Frente a los amagos de la implementación de aranceles a las importaciones mexicanas a Estados Unidos, el realismo y la serenidad son clave, de acuerdo con el senador por Nuevo León, Waldo Fernández, presidente de la comisión de Seguimiento a la Implementación y Revisión del T-MEC.

En entrevista para Tiempo de Negocios, con Darío Celis, Fernández reconoció que son tiempos de incertidumbre, pero, acotó, la presidenta Claudia Sheinbaum y su equipo económico “lo están haciendo bien”.

Señaló que lo esperable es la no aplicación de aranceles, toda vez que la naturaleza del tratado comercial con Canadá y Estados Unidos es “el libre flujo de mercancías para las tres naciones del tratado. En este objetivo se implementaron cadenas de producción durante mucho tiempo entre los tres países, por casi 30 años, entonces, el libre flujo implica que no haya aranceles en las tres fronteras”, entonces, con la imposición de aranceles, “el presidente Trump ha estado violando el corazón del T-MEC”.

Detalló, sin embargo, que esta decisión del presidente Donald Trump no debería sorprender a nadie, porque lo anunció en cuatro momentos. “El primer momento es la declaración durante su toma de protesta; el segundo momento es cuando empieza a poner plazos; el tercero, que me parece que es el más real, tiene que ver con esta fecha de abril, porque le pide un estudio a la Secretaría de Comercio, sobre la relación de Estados Unidos y el resto del mundo respecto a la economía, para determinar el déficit real de los países”. El senador recordó que ese estudio “se lo entregan el 1 o 2 de abril, creo que los aranceles, en caso de que insista, anunciados para esas fechas son los que van a estar más cerca de la realidad, no estos de 25 por ciento”.

Sin embargo, para Waldo Fernández la propia realidad estadounidense irá marcando la pauta, porque “hoy, hasta hace un par de horas, en Estados Unidos hay miles de operadores de tractocamiones estadounidenses detenidos por esta amenaza de los aranceles”.

La resistencia, insistió, “puede venir por la realidad y ése será su principal contrapeso”, pues “hay mercancías que cruzan la frontera México-estadounidense hasta once veces antes de llegar al consumidor final”, por lo que “si insistiera en ese 25% a la industria automotriz, cada vehículo costaría 3,500 dólares más, y cada tractocamión, hasta 35 mil dólares más”.

Recordó que de cada 10 dólares que exporta Texas, 4 van a México, por lo que “es absurdo arriesgarse con la imposición de aranceles”.

Insistió en que “el contrapeso es la propia realidad de tres países que se han integrado a lo largo de los años”, además de los anuncios del presidente Trump impactan al la FED, a la bolsa y al tipo de cambio, “y eso no le conviene a nadie”.

En el camino hacia el 2 de abril, dijo el senador de la bancada morenista, “veo dos escenarios: como en el medioevo, si hay una declaración geopolítica que va del expansionismo al aislacionismo, cierra el castillo y el tema es que México quede dentro del castillo junto a Canadá; el otro escenario es que haya un arancel generalizado para todos los países del mundo, es decir, te cobro un derecho para hacer negocios conmigo”, lo que, de acuerdo con Fernández González, “no es lo que hay en el T-MEC, pero no es tan gravoso como esto que estaba pasando”.

Desde su perspectiva, en materia del acuerdo comercial, “ya es un hecho que estamos en una negociación bilateral, no estamos en revisión, pero ya estamos en dos mesas: seguridad y migración, pero son mesas que no son necesariamente malas”.

Señaló que la declaración contra los cárteles de la droga desde la Casa Blanca, “no es necesariamente mala, sino que implica que Estados Unidos puede tomar acciones contra personas relacionadas con el narcotráfico”, como la suspensión del  secreto bancario o el seguimiento al flujo del dinero. “No es necesariamente malo, porque hay el reconocimiento de que tenemos un problema común; hace una semana hubo decomiso de armas por la agencia estadounidense especializada”

El problema empieza cuando “en un acuerdo comercial meten agenda que no tiene nada que ver allí. Hay que distinguir, cuando fija aranceles a México es un acto de intervencionismo queriendo meter otra agenda que no es comercial”, pero “cuando mandamos a 29 superdelincuentes no es asunto de soberanía, es realidad, son responsables de muertes de allá. Que se vayan, que México fortalezca su Estado de Derecho”.

Y si bien los narcotraficantes enviados a Estados Unidos ya purgaban sentencia en México, “la entrega de nuevos traficantes depende de lo que estas personas digan allá”.

Sin embargo, el senador Waldo Fernández reconoció que es difícil que los amagos de imposición arancelaria cesen en algún momento. “La palabra clave es incertidumbre” y, si bien “eso mata a las empresas, a las fuentes de trabajo, Estados Unidos también sufre la incertidumbre”. Y aunque reconoce que esto va a mantenerse, apunta que “el mercado se autorregula, aunque el Producto Interno Bruto baja y los empresarios están deteniendo operaciones”, señala que “lo mejor es resolver lo antes posible”.

Finalmente, pese al momento de incertidumbre, señala que “el T-MEC tiene vida y seguirá siento un acuerdo tripartito”

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