Andreas Schleicher, padre y director del Informe PISA, la mayor evaluación internacional, que examina cada tres años a casi 700.000 estudiantes en todo el mundo, recomienda a los países que pongan a sus profesores más avezados en los centros educativos donde estudia el alumnado con más necesidades. Un consejo que España está muy lejos de cumplir. En los institutos más complejos trabajan muchos docentes que destacan no solo por sus aptitudes, sino también por tener una gran vocación. Pero si se toman todos los centros educativos españoles y se dividen en cuatro grupos en función del nivel socioeconómico y cultural de los chavales que acuden a ellos, resulta que el nivel de precariedad laboral es mucho más alto en los situados en el escalón más bajo que en el más rico. En concreto, la proporción de docentes que lleva menos de tres años trabajando en el mismo centro educativo alcanza el 34,1% en los institutos situados en el peldaño más bajo, mientras que el porcentaje se reduce al 19,1% en el más alto.Ello se debe, de un lado, a que la temporalidad laboral es muy inferior en la enseñanza concertada, a la que suelen acudir más estudiantes de nivel socioeconómico medio y alto que en la pública. Pero también a que dentro de la red escolar pública no existen suficientes incentivos ni medidas estructurales para garantizar la estabilidad en aquellos entornos donde esta resulta especialmente necesaria. Así lo refleja un informe de EsadeEcPol publicado este martes que analiza a fondo la situación del profesorado en España explotando datos de una decena de fuentes nacionales e internacionales.Profesores del instituto El Carme de Valencia en una imagen de archivo.Monica TorresEl estudio pone de relieve que el profesorado, el factor educativo más determinante, afronta unas aulas crecientemente complejas, pese a lo cual ha sido ignorado en las sucesivas reformas de la enseñanza que han tenido lugar en España en lo que va de siglo. Y que su labor no cuenta con un respaldo suficiente en términos de condiciones laborales, programas de apoyo para el alumnado rezagado, o en el sistema de acceso a la docencia. El Ministerio de Educación está negociando precisamente ahora con los sindicatos docentes cambios de calado en la profesión, después de que los dos intentos anteriores, en 2011, cuando gobernaban los socialistas, y 2015, con el PP, fracasaran.El aumento de la complejidad de las aulas se observa claramente en varios indicadores. La pobreza infantil, medida mediante la tasa internacional AROPE, ha crecido en España del 29,9% en el año 2018 al 34,7% en 2023, en un contexto de reducción general de la pobreza. “Esta aparente contradicción se debe, entre otros, a la mayor tasa de fertilidad de la población migrante, al aumento de precios de la vivienda, a la inflación desde 2021 y a la falta de políticas eficaces contra la pobreza infantil”, señala el informe. El alumnado de primaria de origen inmigrante representó en 2023 el 32,1% del total, cuando hace 10 años era del 21,5%. El informe de EsadeEcPol calcula el porcentaje, en línea con el Informe PISA, incluyendo tanto a los estudiantes nacidos en el extranjero como a aquellos cuyos progenitores (al menos uno de ellos) lo hicieron. Tanto en España como en casi todos los países que participan en PISA el alumnado de origen inmigrante obtiene en promedio unos resultados significativamente más bajos que los nativos. Uno de los motivos es que la lengua que hablan en casa es con frecuencia distinta a la de la escuela.La realidad de las aulas también se ha complicado debido a un empeoramiento de las condiciones psicológicas de los chavales. El porcentaje de estudiantes de 15 años que asegura sentirse insatisfecho con la vida subió del 9,5% en 2015, al 11,6% en 2018, y al 14,6% en 2022. La proporción de los que sienten ansiedad más de una vez por semana se dobló en cuatro años, pasando del 11% en 2018 al 20% en 2022. Y el ambiente en las clases, estimado a través de elementos como las interrupciones, el nivel de ruido en clase, así como la dificultad de los docentes para poder iniciar la sesión, empeoró en España en primaria entre 2019 y 2023 más que en la mayoría de países desarrollados. Según la evaluación internacional TIMSS, el indicador de dicho clima de aula empeoró de 0,05 puntos a 0,08 en el conjunto de países de la OCDE, mientras en España retrocedió del 0,09 al 0,34. Cataluña, Andalucía, Murcia y sobre todo el País Vasco destacaron para mal en este terreno, mientras Cantabria y Castilla-León lo hicieron para bien.Menos salarioEl profesorado afronta ese escenario más desafiante con una tasa de temporalidad desmedida, sobre todo en la enseñanza pública, que en 2023 alcanzaba el 28% (en la privada es del 13,7%), lo cual genera “una dinámica de mucha inestabilidad, rotación en los centros educativos y unas enormes dificultades para planificar y desarrollar proyectos