Pamela La Rosa tenía cita la mañana de este viernes en el Instituto del Menor y la Familia de la Comunidad de Madrid. Pensaba que existía la posibilidad de que hoy pudiese volver a ver a su hija: “De que me la devolvieran”. Los servicios sociales de la Comunidad de Madrid se la retiraron el pasado viernes, a las 48 horas de nacer, “por el riesgo” tanto para la niña como la madre por el proceso por violencia machista que tiene abierto tras una denuncia al padre de su hija el pasado febrero. Ya no ha vuelto a verla. “Llevo ya una semana sin poder estar con ella, y llega el fin de semana, y nos vamos al lunes y van a ser diez días. Me acaban de informar de que ayer pasó a estar bajo la tutela de la Comunidad de Madrid y de que hoy la entregan a una familia de acogida provisional”, dice al teléfono desde la sede de ese organismo.La Consejería de Familia, de la que depende ese Instituto, confirma ambas cuestiones y también que se le ha notificado oficialmente a La Rosa por escrito. Este viernes ha sido el primer día que a ella le llega documentación: “Si ayer mi hija pasó a estar tutelada por la Comunidad, ¿por qué a mí nadie me avisó de nada? ¿Y bajo la tutela de quién ha estado estos días? ¿Y dónde ha estado? Porque en el hospital [el de Torrejón de Ardoz, donde nació sobre las tres de la tarde del miércoles 26 de marzo] me decían que allí no estaba y la Comunidad me decía que sí, que “estaría” allí”.Repite que no puede comprender “cómo puede hacer esto” un organismo público. Desde la Consejería reiteran que la situación se debe “a la protección necesaria de la menor”, pero “que el fin último es que la menor vuelva con su madre, como en todos los casos”, e informan de que a partir de la semana que viene La Rosa “podrá comenzar a ver su hija en visitas supervisadas” por personal de la Comunidad. Aluden, también, a que se le ha vuelto a ofrecer un recurso asistencial al que pueda ir con su hija.La Rosa, que ha acudido con su abogado a la cita en el Instituto, aseguraba a media mañana que les ha dicho que estaba “dispuesta, de forma inmediata” a irse con su hija a cualquier lugar que haya en la Comunidad para mujeres en su situación. Aunque explica también que le han informado de “que hay que esperar, ver si hay plazas, que lleva su tiempo. Me piden más tiempo y más tiempo, que espere. Para ellos todo es tiempo, trámites, yo ya no sé qué hacer, ya les dije que no necesito tiempo, necesito ver a mi hija ya”. Unas horas después, sobre el mediodía, a La Rosa se le ha ofrecido una de esas casas de acogida en la que ya ha ingresado, pero sin su hija.Los protocolos de la ComunidadEste jueves, la Consejería, de la que depende el Área de Protección del Menor, comunicó sobre la situación de La Rosa que “una retirada en el hospital se produce por existir graves indicadores de riesgo para el bebé”, y que “en todo caso, las medidas siempre se establecen buscando el interés superior del menor, intentando la reincorporación familiar de la forma más rápida posible, pero garantizando siempre la seguridad del niño. Como todas las medidas administrativas, la situación del menor está supervisada por la Fiscalía y la decisión se puede recurrir ante el juez”.Otras fuentes cercanas a este caso explicaban que si no se comunicaba el paradero de la niña a la madre era por la propia seguridad del bebé, por la experiencia en otras ocasiones cuando se ha dado la localización de “situaciones de peligro y riesgo”. Los protocolos establecidos en la Comunidad marcan que la Administración actuará cuando exista riesgo o desamparo.El riesgo, según establece el protocolo, es cuando “a causa de conflictos familiares, circunstancias o carencias, el menor se ve perjudicado de tal forma que, sin alcanzar la entidad, intensidad o persistencia que darían lugar a la declaración de situación de desamparo y la asunción de tutela por ministerio de la ley, sea precisa la intervención de la administración pública competente para evitar su desamparo y exclusión social, sin tener que ser separado de su entorno familiar”. En ese caso, “se llevará a cabo una actuación, fundamentalmente a cargo de los servicios sociales de la zona dirigida a la eliminación de dichos factores de riesgo y manteniendo al menor en su entorno familiar”.El desamparo “se produce cuando los encargados del cuidado del menor, generalmente los padres biológicos, dejan de cumplir o cumplen inadecuadamente los deberes que la ley les impone”. La “consecuencia inmediata” es la asunción de la tutela del menor por parte del órgano competente, que en la Comunidad de Madrid es la Comisión de Protección a la Infancia y a la Adolescencia.A La Rosa le hablaron de esta segunda casuística, de desamparo. Y ella se preguntaba este jueves “en qué momento” desamparó a su hija: “Si lo único que quería era que no me separaran de ella. Yo no la abandoné, me la quitaron”. La abogada experta en violencia machista, Amparo Díaz, explicaba también a este periódico que acordar una situación de desamparo “tiene que venir de un análisis que puede ser rápido pero tiene que ser profundo”, y que las medidas tiene que ser siempre y sobre todo, “proporcionales”. En este caso, dice, observa “una actuación que parece acelerada y sin evidencias de que hayan descartado cualquier otra alternativa”.

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