Una hora una vez a la semana. Ese será el tiempo que Pamela La Rosa podrá ver a su hija. Lo cuenta a ella, al teléfono desde un despacho en el Instituto del Menor y la Familia en Madrid, donde tenía cita la mañana de este lunes para que le informaran de cuál iba a ser el régimen de visitas que la Comunidad de Madrid establecía para ella después de que el pasado 28 de marzo, con apenas 48 horas de vida, los servicios sociales de la Comunidad le retiraran a su hija por la existencia de “graves indicadores de riesgo para el bebé” por el proceso de violencia machista abierto contra el padre.“¿Una hora? Una hora no es nada, una hora para estar con mi hija una vez a la semana no tiene sentido. No puedo ver cómo está en una hora, pero hay algo más. Que no puedo darle de mamar, me han dicho que no“. Sobre la una del mediodía, una trabajadora del Instituto del Menor y la Familia entraba con su hija al despacho de ese organismo donde estaba La Rosa para comenzar esa hora semanal que han establecido. Llevaba diez días sin verla. Cuando ella ha querido darle el pecho, le han dicho que ”no es posible”.”No puedo darle de lactar a mi hija, me dicen que ya está tomando leche en fórmula. Les comenté que por qué no era posible una lactancia mixta, en polvo y leche materna, pero la trabajadora me ha dicho que podría afectar a su estómago ya que necesitaría estar con ella todos los días para esto y solo puede ser una vez a la semana, que es cuando me dejan verla”, explica La Rosa. Sobre si le han dado la posibilidad de que ella se saque la leche para poder hacer esa lactancia mixta, aunque no sea ella quien se la dé, asegura que sobre esa posibilidad “no se ha hablado”.Esta situación, dice, “se puede alargar de tres meses a seis meses”, que es lo que le han explicado que “dura más o menos el procedimiento”, lo que para ella significa perderse “el principio de la vida” de su hija, y “lo que es eso para ella también”.Desde la Consejería de Familia, que confirman este régimen de visitas, explican que “pueden revisarse siempre” y que “se establecen en función de la valoración que hacen los técnicos de protección y de acogimiento familiar, teniendo en cuenta la edad y las necesidades del niño y los beneficios derivados de las visitas para los menores. Cada caso es único y se estudia de forma individual y pormenorizada”.Preguntada también la Administración precisamente por las necesidades de menores tan pequeños como la hija de La Rosa, afirman que “se tiene en cuenta el apego y si es posible, se mantiene la lactancia, pero hay situaciones como el riesgo para la salud, la seguridad, la situación de calle o de violencia que lo desaconsejen para proteger a los niños de estas situaciones”.La Rosa es una mujer de 22 años que llegó a España desde Perú el pasado diciembre; su pareja, el padre de la niña, había llegado en octubre. Ni el padre ni ella tienen familia en España, venían los dos solos, según La Rosa, “para tener una vida mejor, sobre todo la niña”. El 22 de febrero, ella interpuso una denuncia contra el padre, y una juez decretó una orden de alejamiento que no se cumplió.El día que se puso de parto, el 26 de marzo, fue él quien la acompañó al hospital, y 24 horas después la policía lo detuvo por quebrantar esa orden y los servicios sociales le comunicaron que debían quedarse con su hija. En un principio le ofrecieron una casa de acogida para víctimas de violencia machista para ella y para la niña, pero explicó La Rosa la semana pasada que “después de una hora volvieron para decir que no había plazas”.Este lunes, La Rosa llevaba más de una semana sin haber visto a su hija y pasaron varios días hasta que supo dónde estaba. Fue este pasado viernes, justo una semana después de que se la retiraran, cuando la Comunidad de Madrid le informó de que la menor había pasado a estar bajo tutela de la Administración e iba a ser entregada a una familia de acogida provisional; ese mismo día, ella entró en uno de los recursos de la Comunidad para mujeres víctimas de violencia de género.Este lunes, ella cuenta que ha preguntado en el Instituto de Protección al Menor “por qué tan poco tiempo de visitas”. “Y también por qué no podía venirse mi hija conmigo a la casa donde estoy. Pero todas las respuestas eran negativas. Sobre la hora semanal me dijeron que es lo máximo que me podían dar y sobre llevarme a la niña conmigo que no era posible, que había que respetar las visitas”. Su abogado, Juan José Veintimilla, afirma que ya está “preparando el correspondiente recurso” contra la decisión de la Comunidad de retirarle la tutela.

La Comunidad de Madrid establece visitas de una hora semanal para la madre a la que apartaron de su recién nacida | Sociedad
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