“Estoy más preparado que un chicharrón [preparado] para ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación”, “De dónde chingados voy a sacar 400.000 pesos [para hacer campaña]. No tengo ese dinero. Pero quiero que me sigas en redes sociales” o “Soy Dora, la transformadora”. Son solo algunos de los mensajes que desde este domingo circulan por cientos en redes sociales. Aspirantes a jueces, magistrados y ministros han iniciado una lucha para captar a toda costa la atención de los votantes con las limitaciones que el Instituto Nacional Electoral (INE) les ha impuesto. A su favor tienen el abanico de posibilidades que les da las redes, ahí tienen recursos ilimitados, creativos y manga ancha para hacer prácticamente lo que quieran siempre y cuando no paguen por el contenido, ni por las pautas. Las redes son su arma electoral más poderosa. Los más de 3.000 postulantes llevan apenas dos días y ya han logrado acaparar los reflectores por el ingenio, los contenidos, — no necesariamente profesionales— o por las salidas que han tenido que tomar para lograr la atención de los ciudadanos.Los cientos de candidatos han arrancado una carrera de 60 días de campaña bajo el escrutinio del árbitro electoral. El INE deberá tener ojos de águila por todas partes para detectar cualquier violación a los lineamientos que vulneren la competencia y la equidad en la contienda. El cumplimiento de los topes de campaña, los pesos y centavos que desembolsan los aspirantes son los retos a los que se enfrenta la autoridad electoral para garantizar el llamado piso parejo en unos comicios extraordinarios para elegir entre cientos de candidatos de todas las edades que parecen haberse convertido en influencers para llegar a los votantes.Las plataformas de TikTok e Instagram se han convertido en las favoritas de los candidatos en su intento desesperado por llegar a la mayor audiencia posible. Las formas en las que los candidatos se presentan han dado de qué hablar en solo dos días de haber iniciado las campañas. Aspirantes a jueces, magistrados y ministros bailando, compartiendo sus historias de vida y hasta recurriendo a la sátira se encuentran por decenas en las redes sociales.José Antonio Magaña ha echado mano de la ayuda familiar y de Star Wars para promocionarse como juez de distrito en Jalisco. Con la cuenta, Las Doñitas de Provi, el aspirante se hace acompañar de dos mujeres de la tercera edad, sus tías, para promoverse. “Esta campaña no viene con espada… ¡Viene con chancla voladora!”, señala el candidato en sus spots a través de la red social. La baraja de oportunidades en las redes no solo se ha abierto para los candidatos en este periodo de campaña. Son decenas de personas las que ofrecen sus servicios de asesoría para llevar a los candidatos al triunfo electoral con las mejores técnicas digitales. “Controla tus emociones y emociona a los electores. Tú haces política y yo la estrategia”, “¿Cuáles son los errores de comunicación política digital?”, se escucha en algunos de los muchos videos en redes sociales.Los topes de campaña diferenciados son de los candados que más pesan a los aspirantes, se trata de gastos de campaña distintos para los diferentes cargos que se disputarán. Los topes de recursos propios van de 1.468 millones para quienes aspiran a ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, 881.000 para magistrados, 413.000 para magistrados de circuito y 220.000 para jueces. Ximena Jiménez, aspirante a magistrada, ha tirado de la polémica por el nulo financiamiento que tienen los aspirantes. “Tengo que hacer una campaña electoral sin recursos, sin experiencia política y trabajando de tiempo completo”, refiere la candidata, “lo que tengo planeado hacer es ir documentando cada acto de campaña que realice e ir documentando lo que he gastado en cada una de ellas”, refiere la candidata en unos de sus videos en la red social TikTok.Eduardo Jaime, postulante a juez federal, ha salido con banda y batucada a las calles para promover su candidatura. Los juegos en redes sociales como el ping-pong han sido aprovechados por los aspirantes para dar a conocer aspectos personales de los candidatos, desde los más serios a los más desenfadados. A dos días del arranque de salir a la caza de los votantes y sus votos, las redes sociales se han convertido en terreno fértil para la promoción electoral por ser la única manera de llegar a millones de ciudadanos con pocos recursos.

Los candidatos de la elección judicial y su intento desesperado por captar la atención de los votantes
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