Gabriel Padilla, director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA), aseguró que se vive un tiempo de incertidumbre que ha dejado pérdidas económicas de alrededor de 30,000 millones de dólares en la industria de las autopartes por las amenazas del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de aumentar los aranceles en un 25% a los productos mexicanos que se importan a su país.
En entrevista para el programa de “Sergio Sarmiento y Lupita Juárez”, de El Heraldo Radio, que se transmite mediante la señal de El Heraldo Media Group, Gabriel Padilla destacó que, por primera vez este nuevo aplazamiento tiene un matiz y un logro en las pláticas encabezadas por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, con Donald Trump.
Por primera vez Trump reconoce y hace referencia al tratado y evoca que mientras las exportaciones estén cumpliendo las reglas de origen, prácticamente está la extensión concedida hasta el 2 de abril”, mencionó el director general del INA. Noticias Relacionadas
Gabriel Padilla, director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA). Créditos: Foto: x.com/inaoficialmx
Gabriel Padilla opinó que este tipo de declaraciones regresa a un clima de estabilidad, pero la amenaza sigue constante. Agregó que la industria automotriz pide a los presidentes de México y Estados Unidos que no se agote el diálogo político y se inicie la revisión del tratado.
Tenemos que buscar que en el mediano y largo plazo desmarcar la agenda comercial de la agenda de tipo político que está prevaleciendo hoy en día”, dijo el directivo de la Industria Nacional de Autopartes.
Gabriel Padilla indicó que es insostenible pretender mover las plantas productoras para devolverle a Estado Unidos la capacidad de manufactura competitiva, agregó que se ha demostrado que ese país por sí solo no tiene la capacidad de una posición competitiva en costos.
Necesita a México y necesita a Canadá. Esta posición competitiva es un ir y venir de partes y componentes, de cruces fronterizos entre México, Estados Unidos y Canadá. En promedio siete a ocho veces cruzan las partes y oponentes para finalmente llegar a ser ensamblados en la industria terminal de Estados Unidos”, explicó.
Y reiteró que no hay forma de que Estados Unidos mantenga costos competitivos y de que tenga la fuerza laboral suficiente en la manufactura.
Necesitamos al contrario profundizar nuestra relación comercial, ampliar los esquemas de movilidad laboral para que ingenieros y técnicos mexicanos puedan suplir las necesidades de fuerza laboral que requiere esta industria.