El magistrado de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge ha ratificado la prisión provisional para Óscar Sánchez, el inspector jefe acusado de cooperar con una organización de narcotráfico al que se encontró 20 millones de euros emparedados en la pared de su casa. En un auto fechado el 12 de abril al que ha tenido acceso este periódico, el titular del juzgado de instrucción número 1 señala que “los informes policiales no dejan lugar a dudas” y apunta a la “ordenada contabilidad” del policía encontrada en su móvil como motivos para confirmar la medida de prisión. Sánchez fue detenido el pasado 6 de noviembre junto con otros presuntos miembros de la organización de narcotráfico después de una cuidadosa investigación desarrollada por la Brigada Central de Estupefacientes y la Unidad de Asuntos Internos. La operación se precipitó después de la intervención del mayor alijo de cocaína de la historia de España que llegó a Algeciras a mediados de octubre de 2024.De Jorge está llevando a cabo una revisión de las medidas de prisión acordadas para algunos de los integrantes de la organización transcurridos unos meses desde los primeros arrestos. Hasta la fecha, se han producido una veintena de detenciones. Entre otros, fue puesto en libertad el supuesto líder de la trama, Ignacio Torán, por una cuestión procesal, y la mujer de Óscar Sánchez, Noelia Ruiz, también funcionaria de la policía. Pero en el caso del inspector jefe ha decidido prorrogar esta medida. El instructor habla del “potentísimo indicio” que representan las “enormes sumas de dinero en efectivo” encontradas en los registros de las viviendas de Sánchez y en su despacho de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Importes “nunca vistos por este instructor”, destaca de Jorge.El magistrado apunta que estos billetes coinciden “milimétricamente” con los datos extraídos del móvil del policía. “En ese teléfono Óscar Sánchez anotaba los kilos de cocaína contenidos que la organización conseguía introducir con éxito, gracias a su ayuda y anotaba también minuciosamente las cantidades de dinero que le correspondían”, detalla el auto. El mecanismo que usaba el policía era el de introducir nombres de personas, empresas, números de teléfono y de contenedor en las bases de datos policiales para averiguar si alguien más los estaba investigando. De este modo podía garantizar la seguridad en las entregas de droga y que sus protegidos estaban a salvo.El instructor da un peso muy relevante a la investigación policial que, para él, no deja lugar a dudas. “Los informes policiales detallan el minucioso y experto modus operandi con el que Sánchez se aseguraba de impedir cualquier investigación sobre las empresas y personas con las que colaboraba o de abortar la operación de la importación o rescate de la cocaína si no podía parar la investigación de otros. Todo ello está perfectamente documentado en las actuaciones”, apunta el magistrado.El sumario de la causa recoge las conversaciones que Sánchez mantuvo con sus supuestos compinches el día en el que se intervino el contenedor con 13 toneladas de cocaína, la mayor cantidad requisada en España, en el puerto de Algeciras. El inspector jefe no fue capaz de detectar la operación, porque la Brigada Central de Estupefacientes no introdujo en las bases de datos policiales los datos del container que iba a ser examinado, de forma que el inspector jefe no pudo conocer la intervención de antemano.El sumario muestra a un Sánchez contrariado con sus compañeros por no haber sido informado de la aprehensión y las explicaciones que da a su socio Torán sobre lo sucedido. “Son claras también las conversaciones en las que él mismo da instrucciones sobre qué hacer tras el descubrimiento de la droga en el puerto de Algeciras”, escribe el magistrado. La investigación prueba que, tras la intervención, el inspector jefe dio el chivatazo a dos miembros de la trama para que se fugaran antes de ser detenidos.

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