MacKenzie Scott (San Francisco, 54 años) es mucho más que la exmujer de Jeff Bezos (Albuquerque, 61 años), fundador de Amazon, con quien estuvo casada 25 años y se divorció hace seis, en 2019. Hoy es una de las mujeres más ricas del mundo —ocupa el puesto 68 en la lista de multimillonarios de Forbes, con un patrimonio neto de 28.200 millones de dólares (25.700 millones de euros, al cambio actual)— y una de las filántropas más generosas: ha donado 19.000 millones de dólares (poco más de 17.000 millones euros) a más de 2.000 ONG en los últimos cinco años. Así lo refleja el nuevo estudio Rompiendo moldes: el efecto transformador de las grandes donaciones de MacKenzie Scott, realizado por The Center for Effective Philanthropy (CEP) en los últimos tres años. El objetivo de Scott con sus aportaciones económicas “ha sido apoyar las necesidades de personas subrepresentadas de grupos de todo tipo”, se afirma en el estudio. “No necesito preguntarles a mis seres queridos qué decirles ni qué hacer por ellos. Puedo compartir lo que tengo con ellos y apoyarlos cuando hablan y actúan por sí mismos”, dijo Scott sobre su voluntad filantrópica en 2022.En el informe de la entidad, que recoge las experiencias de las ONG que recibieron sus donaciones, se señala: “Podrían pasar décadas hasta que comprendamos realmente los efectos que estas donaciones han tenido en las organizaciones sin fines de lucro y en el sector en general. Sin embargo, tras cinco años de donaciones, los efectos reportados en las organizaciones beneficiarias siguen siendo abrumadoramente positivos”. Por ejemplo, los datos muestran que las ONG que recibieron una aportación económica de Scott tienen, dos años después de la donación, el doble de reservas para cubrir sus gastos que las organizaciones que no han recibido ninguna. El 85% de los líderes de las ONG encuestados indican que ese dinero ha fortalecido la sostenibilidad financiera a largo plazo de su organización.Más informaciónEntre los trabajos filantrópicos de Scott en los últimos años destacan su donación en 2024 de 640 millones de dólares (584 millones de euros) a 361 grupos sin fines de lucro de Estados Unidos, que fueron elegidos entre más de 6.000 solicitantes. Entre ellas, su donación de 250 millones de dólares a Planned Parenthood, una institución que trabaja por los derechos reproductivos de las mujeres y uno de los principales proveedores de atención de la salud sexual y reproductiva. En 2019 también pasó a formar parte de Giving Pledge, un grupo de multimillonarios —iniciado en 2010 por Warren Buffett, Melinda French Gates y Bill Gates— que se comprometen a donar la mitad de su fortuna durante su vida o en sus testamentos. “No tengo ninguna duda de que el valor surge cuando las personas actúan rápidamente ante el impulso de dar. Ningún impulso tiene un efecto dominó más positivo que el deseo de servir”, escribió en mayo de 2019 Scott en una carta publicada en la web de Giving Pledge. “Mi enfoque filantrópico seguirá siendo reflexivo. Requerirá tiempo, esfuerzo y dedicación. Pero no esperaré. Y seguiré haciéndolo hasta que la caja fuerte esté vacía”, añadió.“Estos datos son una llamada a la acción para las fundaciones y posibles donantes. Además, demuestran que este tipo de subvenciones funcionan”, dijo Elisha Smith Arrillaga, vicepresidenta de investigación de The Center for Effective Philanthropy y coautora del informe, sobre la labor filantrópica de Scott al medio The Chronicle of Philanthropy. “Necesitamos aumentar este tipo de iniciativas, y debemos hacerlo pronto, para que las organizaciones sin fines de lucro cuenten con los recursos que necesitan, especialmente en un momento como este”.De acuerdo con el estudio de CEP, la mayoría de los líderes de las ONG afirman que las subvenciones de Scott han permitido la expansión de sus programas a nuevas poblaciones y nuevas geografías, así como la creación de nuevos proyectos. Un 86% de los líderes informan que esas donaciones han fortalecido y fortalecerán los campos y las comunidades en los que su organización busca tener impacto (un 29% considera que moderadamente y un 57%, significativamente). “Fue un gran palmadita en la espalda, como que te diga ‘Te veo. Veo lo que estás haciendo y apruebo el trabajo que realizas para impulsar a tu comunidad”, afirmó Kimberly Lewis, líder de la ONG Goodwill, a The Chronicle of Philanthropy. A lo que