¿Sí habrá o no fumigación con glifosato? La pregunta sigue sin tener una respuesta certera por el Gobierno que, entre el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, y el Presidente ha hecho públicas versiones diferentes. Tras conocerse la licitación de la Policía Antinarcóticos —que cierra el 11 de abril— así como los cuatro contratos para la aspersión terrestre, el Ejecutivo está haciendo malabares para intentar explicar el regreso a un método al que Gustavo Petro le había cerrado completamente la puerta.El pasado miércoles 9 de abril este diario reveló los cuatro contratos, por más de 7.000 millones de pesos, con los que el Gobierno busca comprar 40.000 litros de glifosato para fortalecer su estrategia en la lucha contra las drogas. En 2024 no se cumplió con la meta de erradicación, que llegó a 9.403 hectáreas. Foto:Jaiver Nieto. EL TIEMPOLa fumigación con este químico estaba reglamentada en el Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos mediante Aspersión Terrestre con Glifosato (Pecat), pero en los últimos dos años había estado suspendida. El Gobierno le apostó de lleno a la sustitución y erradicación voluntaria, un enfoque que no dio resultados.La erradicación cayó en picada en los últimos años, pasando de 103.257 y 68.893 hectáreas de coca arrancadas en 2021 y 2022, respectivamente, a 20.323 y apenas 9.404 en los dos años siguientes.Estos números en rojo, sumados al riesgo inminente de una descertificación en la ya tensa relación con Washington, fueron la antesala de la apertura de la licitación que anunciaba el regreso de las ayudas químicas en la tarea de frenar la producción de cocaína.Luego de que EL TIEMPO revelara los cuatro contratos publicados en el Secop para fumigar, según estimaciones, unas 20.000 hectáreas, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, lo confirmó en rueda de prensa.”El señor Presidente de la República lo que menos quiere es el empleo del glifosato. Estamos avanzando más fuerte en la otra línea, que es la sustitución de cultivos ilícitos, pero por compromisos adquiridos vamos paralelamente avanzando en el proceso de contratación, esperamos que ojalá que funcione bien la sustitución para que no sea necesario emplear este método (el glifosato)”, aseguró el general retirado.El ministro de Defensa, el general (r) Pedro Sánchez. Foto:CortesíaSin embargo, como el regreso de la aspersión contradecía el discurso del Presidente —quien había prometido que durante su Gobierno “no habría ni una sola gota de glifosato”—, el mandatario rectificó a su ministro desde su tribuna habitual: la red social X.”Esto no es cierto. La política del gobierno es el pago por erradicación voluntaria de cultivos de hoja y su sustitución por productos agroindustriales qué generen prosperidad en las comunidades”, dijo Petro, respondiendo un trino de la noticia publicado por un medio de comunicación. Horas más tarde, el general (r) Sánchez, también por ese mismo medio, no desmintió el regreso a la fumigación con el químico, pero sí atenuó su alcance. Afirmó que el glifosato será “una herramienta complementaria, que debe ser concertada con las comunidades y servirá de apoyo a los procesos de sustitución voluntaria”.Frente al proceso contractual, además, destacó una cláusula que permite “suspender el suministro del agroquímico por causas ajenas a la Dirección Antinarcóticos. Esto le otorga al Gobierno Nacional la facultad de suspender su uso según avance la dinámica de sustitución voluntaria”.Fuentes oficiales aseguran que fue una tarde tensa. En el gabinete se coordinó la ‘aclaración’ oficial a través de la vocería del ministro Sánchez, ordenando a los demás funcionarios involucrados en la política antinarcóticos no referirse al tema.En 2023, con 253.000 hectáreas, los narcocultivos se expandieron 10 % con respecto al 2022 Foto:Raúl Arboleda. AFPEste jueves, no obstante haber reposteado ese trino en su cuenta personal, el Presidente volvió a reversarse. “El programa consiste en “arrancar” las matas, que es más definitivo y sano, que fumigar hojas y tallos”, publicó en X. Y agregó: “De acuerdo a la sentencia de la Corte, solo después de cumplirle al campesinado de la región, se evaluará otro tipo de acción para cultivos industriales”; sin decir que en esos “otros tipos de estrategias” se contempla el glifosato.¿Qué hay detrás del ‘teléfono roto’?Para el analista político y experto en seguridad Jairo Libreros, “los reversazos del Presidente tienen que ver con el intento de mostrar una ‘falsa’ coherencia en su discurso. “En este caso, el agua sucia se la llevó el ministro de Defensa y el director de la Policía para que el presidente pudiera ser consecuente con su narrativa. Todo lo que ocurre parece ir en su contra, a sus espaldas, o es presentado como decisiones tomadas autónomamente por sus subalternos”.Esta ‘congruencia’ a pesar de la posición vergonzante con la administración Trump por la disparada de la producción potencial de cocaína, que en el 2023, con 2.664 toneladas, creció 53 % con respecto al año anterior.”El Gobierno se siente arrinconado por el fantasma de una inminente descertificación. En ese contexto, es consciente de que, si no toma una acción que revierta esta tendencia al alza, su relación con Washington se complicaría seriamente. Por eso lo manejaron por debajo de cuerda, para luego dar el golpe mediático, pero se les salió de las manos”, agregó el analista.De cara a la relación con la Casa Blanca, el excanciller Julio Londoño aseguró que espera que el propósito inicial con el que se dio el timonazo hacia la aspersión terrestre no se vea empañado por las contradicciones en el Ejecutivo.Gobierno triplica meta de erradicación 2025. Foto:”Yo creo que la decisión que se tomó —quienquiera que la haya tomado— sobre utilizar el glifosato para aspersiones terrestres está orientada a evitar la descertificación de Colombia en septiembre. Hay que esperar que el choque en el gabinete no afecte esa voluntad que el Gobierno está mostrando, y que prevalezca la idea de que el país sigue comprometido con la interdicción”, afirmó el exministro.Sara Valentina Quevedo DelgadoRedacción Justicia

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