El primer parte de la mañana de este viernes sobre la salud del papa Francisco, como viene siendo habitual, es muy escueto: “Como en los días anteriores, la noche ha transcurrido tranquila y el Papa ahora está reposando”. Fuentes vaticanas añadieron a las 11.00 horas que ya había desayunado, leído los periódicos y prosigue la terapia. La primera comunicación oficial de la mañana es una simple señal de que todo va bien tras el último parte médico del día anterior por la tarde, que ayer por primera vez marcó ya el horizonte de una recuperación. “Ha salido de la fase más crítica”, confirmaron fuentes vaticanas en un clima de cauto optimismo, aunque el cuadro clínico siga siendo “complejo” cuando se cumplen ya dos semanas de convalecencia en el hospital Gemelli de Roma. El parte médico diario de la tarde, que como cada día se hará público este viernes en torno a las siete, dará nuevos datos para confirmar si está funcionando el tratamiento contra la neumonía que sufre el Pontífice.Jorge Mario Bergoglio, de 88 años, fue ingresado el 14 de febrero con una bronquitis que no terminaba de curarse, se agravó con una neumonía bilateral detectada el día 18 y el sábado pasado, día 22, atravesó una crisis preocupante. Pero ya parece haber salido de ella y entra hoy en el sexto día de mejoría sin nuevas recaídas. “Se confirma también hoy que las condiciones clínicas del Santo Padre están mejorando. Dada la complejidad del cuadro clínico, son necesarios más días de estabilidad clínica para cambiar el pronóstico”, señaló ayer el parte médico. Es decir, los facultativos aún se mantienen prudentes y prefieren esperar para cambiar el actual pronóstico reservado, pero si todo va bien es cuestión de días. Justo hoy hace una semana, el pasado viernes, el equipo médico que trata al Papa dio una primera rueda de prensa. El Vaticano aún no ha confirmado si este viernes volverán a convocar a los medios.El boletín médico de ayer explicó que el Papa había alternado “oxigenoterapia de alto flujo con mascarilla”, es decir, que recibía menos ayuda para respirar que los días anteriores, y que por la mañana realizó fisioterapia respiratoria, una señal de que ha superado la crisis y ya está en proceso de rehabilitación. El sábado padeció una crisis respiratoria prolongada, con síntomas de anemia que requirieron una trasfusión y salió a la luz una insuficiencia renal leve. Todas estas complicaciones han sido superadas. Bergoglio no ha vuelto a tener más episodios asmáticos agudos.Desde que fue ingresado, el Vaticano ha informado siempre de que el Papa está lúcido, come normalmente, se levanta de la cama y pasa parte del día sentado. También, salvo el pasado fin de semana, cuando se desató la crisis, ha mantenido cierto ritmo de trabajo. Ha firmado documentos y emitido decretos con decisiones de todo tipo, como nombramientos, canonizaciones e incluso una modificación de la normativa vaticana.El lunes tuvo una reunión de trabajo con el secretario de Estado, Pietro Parolin, y el sustituto para los Asuntos Generales, Edgar Peña Parra. Son señales claras de que continúa gobernando desde el hospital, también para acallar los rumores de una hipotética dimisión, siguiendo el ejemplo de su predecesor, Benedicto XVI, que renunció al cargo en 2013 cuando se vio sin fuerzas para ejercer su mandato.
