El magnetismo de Barcelona se traduce cada año en el creciente número de turistas en sus calles y sus playas urbanas. En menos de una década, la cifra de visitantes se ha duplicado, según datos de la consultora PwC. En 2023, más de 15 millones de personas pasearon por las Ramblas, entraron en la Sagrada Familia, se fotografiaron en el parque Güell o subieron a ver las vistas desde la montaña de Montjuic, el doble que en 2014, cuando la cifra registrada fue de 7,8 millones. Para dar respuesta a una demanda de alojamiento tan elevada, el Ayuntamiento de la ciudad creó un modelo de regulación del sector de los pisos turísticos, que se consideraba imprescindible para velar por el disfrute de los viajeros y, a su vez, por la tranquilidad de los vecinos.Pionera en España y en Europa gracias a la regulación de las viviendas de uso turístico, Barcelona lleva más de diez años concediendo licencias para este tipo de alojamientos que nunca superan las 10.000, cifra que se ha mantenido estable en la última década y que solo representa el 1% del parque residencial total. Pero, además de no crecer el número de licencias, la ordenación del sector le ha permitido a la capital catalana combatir la ilegalidad, con el cierre de 10.000 pisos de uso fraudulento en los últimos ocho años.Gracias a la regulación y control del sector, Barcelona se ha convertido en un referente nacional e internacional en la gestión de los pisos turísticos legales, ofreciendo una oferta de calidad y fomentando iniciativas en favor de su integración en los barrios y vecindarios. La Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur), fue uno de los principales impulsores en 2019 del Servicio Municipal de Convivencia y Turismo de Barcelona, que ofrece asesoramiento y mediación entre los vecinos y los propietarios o gestores de las viviendas de uso turístico legales.La prohibición representa una renuncia de la administración pública a gestionar el sector de los pisos turísticos y es probable que haga resurgir una oferta ilegalPablo Molina, abogado especialista en Derecho Urbanístico en GarriguesGiro “emprobrecedor” en el sectorPero el modelo está ahora en riesgo, advierten, tras la intención por parte del ayuntamiento de Barcelona de eliminar todas las licencias en 2028, amparándose en el Decreto Ley 3/2023 de la Generalitat. Apartur ha mostrado su preocupación por este cambio de rumbo en el consistorio barcelonés.En el acto de presentación de La regulación de los pisos turísticos en Barcelona, un modelo pionero y de éxito en riesgo, celebrado esta semana en Madrid, el presidente de la asociación, Enrique Alcántara, ha puesto el foco en “la importancia de fundamentar las decisiones de las administraciones en datos y no en percepciones, algo que también recomienda el Banco de España, que apunta que para imponer cualquier medida restrictiva sobre vivienda de uso no residencial debe efectuarse una evaluación global de su impacto”.El Banco de España apunta que para imponer cualquier medida restrictiva sobre vivienda de uso no residencial debe efectuarse una evaluación global de su impactoEnrique Alcántara, presidente de Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur)Un informe elaborado recientemente por PwC, El impacto de la eliminación de las viviendas de uso turístico en Barcelona, detalla que los pisos turísticos en la ciudad, el 38% de la oferta, contribuyen con más de 1.900 millones al Producto Interior Bruto (PIB) de Barcelona y generan más de 40.000 puestos de trabajo.Según el departamento de Strategy& Economics de PwC, la prohibición de estos pisos podría conllevar la pérdida de una parte de la actividad económica generada en sectores como el comercio, la restauración, el ocio y la cultura. “Su eliminación reduciría la disponibilidad de plazas de alojamiento en Barcelona, dificultando la acogida de todos los visitantes durante la celebración de grandes eventos deportivos, culturales y reuniones profesionales, ferias y congresos como el Mobile World Congress (MWC)”, apunta el departamento de la consultora. Precisamente, una encuesta realizada por Apartur en el MWC 2025, desvela que 9 de cada 10 congresistas que eligen pisos turísticos están en contra de su eliminación, porque la medida les dificultaría encontrar alojamiento asequible y flexible en la ciudad.Jordi Salvador, mánager de PwC Strategy& Economics, en la presentación de su informe.Jesus Umbria (Apartur)También ha mostrado su disconformidad con la controvertida medida el abogado especialista en Derecho Urbanístico en Garrigues, Pablo Molina. “La prohibición es una medida tremendamente drástica”, alerta. Además, denuncia el pronunciado rasgo “empobrecedor” de la decisión adoptada: “Representa una renuncia de la administración pública a gestionar el sector de los pisos turísticos y aprovechar su contribución económica y fiscal en favor de los ciudadanos que, además, es probable que haga resurgir una oferta ilegal”.Propuesta de solucionesEn el encuentro de Madrid, los invitados asistieron a unos intensos minutos de debate en la mesa redonda El futuro de la vivienda turística en España y propuestas de acción, donde otro experto en la materia, Mikel Echavarren, presidente y CEO de España y Portugal de Colliers, defendió que la oferta de la vivienda turística legal es “tan legítima como la de otros negocios” que también se desarrollan en pisos, y que ocupan muchos más inmuebles que los de uso turístico. “La solución al problema de la vivienda pasa por medidas en positivo con las que incrementar la oferta, como rehabilitar edificios de oficinas obsoletos y convertirlos en vivienda, o flexibilizar y dar seguridad jurídica al mercado de la vivienda”, apunta.Se muestra en la misma línea Luis Falcón, director general de inAtlas y experto en economía urbana. Según él, hay que “poner en valor” a las viviendas de uso turístico como activos imprescindibles para la competitividad de la ciudad: “La capacidad de adaptación flexible de ciudades como Barcelona ha dado soporte a la necesidad de acoger eventos de calado internacional con todo lo que conlleva en beneficios”, asegura. Barcelona siempre ha sido una ciudad próspera y de acogida, según Apartur, y ha llegado el momento de seguir “garantizando el bienestar de todos los actores que convierten a esta ciudad en atractiva”.

Expertos en pisos turísticos: regular sí, pero no prohibir | Sociedad
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