El magnate Ricardo Salinas Pliego, uno de los hombres más ricos de México y rostro del naciente ultraderechismo en el país, se ha anotado otro tanto en su estrategia legal para retrasar resoluciones de la Suprema Corte que podrían afectar sus negocios. El empresario, cabeza de Grupo Salinas, ha conseguido que el Alto Tribunal excuse de la votación de un amparo a la ministra Lenia Batres, muy alineada al oficialismo. La jueza, que está en plena campaña para la elección judicial de junio próximo, ha servido en charola de plata los elementos que justificaron su exclusión: un cúmulo de publicaciones en X en las que, desde 2014, ha mostrado su animadversión hacia el magnate, al que ha calificado de “miserable”. El Supremo ha considerado que esas expresiones constatan su falta de objetividad y “enemistad manifiesta” hacia una de las partes del conflicto, razones que la ley establece como impedimentos para que un togado pueda pronunciarse sobre un caso. Este jueves, la presidenta, Claudia Sheinbaum, ha criticado la exclusión de Batres y ha afirmado que “ninguno [de los ministros] tiene un juicio objetivo”.Salinas Pliego lleva años litigando contra el cobro de adeudos fiscales y los intentos del Gobierno por auditar su patrimonio. El recurso que no pudo votar la ministra Batres está relacionado con un amparo promovido por la defensa de Salinas Pliego contra la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), la agencia antiblanqueo del Gobierno mexicano. Concretamente, el magnate impugnó a finales de 2021 las solicitudes de la UIF a los bancos para acceder a los movimientos de sus cuentas. Le tocó a la propia Batres, que se hace llamar Ministra del Pueblo, elaborar el proyecto de resolución del amparo. Su proyecto proponía que las comunicaciones de la UIF con los bancos no son actos irreparables que se puedan frenar mediante recursos de amparo, sino simples contactos protocolarios entre autoridades para iniciar posibles investigaciones. De prosperar la propuesta de Batres, las indagatorias de la UIF por posible blanqueo de capitales, detenidas desde hace más de tres años, podrían continuar adelante.Sin embargo, la defensa de Salinas Pliego, titular de concesiones de televisión y dueño de empresas de mercadeo, promovió un recurso ante la misma Corte para solicitar el impedimento de Batres de votar en ese caso, que se revisaría en la sesión de la segunda sala del Supremo de este miércoles. La evidencia consistió en varias publicaciones de Batres, muchas de antes de que se convirtiese en ministra del Supremo y de cuando militaba en Morena, el partido oficialista. Por ejemplo, en 2020, Batres publicó: “Nuevas formas de golpismo, no contra la autoridad, sino contra la sociedad misma. A Salinas Pliego le preocupa una sola cosa: su negocio. MISERABLE MISERABLE MISERABLE”. También anotó: “Salinas Pliego no atenta contra el gobierno, atenta contra la vida de los mexicanos. Exijo el retiro de la concesión a TV Azteca, URGENTE #RetiroDeConcesiónATVAzteca”.Nuevas formas de golpismo, no contra la autoridad, sino contra la sociedad misma. A Salinas Pliego le preocupa una sola cosa: su negocio. MISERABLE MISERABLE MISERABLE— Lenia Batres (@LeniaBatres) April 18, 2020
La Suprema Corte ha señalado que, con esos pronunciamientos, Batres violó los preceptos que obligan a la impartición de una justicia imparcial. “Al usar calificativos y connotaciones despectivas sobre la forma en que se expresó del quejoso, resultó en razón suficiente para estimar que se encuentra impedida para conocer del amparo en revisión”, ha indicado el Supremo en un comunicado. Finalmente, Batres fue excluida. Sin embargo, antes de que sus colegas de la segunda sala votaran a favor de su impedimento, Batres se marchó de la sesión, lo que dejó incompleto el quórum y frustró que la Corte la reemplazara y se metiese a la discusión del amparo de Salinas Pliego.Así que el magnate ha comprado más tiempo, a tono con la táctica dilatoria emprendida por su defensa. El Gobierno mexicano lleva varios años intentando cobrar un par de créditos fiscales a Grupo Elektra, parte del emporio de Salinas Pliego, por un monto de más de 34.000 millones de pesos. Tanto el expresidente Andrés Manuel López Obrador como la mandataria Sheinbaum han insistido en que el empresario debe cumplir sus obligaciones fiscales como cualquier ciudadano. Esa ha sido la defensa de la presidenta de este jueves. “No se puede hablar de Estado de Derecho para algunas cosas y para otras que no me convienen, no. ¿Hay o no hay Estado de Derecho? Y el Estado de Derecho quiere decir que todos cumplamos con la responsabilidad de pagar impuestos”, ha señalado.Tras abandonar la sesión de ayer, la ministra Batres acusó a sus colegas de complicidad y sometimiento “a los intereses ilegítimos de los poderes fácticos”. Desde su cuenta de X, Salinas Pliego señaló que la jueza tiene una “agenda personal y política” y carga “prejuicios” contra él y sus empresas. “A usted solo le interesa obedecer y servir al los intereses de sus verdaderos amos”, le reclamó el magnate. Batres está en abierta campaña de cara a los comicios judiciales del 1 de junio, en que los mexicanos votarán a cientos de cargos en la Judicatura federal y de los Estados, entre ellos a los ministros de la Corte. El objetivo de Batres, lo mismo que de las ministras Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz, también alineadas al oficialismo, es “ratificar” en las urnas su permanencia en el Supremo. La reforma judicial impuesta por Morena establece que la candidata más votada se convierta en presidenta del Alto Tribunal. Las apuestas están entre las tres ministras morenistas. El Tribunal Electoral les ha dado esta semana un alivio, al perdonarles sus actos anticipados de campaña, consistentes en giras a los Estados, pasarelas con los legisladores de Morena y entrevistas pactadas en medios. Para Batres, la derrota ante Salinas Pliego puede ser un triunfo para su campaña.