El muro que Donald Trump ha levantado contra el acero y el aluminio del extranjero tiene en vilo a la industria mexicana. A días de que Estados Unidos comenzara a aplicar un arancel del 25% sobre todas las importaciones de estas materias primas, incluidas las compras mexicanas, los principales empresarios siderúrgicos de México se reunieron con la presidenta Claudia Sheinbaum para pedirle que imponga tarifas recíprocas del 25% a las importaciones de acero y aluminio estadounidense. Fuentes del sector informaron a este diario que en este encuentro, a puerta cerrada, se abordó la preocupación de que las políticas proteccionistas de Trump puedan prolongarse y afectar aún más a las exportaciones mexicanas y a la industria local. La reunión tuvo lugar el jueves pasado en Nuevo León, horas antes de la asamblea anual de la Cámara de la Industria de Transformación (Caintra) en el Estado fronterizo.De los continuos amagos arancelarios que ha lanzado Trump desde su llegada a la Casa Blanca, el arancel del 25% sobre el acero y aluminio ha sido de los pocos que se han convertido en una realidad. Al contrario de otros amagos, que han quedado solo en ello, en amenazas, en letra muerta, las acereras han asumido desde hace poco más de una semana los costos de estas nuevas tarifas, un dardo que ha pegado de lleno al corazón de la industria. La mayoría de las firmas siderúrgicas ha reducido sus exportaciones y ha ofrecido a sus clientes absorber parte del arancel para no perder más envíos. Por esta razón, los directores de las acereras afincadas en México como Ternium, Villacero, Deacero, Arcelor Mittal, entre otras siderúrgicas, solicitaron al Gobierno de Sheinbaum una defensa más fuerte contra las medidas proteccionistas en Washington.La mandataria, de acuerdo con fuentes que estuvieron en esta reunión, se mostró receptiva a las peticiones de los industriales y aseguró que se tomarían en cuenta sus preocupaciones en su plan frente a EE UU. Actualmente, las exportaciones de acero mexicano a Estados Unidos suponen más de 6.500 millones de dólares al año. Por otra parte, las siderúrgicas estadounidenses envían a México más de 12.000 millones de dólares en aceros y productos, resultando en un balance a favor de Washington en más de 6.000 millones de dólares.A esta reunión también acudieron Altagracia Gómez, coordinadora del Consejo Asesor Empresarial y Vidal Llerenas, subsecretario de Industria y Comercio de la Secretaría de Economía. El Gobierno acordó con los industriales que, en caso de que no puedan modificar la postura de EE UU, se revisarán las medidas a implementar en toda la cadena de valor del sector para mitigar el impacto sobre los comercializadores, distribuidores y fabricantes. México es el 15 productor de acero en el mundo, con una producción de 20 millones de toneladas anuales, sin embargo, de acuerdo con las cifras de la industria. El abasto, sin embargo, es insuficiente ante un consumo de más de 28 millones de toneladas por año y el desbalance se cubre con las importaciones de Estados Unidos, Corea del Sur y China.Desde febrero pasado, cuando Trump arreció sus amenazas comerciales contra México, vía aranceles, el Gobierno mexicano trabaja a contrarreloj para desactivar las medidas proteccionistas del republicano. Con su estrategia de “cabeza fría” y diálogo, la presidenta Sheinbaum ha logrado aplazar la imposición de un arancel del 25% a todas las importaciones mexicanas. Sin embargo, en el caso del acero la bala no ha podido ser esquivada y desde el pasado 12 de marzo se ha impuesto una tarifa del 25% sobre estos insumos, vitales para los sectores de la construcción, automotriz y metal-mecánica.

Los acereros mexicanos piden a Sheinbaum una defensa más fuerte frente a Trump y que imponga aranceles a EE UU
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