Este lunes, médicos de varios centros hospitalarios de la Ciudad de México encabezan una megamarcha en varios puntos neurálgicos de la capital mexicana para protestar por la falta de insumos y medicamentos que se vive en el país y que afecta directamente a este gremio de vital importancia para la sociedad mexicana.
Las movilizaciones se llevaron a cabo en diferentes puntos de acceso a CDMX desde el Estado de México y contemplaron también la entrada al Aeropuerto Internacional Benito Juárez y al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
Los médicos se unieron a transportistas en su causa debido a que aseguran que, desde el inicio de la administración de Claudia Sheinbaum, la política de austeridad ha afectado directamente a sus gremios, poniéndolos en jaque.
En entrevista con medios de comunicación, el médico Edgardo Domínguez, quien dijo trabajar para una clínica del IMSS, aseguró que la falta de insumos y medicamentos en hospitales lo pone en riesgo grave de una demanda por negligencia, similar a las que ya han caído sobre varios de sus colegas.
“Tengo miedo de ir a trabajar, ya varios compañeros han sido demandados por negligencia y podrían terminar en prisión de forma injusta. No se vale”, expresó Domínguez con preocupación.
También comentó que los pacientes tienen que esperar cerca de cinco meses para poder realizarse una cirugía, lo que afecta su integridad y aumenta de forma considerable que los procedimientos salgan mal, creando una presión con la que el personal médico tiene que lidiar día a día.
Los médicos que protestaron también comentaron que la integración IMSS-Bienestar ha resultado un fracaso, ya que de nada sirve aglutinar el sistema de salud en uno solo si el presupuesto que recibirán los nosocomios será menor.
Apenas este viernes, el subsecretario de Salud, Eduardo Clark, admitió que sí existe una crisis de insumos y medicamentos en los hospitales públicos mexicanos, aunque no será hasta marzo y principios de abril que el Estado mexicano pueda comenzar a regularizar el suministro.
Mientras tanto, el personal que en esos hospitales labora se expone a graves riesgos jurídicos, ya que las denuncias por negligencia no dejan de crecer mientras la Fiscalía General de la República persigue como una prioridad este tipo de delito.