Enrique de Inglaterra se ha personado este miércoles 9 de abril ante el Tribunal de Apelación de Londres para comparecer en la segunda vista consecutiva en la contienda que libra contra el Gobierno británico en su reclamación de seguridad policial para él y su familia cuando visitan el Reino Unido. El duque de Sussex, de 40 años, ha saludado con la mano a los reporteros a su llegada a la corte sobre las diez de la mañana, donde tres magistrados valoran su recurso de apelación después de que su petición fuera rechazada hace un año por el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales. La segunda audiencia judicial también ha contado con partes que se han celebrado a puerta cerrada debido a la naturaleza confidencial de algunos de los asuntos que se tratan. Precisamente en el momento del receso para que público y prensa abandonaran la sala antes de tratar las cuestiones sobre seguridad, el príncipe ha salido escoltado por sus guardaespaldas ante los gritos de apoyo de una seguidora que se encontraba en el interior. “Si sois miembros de la prensa, sois la razón por la que él no está en Inglaterra”, ha dicho la mujer a otros de los presentes. Tras ser escoltada fuera del edificio, Enrique de Inglaterra ha entrado de nuevo en la sala para asistir a la parte secreta de la sesión, según recogen varios medios británicos presentes. Se espera que, tras estos dos días de sesiones, los jueces emitan un dictamen escrito en una próxima fecha, aún por determinar. Aunque han avisado hoy de que previsiblemente no será “antes de Semana Santa”.La abogada que representa al príncipe Enrique recordó este miércoles que “la seguridad y la vida” del hijo menor de Carlos III “están en juego”. “Hay una persona sentada detrás de mí a quien le dicen que va a recibir un proceso especial a medida cuando conoce y ha experimentado un proceso que es manifiestamente inferior en todos los aspectos. Su presencia aquí y durante esta apelación es una potente ilustración, si fuera necesaria, de cuánto significa para él y para su familia este recurso”, ha afirmado la letrada Shaheed Fatima en su exposición final en el caso que enfrenta al duque de Sussex con el Gobierno británico por las disposiciones de seguridad en sus desplazamientos a su país natal. El organismo responsable de degradar el nivel de protección del príncipe Enrique en sus visitas —el llamado Comité Ejecutivo para la protección de figuras de la realeza y públicas del Reino Unido (Ravec, por sus siglas en inglés)— adopta sus decisiones en base a “un contexto de seguridad”, ha afirmado por su parte el abogado que representa al Gobierno, que ha asegurado al tribunal que el comité de seguridad tomó la decisión sin consultar a su junta de expertos en gestión de riesgos (RMB) debido a “circunstancias únicas”. “El análisis de riesgo del RMB es el enfoque habitual en los casos habituales. Pero no hay nada habitual en el anuncio [de Enrique] en enero de 2020 de que iba a dejar su papel en la familia real y pasar la mayor parte del tiempo en el extranjero”, ha dicho James Eadie.Más informaciónEn su intervención, también ha apuntado que ese comité es un “delegado” de la ministra británica de Interior, que es “la persona responsable democráticamente de tomar decisiones”. “Si se toma la decisión equivocada, las consecuencias de ello recaen en el ministro de Estado. Ella [Yvette Cooper] es la responsable democrática de la toma de decisiones y el Ravec opera a través de ella”, ha dicho el letrado. Ese organismo “es capaz de utilizar la experiencia y es experto y experimentado de manera profundamente importante”, ha agregado ante el tribunal.Durante la sesión, se ha podido ver a Enrique de Inglaterra tomar notas y consultar periódicamente con su equipo legal, a veces sacudiendo la cabeza, mientras los abogados de la otra parte argumentaban que la decisión de adoptar un enfoque “a medida” para él era la correcta. “La base para la toma de decisiones y el enfoque personalizado se adoptó porque tenía ventajas positivas desde un punto de vista de seguridad, una de las cuales era que se centraría en hechos reales en el futuro”, ha afirmado Eadie. Una opinión totalmente contraria a la expresada en la vista del martes por la abogada del príncipe, que aseguró que la decisión de adoptar un enfoque flexible en materia de seguridad significó que fue “señalado para recibir un trato diferente, injustificado e injusto”. Desde entonces, a Enrique de Inglaterra no se le proporciona de manera automática seguridad policial al pisar suelo británico, y tiene que mandar un aviso con 30 días de anticipación sobre cualquier plan de viajar a Gran Bretaña para que sea evaluado en cada caso y según lo que implique cada visita. Una circunstancia por la que, según ha dicho en más de una ocasión, se siente incapaz de llevar a su esposa o a sus hijos de regreso al Reino Unido sin una seguridad garantizada y respaldada por el Estado.El príncipe Enrique en su llegada al Tribunal de Apelación de Londres el 9 de abril de 2025.ANDY RAIN (EFE)El duque de Sussex, que junto con su mujer, Meghan Markle (California, 43 años), abandonó en 2020 sus funciones públicas como miembro a tiempo completo de la monarquía británica, interpuso una querella contra el ministerio de Interior sobre la decisión adoptada por el Ravec, que rebajó el nivel del dispositivo de protección sufragado por el contribuyente británico cuando el príncipe visita el país, ya que reside permanentemente en Estados Unidos con su esposa e hijos ―Archie, de cinco años, y Lilibet, de tres―. En la primera audiencia celebrada el martes, entre otros asuntos, su abogada argumentó que los duques de Sussex se vieron “forzados” a abandonar sus funciones hace cinco años: “El 8 de enero de 2020, se vieron forzados a retirarse del papel de miembros oficiales de la familia real a tiempo completo, ya que consideraron que no estaban siendo protegidos por la institución, pero deseaban continuar con sus tareas de apoyo de la difunta reina [Isabel II] como miembros con financiación privada de la familia real”. Según Fatima, después de la decisión del Ravec el grupo terrorista Al Qaeda hizo un llamamiento para que el príncipe Enrique “fuera asesinado”, y también recordó el incidente que vivió el matrimonio con unos paparazis en Nueva York en mayo de 2023.Por su parte, el letrado James Eadie, aclaró el martes que el Gobierno británico no retiró completamente la protección policial del príncipe. En lugar de eso, matizó, el Ravec determinó en febrero de 2020 que el príncipe no recibiría un nivel de protección “en los mismos términos” que tenía cuando sí ejercía funciones públicas a tiempo completo. “Nos encontramos en un territorio en el que no hay respuestas correctas o equivocadas, hay aspectos de juicio frente a un criterio más amplio, en el que el conocimiento sobre seguridad de quienes estaban implicados probablemente resulta crucial”, dijo.El duque de Sussex aterrizó en Londres desde Los Ángeles el pasado domingo, pero en ningún momento ha visto a su padre, que pasó el fin de semana en Highgrove, su casa privada de Gloucestershire, descansando antes de su ajetreada visita de Estado a Italia esta semana. El monarca británico y la reina Camila volaron directamente desde la base de la RAF Brize Norton el lunes por la tarde. Este miércoles, Carlos III ha mantenido su primer encuentro oficial con la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que le ha recibido en Roma. Este tercer día de su visita coincide también con el 20º aniversario de boda de Carlos y Camila. Para celebrar la ocasión, el Palacio de Buckingham ha publicado un videomontaje con fotos que muestran a la pareja junta durante las últimas dos décadas. “¡Felices 20 años!”, celebra el mensaje que acompaña la publicación, junto al emoticono de un corazón blanco.

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