Las metas de crecimiento económico de México para 2025 se han ajustado a la baja, en un entorno de elevada incertidumbre interna y externa. La Secretaría de Hacienda perfila un alza del Producto Interno Bruto (PIB) para este año en un rango de 1,5% a 2,3%, una reducción respecto a su propia previsión de octubre de 2024, cuando fijó su previsión de alza en el PIB en un rango de 2% a 3%. Para 2026, el desarrollo de la economía mexicana se sitúa en un rango de 1,5% a 2.5%. Hacienda reconoce que la revisión a la baja responde a varios factores, entre los que sobresalen la incertidumbre en torno a la dirección de la política comercial bilateral de Estados Unidos, así como la debilidad en la inversión y el consumo privado.Sin una reforma fiscal a la vista, el Gobierno insiste en que su estrategia para obtener ingresos en 2025 se apoyará en una mayor eficiencia recaudatoria y el uso de tecnologías digitales, mientras que del lado del gasto público se centrará en los programas sociales, la inversión en infraestructura y la transición energética. “El financiamiento del sector público priorizará el endeudamiento en moneda local, a tasa fija y a largo plazo, lo que reduce la exposición a la volatilidad financiera internacional”, indicó Hacienda.El primer documento clave del recién nombrado titular de Hacienda, Edgar Amador, prevé que el tipo de cambio se ubicará en 20 pesos por dólar al cierre de 2025, lo que implicaría un escenario más depreciado en 1,5 pesos de variación cambiaria respecto a la estimación del Paquete Económico 2025. Este ajuste refleja la incertidumbre asociada con las revisiones en las políticas comerciales y fiscales de Estados Unidos. Sin embargo, para 2026 se prevé un ajuste a la baja en la volatilidad, favoreciendo una apreciación gradual del peso.En la víspera de que Estados Unidos defina su política arancelaria respecto a sus pares internacionales, incluido México. Amador Zamora esboza en los Precriterios de Política Económica 2026 un escenario aún optimista respecto a las previsiones de los privados y del propio Banco de México, que estima un crecimiento económico para 2025 de solo 0,6% e incluso, algunos analistas apuntan que México está a las puertas de una recesión. En el caso de los ingresos, se prevé que sean 7.200 millones de pesos mayores a lo aprobado en la Ley de Ingresos del año pasado. No obstante, Hacienda admite que “la creciente incertidumbre sobre la política comercial de EE UU, nuestro principal socio comercial, podría generar ajustes adicionales en los ingresos para lo que resta del año”.Del lado del gasto público, se anticipa un aumento equivalente a 7.200 millones de pesos respecto al nivel aprobado, congruente con el incremento en los ingresos totales. En su interior, se proyecta una ampliación en los recursos destinados a programas sociales y proyectos de inversión con impacto directo en el bienestar de la población y el desarrollo económico regional.Con el blindaje en los programas sociales y una desaceleración económica interna, Hacienda deberá tener pulso quirúrgico para balancear sus ingresos y gastos. Para 2025, se prevé que el déficit fiscal se ubique en un nivel entre 3,9 % y 4% del PIB. Mientras que la deuda pública se mantendrá en niveles estables, en torno a 52,3% por ciento del PIB, añade el documento.En términos de la producción petrolera nacional, las estimaciones consideran un enfoque prudente basado en la trayectoria observada en los primeros meses de 2025. Se estima que la producción promedio se ubicará en 1,7 millones de barriles diarios en 2025 y 2026, niveles ligeramente inferiores a los estimados en el Paquete Económico 2025. El precio estimado por barril de petróleo mexicano se calcula en 62,4 dólares por barril.En menos de seis meses, el panorama ha cambiado y los nubarrones para la economía mexicana se suman. De manera interna, la segunda economía de América Latina registra una caída en la actividad industrial y el consumo, así como una devaluación de su moneda. En el exterior, la incertidumbre crece el nerviosismo frente a la política arancelaria de Estados Unidos y que supondrá mayores impuestos sobre más de 505.000 millones de dólares en exportaciones mexicanas, que año con año se dirigen al mercado americano. El recorte de Hacienda ocurre tras meses de signos de debilidad en la economía mexicana. Durante el cuarto trimestre de 2024, el primero de esta Administración, el PIB cayó un 0,6%, respecto al trimestre anterior, su primera contracción desde 2021. Además, los indicadores de consumo y actividad industrial de los primeros meses de este año también se han mostrado sin fuelle.

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