Cambio de tendencia. Dos grandes del fútbol español, en horas bajas, el Valencia y el Sevilla, jugaron un partido tenso y muy disputado que tuvo como resultado el triunfo del primero. Una victoria muy importante del Valencia, que traspasó todos sus miedos al Sevilla, ahora en una línea descendente. Como ascendente es la de este equipo de Carlos Corberán que suma ya seis partidos sin perder y que con tres victorias consecutivas se aleja, de manera ya casi definitiva, de la zona de descenso. La fiesta fue importante en Mestalla después de tanto sufrir en una temporada muy dura. La cuarta derrota consecutiva del Sevilla deja muy tocado a su entrenador, García Pimienta. El eslabón más débil, sin duda, de una estructura desgastada en una entidad en plena convulsión deportiva y social. Todo apunta a una destitución del catalán, aunque el entrenador no es el único responsable de la situación. Que el Valencia le haya superado en la clasificación es un golpe duro de digerir para los cuestionados dirigentes del Sevilla.
1
Giorgi Mamardashvili, Dimitri Foulquier, César Tárrega, José Gayà, Cristhian Mosquera, André Almeida (Rafa Mir, min. 73), Luis Rioja (Mouctar Diakhaby, min. 86), Enzo Barrenechea, Diego López (Pepelu, min. 73), Javi Guerra (Fran Pérez, min. 86) y Umar Sadiq (Hugo Duro, min. 59)
0
Ørjan Nyland, Loïc Badé, Nemanja Gudelj (Adrià Pedrosa, min. 78), José Ángel Carmona (Juanlu Sánchez, min. 78), Kike Salas, Lucien Agoumé, Peque Fernández (Stanis Idumbo, min. 65), Djibril Sow, Dodi Lukébakio, Albert Sambi Lokonga (Saúl Ñíguez, min. 65) y Isaac Romero (Chidera Ejuke, min. 65)
Goles
1-0 min. 48: Javi Guerra
Arbitro José María Sánchez Martínez
Tarjetas amarillas
Javi Guerra (min. 45), Kike Salas (min. 71), José Ángel Carmona (min. 72), Foulquier (min. 78), Gayá (min. 80)
La sonrisa de Hugo Duro y Rafa Mir en el banquillo denota que los tiempos han cambiado en el Valencia. Los jugadores del equipo valencianista se han quitado un peso de encima gracias a una racha de cinco partidos sin perder que los ha colocado a seis puntos de la zona de descenso. El artífice de este gran éxito ha sido Carlos Corberán, un técnico que en la previa del choque avisaba del buen juego que el Sevilla suele desarrollar fuera de casa. Corberán sabe lo que dice. Porque fue el Sevilla el que ahogó al Valencia con una gran presión alta, que forzaba robos de balón y continuas llegadas con peligro al área de Mamardashivili. El partido, que hace apenas unos años enfrentaba a dos aspirantes a jugar la Champions, estaba marcado en rojo en sevillista. Después de tres derrotas seguidas ante el Athletic, el Betis y el Atlético, García Pimienta, que se la jugaba, preparó a conciencia el partido.El Valencia no encontró respuesta a la ferocidad del Sevilla, superior en todos los conceptos del juego salvo en el gol. El rosario de ocasiones de los andaluces comenzó a los cinco minutos con un lanzamiento de Sambi. Tuvo continuidad en otro de Sow, un penalti pitado sobre Peque de Gayà que fue anulado por el VAR al tocar el balón el lateral, un gol anulado porque el balón salió fuera en el lanzamiento del córner del Sevilla y una ocasión clarísima de Isaac tras un jugadón de Lukébakio que se perdió por un resbalón del delantero de Lebrija. Entre la mala suerte y la incapacidad de sus delanteros, el Sevilla no marcó. Y fue golpeado de manera excesiva. El Valencia, que solo había creado peligro en un remate al larguero de Badé sobre su propia puerta, cantó bingo en una gran acción de Javi Guerra al borde del descanso. Al perro flaco, sin duda, todo se le vuelven pulgas. Los andaluces reclamaron, incluso, que el gol llegó fuera de tiempo.El segundo tiempo derivó en un gran intercambio de golpes. Los dos equipos se soltaron y utilizaron con solvencia sus armas. Lukébakio lo intentó en un par de ocasiones y Mamardashivili, una vez más, salvó de manera increíble un disparo franco de Sambi. Realmente, fue el momento de los guardametas. A la impresionante acción del georgiano le sucedieron tres intervenciones de mucho mérito de Nyland. Primero rechazando, con ayuda del larguero, un disparo de Javi Guerra después de una jugada que incluyó dos taconazos. Luego, con una doble intervención de enorme mérito frente a Hugo Duro y Diego López.García Pimienta sacó del campo al inoperante Isaac y buscó el gol con Saúl e Idumbo. El Sevilla fue perdiendo fuelle, sin embargo, dominado por un Valencia que controló mejor el final del choque Le faltaba a los andaluces esa marcha extra con la que habían desarbolado, con anterioridad, a su rival. Lukébakio mostraba síntomas de ansiedad, Saúl no aportaba casi nada y el Valencia respiraba. Los andaluces lo fiaron todo una acción de calidad o de suerte que les diera un empate que había sido merecido minutos antes.Los instantes finales fueron de una gran emoción. Pimienta cambió sus laterales con la entrada de Juanlu y de Pedrosa. No hubo ningún centro con peligro del Sevilla, que insistió, no obstante, hasta el final. El Valencia, que había perdido muchos puntos en el alargue, se defendió con orden ante un Sevilla bastante previsible. Le faltaron recursos a los de Nervión a pesar de los cambios, que, una vez más, apenas aportaron una mejoría a su equipo. El acoso fue infructuoso y el Valencia, con comodidad, mantuvo un 1-0 que le supo a gloria. Ahora, incluso se piensa en cotas más altas. Así es el fútbol.