las exportaciones mexicanas se dirigen a Estados Unidos y Canadá. Noticias Relacionadas

“La eliminación del T-MEC implicaría la imposición de barreras comerciales entre los países, lo que provocaría que las compañías pierdan ventajas competitivas en nuestro país, afectando sectores como el automotriz, aeroespacial, agrícola y electrónico”, detalla, en entrevista exclusiva para El Heraldo de México, Jorge de la Rosa, director de Grupo Financiero EFE.

¿Qué sectores sufrirían los primeros impactos de la disolución del T-MEC?

Los sectores electrónico y automotriz, así como el agrícola, serían los primeros en padecer una posible disolución de los acuerdos comerciales, pues a lo largo de los años se había logrado crear una cadena de suministro importante entre los tres países.

“El sector automotriz ha sido uno de los principales beneficiados por el T-MEC, debido a la integración de la cadena de suministro regional y al aumento de la inversión extranjera directa. La ausencia del tratado podría resultar en la reubicación de plantas de producción y la pérdida de empleos en México.

“La industria electrónica mexicana se ha beneficiado de la participación en cadenas productivas de manufacturas de alcance global. La salida de Estados Unidos del T-MEC podría interrumpir estas cadenas de suministro, afectando la producción y exportación de productos electrónicos.”, explica De la Rosa.

Para el experto, la agricultura nacional se vería severamente golpeada debido a la disminución de las exportaciones, lo que provocaría una caída de precios y la consiguiente pauperización de los productores.

¿Cuáles serían las soluciones ante la cancelación del T-MEC?

Si se llega a dar la disolución del tratado comercial, De la Rosa señala que podrían buscarse acuerdos independientes para ciertos ramos comerciales, pero estos ya no estarían arbitrados por el régimen especial, sino por la Organización Mundial del Comercio. 

“En caso de una salida de Estados Unidos del T-MEC, México podría buscar acuerdos comerciales independientes con Estados Unidos y Canadá para minimizar el impacto. En ausencia de tales acuerdos, el comercio entre estos países se regiría por los lineamientos de la Organización Mundial del Comercio, lo que generaría mayores cargas burocráticas en caso de disputas. 

“Además, México podría explorar la diversificación de sus mercados de exportación y la promoción de la competitividad interna para adaptarse a las nuevas condiciones comerciales”, concluyó.

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