El cuerpo humano está diseñado para moverse, pero vivimos atornillados a una silla o deslizando el dedo por una pantalla. En una era donde la velocidad digital lo domina todo, la actividad física sigue siendo un antídoto contra el sedentarismo y la ansiedad, dos males contemporáneos que comienzan desde la infancia.Cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revelaron que en México, el 41,1% de las personas de más de 18 años son físicamente activas en su tiempo libre. El Módulo de Práctica Deportiva y Ejercicio Físico del Inegi también indica diferencias en la actividad física según el sexo.En 2024, el 46% de los hombres se consideró activo físicamente, a diferencia del 36,8% de las mujeres. Esta brecha de casi 10 puntos porcentuales se siente en deportes de contacto como el rugby, una disciplina hoy cada vez más visible gracias a iniciativas como DestElla, de Iberdrola México, que impulsa su rama femenil para empoderar a las mujeres a través de la práctica deportiva.Isabela González Berazueta siempre estuvo interesada en el deporte. En la primaria, empezó a jugar fútbol por influencia de un primo y esto la llevó a entrar en el equipo de la UNAM, donde estuvo casi diez años. Un día en un entrenamiento, les hicieron una actividad de rugby que la cambió para siempre.“Yo ya había oído del rugby, y a mí en el fútbol siempre me marcaban faltas por fuerza excesiva. En el rugby encontré una forma muy específica de poder expresar mi fuerza de una manera positiva y de una manera controlada”, cuenta González en entrevista con este diario, en el marco del Día Mundial de la Actividad Física, que se celebra cada 6 de abril y fue establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2002 para concienciar a la población sobre la importancia de la actividad física diaria y los beneficios para la salud.Isabela González Berazueta.Federación Mexicana de Rugby (FMRU).Ahora, Isabela forma parte de la selección nacional femenil de rugby, apodadas Las Serpientes, que en el último año han tenido un impulso internacional al sellar su clasificación para el World Rugby Sevens Challenger Series 2025 y escalar al lugar 30 del ranking mundial, incluso superando a la selección masculina.“Sí, me encontré con tabúes”, dice Isabela. Sin embargo, el miedo de su familia quedó atrás cuando la vieron jugar. “Me pasó algo muy curioso y lindo, porque mi mamá era la que tenía más dudas y hoy por hoy ha cumplido roles en el rugby, no solamente organizativos o como manager, sino que también ha jugado rugby. Ya no significa un tabú en mi familia”.El apoyo de las familias en el deporte es fundamental. La historia de Zóe Tuyú Salcedo en el rugby también comenzó desde joven, en Cancún, donde creció. “Empecé muy chiquita. Tenía 11 cuando empecé a entrenar y 14 cuando jugué mi primer partido”, cuenta Zóe, quien ha tenido el respaldo total de su entorno más cercano, también jugadores de rugby.“En mi casa somos cuatro: mi hermana, mi papá, mi mamá y yo. Los cuatro en un punto compartimos la cancha, mi mamá, mi hermana y yo como jugadoras, y mi papá como coach. Ha sido una dinámica interesante”, afirma.Zóe Tuyú.Iberdrola MéxicoPara Zóe, quien también es parte de Las Serpientes, el rugby le ha enseñado a trabajar en equipo. “El hecho de que el rugby sea un deporte de conjunto te hace tener mejores herramientas sociales. Muchas veces en el deporte individual es la lucha contra ti mismo, estás solo en la competencia. El rugby me ha dado esta oportunidad de compartir con el equipo lo que soy y lo que represento como persona, y saber que soy parte de algo más grande se me hace padrísimo”.Liderazgo y emprendimiento deportivoLa entrenadora Ana Trejo Hernández capacita a jugadores de rugby desde hace más de ocho años en el Estado de México. Aunque desde 2006, lo hizo en otras disciplinas deportivas como el atletismo, el baloncesto, el fútbol y hasta el fútbol americano. Fue la primera en representar a su región en la selección nacional y empezó su andadura con el rugby en el Colegio Franco Inglés, en un equipo femenil que se desintegró muy rápido cuando se fue el coach. Ella se quedó jugando con los hombres con la intención de crear su equipo femenil.“Empecé a hacer que el rugby creciera. Trabajé para armar el equipo femenil y desde ahí me empecé a enfocar como entrenadora”, cuenta Ana. “Gracias a que levanté el equipo del Estado de México femenil, tuvimos participación en eventos federados y empezaron a ver que había mujeres ahí que jugaban”.La entrenadora Ana Trejo Hernández.Federación Mexicana de Rugby (FMRU)Ana abrió su propio club de rugby femenino, Axolot, y ha trabajado en la creación de otros equipos en distintos municipios del estado. Asegura que el proyecto DestElla, que fomenta el desarrollo y empoderamiento de las mujeres a través del deporte, ha sido determinante para hacer crecer al rugby femenino en México y darle visibilidad. “DestElla ha sido nuestro gran impulsor. Gracias a este programa de Iberdrola México y a la federación, realmente hemos logrado que este deporte crezca más, porque ya somos visibles”, afirma.Como entrenadora, Ana Trejo Hernández está consciente de la importancia del deporte para la salud mental. “Cuando te dedicas al deporte, estás más enfocado”, explica la entrenadora.Alicia Valcarce, directora de la Fundación Iberdrola México, es testigo -a través del programa DestElla- del crecimiento del rugby femenil, y del deporte, en México. “Fomentar la práctica deportiva en niñas y jóvenes las ayuda a superar obstáculos y a desarrollar habilidades como la disciplina, el trabajo en equipo y la perseverancia, que sirven tanto en su vida diaria como en el ámbito educativo, creando un círculo virtuoso en favor de la igualdad de género dentro y fuera de la cancha”, asegura.El crecimiento del rugby femenino en México es hoy un reflejo del impacto que el deporte tiene en las nuevas generaciones. Más allá del rendimiento en la cancha, se convierte en un espacio de formación personal, de construcción de identidad y de derribo de barreras de género. Factores que, con más visibilidad y apoyo, abren el camino para las futuras generaciones de deportistas mexicanas, generan oportunidades y transforman comunidades.

Iberdrola: Deporte femenino, una vía para construir la identidad y derribar barreras de género | El futuro es renovable
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