de centro para mejorar los resultados”, señala Lucas Gortazar, director adjunto de investigación de EsadeEcPol y autor del informe. Los docentes españoles ganan menos que el conjunto de trabajadores con estudios terciarios y, sobre todo, menos que el promedio de trabajadores públicos con dicho nivel de estudios. En salario nominal bruto anual, los docentes ganan (en un cálculo basado en la Encuesta de Estructura Salarial del INE, que engloba al profesorado desde infantil y primaria, que son los peor retribuidos, hasta universidad, que son los que más y tiran hacia arriba el cómputo final) 38.144 euros, frente a 38.634 del conjunto de trabajadores con estudios universitarios, y 40.243 euros de promedio de los trabajadores públicos con dicho nivel educativo. Trabajan un número de horas en la media de los países desarrollados (175 días de media en España, 183 en la OCDE), pero al tener uno de los parones veraniegos comparativamente más largos tienen jornadas laborales más saturadas de horas de clase.Los docentes no cuentan, por otro lado, con el apoyo de una estructura estable de refuerzo para el alumnado que va rezagado. En España, solo el 30,7% de los centros educativos ofrecen clases adicionales de matemáticas, frente a un promedio del 65,6% en la UE (con grandes diferencias territoriales, que van del 48,4% en Castilla y León al 8% en Navarra). Una carencia que ayuda a entender el boom de las extraescolares educativas en España, el cual está agrandando la brecha educativa del alumnado en función del nivel de riqueza de su familia. A principios del año pasado, el Gobierno anunció un plan de refuerzo en matemáticas y lengua dotado con 500 millones, que Educación esperaba poder doblar. Pero la falta de Presupuestos Generales del Estado ha hecho que, de momento, solo se haya puesto en marcha una versión muy limitada.En dicho contexto, la satisfacción del profesorado con su trabajo ha disminuido. El porcentaje de docentes disconformes con la afirmación “Si encontrara otro trabajo similar, dejaría de ser profesor o profesora” ha pasado de un 78% en el año 2007 a un 42% en 2023, según una investigación publicada en 2023 por la Fundación SM que cita el informe de Esade. Y también ha disminuido, según TIMSS, la percepción del alumnado de primaria sobre la calidad de las explicaciones que recibe en clase, especialmente en el 25% de estudiantes que viven en los hogares más desfavorecidos, entre los años 2019 y 2023.Habilidades en matemáticas y lengua de los profesoresEl profesorado de secundaria obtiene mejor resultados que el conjunto de trabajadores españoles con formación universitaria en la prueba PIACC, que es parecido al Informe PISA, pero en lugar de evaluar a chavales de 15 años examina al conjunto de la población adulta en una treintena de países desarrollados. Los docentes logran 291,2 puntos en lectura (10,6 más que el promedio de trabajadores universitarios) y 292,8 en matemáticas (14,9 puntos más). Si bien tanto las competencias de los docentes de secundaria como las del conjunto de los trabajadores (sobre todo las de lectura) han retrocedido respecto a la anterior edición de PIACC, realizada hace una década. Los maestros de primaria obtienen, en cambio, peores datos que la media de trabajadores universitarios tanto en lectura (270,9 puntos) como en matemáticas (275,1), aunque en su caso el retroceso respecto a hace un decenio solo se ha producido en el terreno de la lectura, mientras han mejorado 5 puntos en matemáticas.EsadeEcPol propone mejorar el atractivo de la profesión docente estableciendo una carrera profesional. Implantar una prueba específica de acceso a las carreras para ser maestro al estilo de la que existe en Baleares. Y reducir la oferta de plazas de los grados de Magisterio de forma que se ajuste más a la demanda del sistema educativo, y la nota de corte aumente: ahora está en un 7,71, frente 9,22 de Informática, 9,71 en Ciencias, y 10,25 de las del área de Salud.El informe plantea, al mismo tiempo, mejorar la formación pedagógica del profesorado, especialmente del de secundaria. Los datos del estudio TALIS de 2018 (la nueva edición se publicará este otoño), que realiza la OCDE, muestran que España es uno de los países desarrollados donde menos preparados se sienten los docentes de secundaria para dar clase en aulas con alumnado de diverso nivel (como lo son cada vez más las españolas) y donde menos formación aseguran haber recibido al respecto. Los de primaria, en cambio, presentan mejores resultados tanto en este terreno como en otros relacionados con la vocación profesional hacia la educación. EsadeEcPol plantea, además, que todos ellos pasen a incorporarse a los centros educativos mediante el llamado MIR educativo, un periodo de “al menos” un año en el que los nuevos docentes trabajarían acompañando a profesores expertos.

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