añadía que los cinco millones de dólares donados por Scott fueron recibidos durante el primer año de la pandemia, cuando “todos se sentían invisibles, ignorados y desconectados”.Las palabras de Lewis son secundadas por otros líderes de organizaciones que se han beneficiado de las donaciones de Scott. “Gracias a ellas pudimos abrir una nueva clínica y ampliar la atención a 12.000 personas, muchas de las cuales se encuentran en una situación de calle, viven en el umbral de la pobreza o por debajo de este e, históricamente, han tenido acceso limitado a la atención que proporcionamos”, declara uno de los dirigentes que prefiere permanecer anónimo. “Si el mundo tuviera 1.000 MacKenzies (y los tiene)… ¡Qué mundo tan maravilloso sería! Intentamos hacer tanto con tan poco, y este tipo de donaciones es lo que necesitamos. ¡Gracias!”, apunta otro.Además, según los datos obtenidos, el dinero donado por Scott ha tenido efectos positivos en el ambiente laboral: un 42% de los dirigentes mencionan que la subvención ha tenido un efecto positivo en la moral interna, un 34% que el dinero ha reducido su nivel de agotamiento y un 37% ha declarado que tienen intención de permanecer más tiempo en su rol porque su organización recibió esa inyección económica. Sobre los efectos sociales y económicos que las aportaciones puedan tener sobre las ONG, el 75% de los líderes creen que su organización no ha perdido ningún financiador debido a la participación de Scott y el 81% afirma que no han enfrentado dificultades relacionadas con el uso o la recepción de la subvención.Jeff Bezos y MacKenzie Scott, el 4 de marzo de 2018, en la fiesta de Vanity Fair posterior a los Oscar en Beverly Hills (California).Taylor Hill (FilmMagic/Getty)El trabajo de Scott en la filantropía comenzó en 2019, cuando se separó del fundador de Amazon, con quien comparte cuatro hijos, y que resultó en un acuerdo de divorcio de aproximadamente 36.000 millones de dólares (32.000 millones de euros). De acuerdo con este, Bezos conservó el 75% de las acciones de Amazon que el matrimonio poseía —lo que representaba, aproximadamente, el 12% de la compañía— mientras que Scott se quedó con el 4%, tal y como informó The New York Times entonces. A partir de ese momento, la también escritora comenzó con sus donaciones cuantiosas a diversas organizaciones benéficas.“Queremos contar a la gente cómo se desarrollan nuestras vidas”, escribió Bezos en su cuenta de X para anunciar su divorcio de Scott. “Como saben nuestra familia y amigos más cercanos, tras un periodo de exploración sobre nuestra relación y una separación, hemos decidido divorciarnos y seguir nuestra vida como amigos. Nos sentimos increíblemente afortunados de habernos encontrado el uno al otro y profundamente agradecidos por cada uno de los años que hemos estado casados”. El mensaje del empresario en la red social continuaba así: “Si hace 25 años hubiéramos sabido que nos íbamos a separar, lo haríamos todo otra vez. Hemos tenido una gran vida juntos como matrimonio, y vemos un gran futuro en el horizonte como padres, amigos, compañeros de aventuras y proyectos y como individuos en busca de más aventuras y proyectos. Aunque las denominaciones ahora cambien, seguimos siendo una familia, y también amigos muy queridos”.Scott también se pronunció en X: “Estoy agradecida de haber finalizado el proceso de disolución de mi matrimonio con Jeff, con apoyo mutuo y con el de todos los que se acercaron a nosotros con amabilidad. Espero con ganas nuestra nueva fase como copadres y amigos”. En su declaración, revelaba que le cedía a Bezos sus activos de The Washington Post y los de la compañía de cohetes Blue Origin —que está previsto que el próximo 14 de abril comience la misión New Shepard con una tripulación completamente femenina, en la que se encuentra la actual prometida de Bezos—. Dos años después de su divorcio, Scott se casó con Dan Jewett en 2021. La relación apenas duró dos años y la pareja se divorció en enero de 2023. El fundador de Amazon comenzó una relación con la periodista Lauren Sanchez en 2019 y el 23 de mayo de 2023 anunciaron su compromiso. El mes pasado enviaron sus invitaciones de boda, que tendrá lugar este verano en Venecia.

MacKenzie Scott y su decisivo papel como filántropa: ha donado 19.000 millones de dólares en los últimos cinco años | Gente
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