Un mes después de que la Superintendencia de Sociedades declaró una situación de control en el grupo empresarial dueño de la conocida marca Mac Pollo, que insta a sus socios a garantizar prácticas de transparencia entre todos, en el trasfondo de la compañía se vive una disputa familiar entre sus principales dueños.La decisión de la Superintendencia, manejada por Cielo Rusinque, tiene que ver con Ernesto Serrano, socio fundador de AVSA S.A (firma a la que pertenece Mac Pollo), y el manejo que se le ha venido dando al negocio por parte del equipo de Guillermo Serrano, su sobrino y accionista mayoritario junto con tras personas allegadas a él.Según alega el primero de los Serrano, se han dado supuestas actividades irregulares en la empresa por parte de los socios mayoritarios (Guillermo y otras personas), que han afectado sus intereses a la hora de velar por sus acciones. Por eso, acudió ante la Superintendencia, que en enero decidió que tanto tío como sobrino son “controlantes conjuntos”. La Superintendencia de Sociedades tomó la decisión en el caso Mac Pollo. Foto:SupersociedadesPara entender los alcances de de declaración firmada por Andrés Martín Gaitán, director de Supervisión de Asuntos Especiales de la Supersociedades, este diario intentó comunicarse con ambas partes. Desde la defensa de Ernesto Serrano, encabezada en el abogado Mauricio Pava -quien viene de representar al presidente Gustavo Petro en algunos de sus procesos- se explicó que la medida permitirá que las actuaciones de los socios sean revisadas ante eventuales conflictos de intereses o actos que atentan contra la transparencia de Mac Pollo y el resto del grupo económico. No obstante, desde el lado de Guillermo Serrano no se ha obtenido respuesta frente a lo declarado por la mencionada autoridad ni los señalamientos alrededor suyo.Los detalles de la decisiónErnesto Serrano y William Serrano son dos hermanos que durante décadas estuvieron detrás del crecimiento de la reconocida empresa del sector avícola, que cuenta con cerca de 1.500 empleados y con activos por encima de 1 billón de pesos.No obstante, hace unos años Guillermo, hijo de William, empezó a administrar una parte de las acciones de su papá, y logró hacerse con la mayoría de acciones junto con otros de sus familiares, para un total de 53,1 por ciento. Por su lado, Ernesto se quedó con el 46,9 por ciento.Desde entonces, como la mayoría ha estado del lado de Guillermo, su tío se ha mostrado inconforme con algunas decisiones que ha tomado el conglomerado, en las que -dice- no ha podido tener a veces acceso a información de la empresa. En el expediente de la Supersociedades, se lee que el despacho que revisó el caso observó que “de manera reiterada los señores William Serrano (y sus allegados) han tenido la mayoría mínima decisoria y han votado en el mismo sentido imponiendo decisiones”, aclarándose que como entidad no se dedicó a evaluar si las votaciones que toman los accionistas son o no idóneas, sino a ilustrar la dinámica de decisiones.Para dirimir la situación de control, dicha autoridad documentó que la representación de una de las partes interesadas explicó que más que diferencias empresariales, de parte de Ernesto Serrano había un “conflicto personal”, “toda vez que, se basa en un historial de quejas y litigios ‘infructuosos con fines de desacreditación’, inexistencia de pruebas que demuestren la configuración de un bloque de control o grupo empresarial”.Aunque recalcaron que Ernesto siempre ha dejado de presente que con su hermano William la relación es especial y amena desde hace años. Carlos López – Justicia – @CarlosL49 – carben@eltiempo.com

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