Un ataque con francotirador perpetrado en la madrugada del pasado jueves frente a la estación de Policía del municipio de Río de Oro, en el departamento del Cesar, dejó como saldo la muerte de dos patrulleros de la Policía. La acción criminal volvió a colocar los focos sobre esta modalidad usada por los grupos armados para asesinar a miembros de la Fuerza Pública. Los uniformados asesinados fueron identificados como José Daniel Pedraza González, de 24 años, y Herney Ospina Lazo, de 39, quienes inicialmente quedaron heridos de gravedad. Ambos fueron trasladados al hospital Emiro Quinteto Cañizares, en el municipio de Ocaña, Norte de Santander, pero fallecieron debido a la gravedad de las heridas ocasionadas por los impactos de bala.De acuerdo con las autoridades, en esa zona del sur del Cesar delinquen estructuras del Eln, disidencias de las Farc y estructuras del ‘clan del Golfo’, por lo que no se descarta que alguno de estos grupos esté detrás de esta acción. El Eln está en conversaciones de paz con el Gobierno Nacional. Foto:Archivo El TiempoEl homicidio de estos dos uniformados se suma a los 10 integrantes de la Fuerza Pública (5 soldados y 5 policías) que han sido asesinados por francotirador en lo que va de 2025, en lo que la mayoría de estos ataques se han registrado en Norte de Santander, Santander y AraucVarios sectores cuestionan que más allá de ofrecer recompensas por los responsables, no existe una estrategia encaminada de la Fuerza Pública para desarticular estos componentes armados.¿Qué está pasando?De acuerdo con fuentes de inteligencia militar, el Eln ha desarrollado un “sistema operacional especial” que contempla el uso de francotiradores como una táctica clave dentro de su ofensiva armada. Esta estrategia incluye un análisis detallado de las posiciones y dinámicas operacionales del Ejército y la Policía, así como el estudio de sus vulnerabilidades. Los registros disponibles señalan que este modelo fue adoptado formalmente desde 2008.Los datos obtenidos por organismos de inteligencia indican que cada ataque es planificado con antelación. Este proceso contempla un trabajo de seguimiento previo que incluye la evaluación del terreno, los tiempos de respuesta de las unidades estatales, el tipo de armamento utilizado y la posible cobertura aérea disponible en la zona objetivo.Oficiales en la zona fronteriza afirman que cada frente del Eln cuenta con personal capacitado en funciones de francotirador. En varios casos, los individuos han sido reclutados forzosamente. Algunas de estas personas eran soldados retirados, reservistas o campesinos, quienes terminaron siendo entrenados en técnicas de disparo de precisión. Según información revelada a EL TIEMPO, uno de estos hombres desertó del Ejército, fue coaccionado por el grupo armado y más tarde terminó desmovilizándose bajo protección estatal.Río de Oro, municipio ubicado en el sur del departamento del Cesar Foto:Redes sociales¿Quiénes están detrás?Las fuentes castrenses indican que este entrenamiento no se limita al uso de armas de largo alcance. En algunos casos, el Eln capacita a sus integrantes también en áreas como explosivos, inteligencia y manejo financiero. Parte de esta preparación, según se ha documentado, se facilita por la cercanía a la frontera con Venezuela, donde la circulación de armas y conocimientos técnicos provenientes de actores externos ha contribuido a reforzar su capacidad operativa.“No estamos hablando de una sola persona, son varias personas que han sido entrenadas en esta táctica. “Ellos atacan y escapan sin dejar rastro”, dijo el informante.Soldado asesinado por francotirador en Norte de Santander. Foto:Ejército NacionalEl uso de francotiradores forma parte de una lógica de confrontación que busca generar impacto sin enfrentar combates directos. Las fuentes señalan que el Eln ha optado por la selectividad como forma de mantener presión sobre el Estado y conservar influencia sobre corredores estratégicos. Este tipo de ataques, al mismo tiempo, tiene un efecto psicológico tanto en la Fuerza Pública como en la población civil.Testimonios recopilados por las autoridades de parte de francotiradores desmovilizados han permitido trazar patrones de entrenamiento y actuación del Eln en este campo. Estos relatos muestran que, además del impacto militar, la estrategia busca establecer control territorial a través del miedo, aprovechando la escasa presencia de instituciones en algunas áreas rurales y las condiciones en la frontera que permiten el movimiento del grupo armado.Redacción JusticiaJusticia@eltiempo.comMás noticias de Justicia:

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