El Gobierno francés ha lanzado la primera advertencia: tras el recorte histórico en los presupuestos de 2025, va a tener que ajustar también los de 2026. El ministro de Economía y Finanzas, Éric Lombard, anunció este domingo un “esfuerzo considerable” en las cuentas que están preparando, que se traducirá en al menos 40.000 millones de euros de ahorros, necesarios para mantener los objetivos de reducción del déficit. Actualmente es del 5,4%, uno de los más altos de la Unión Europea, y el reto es suavizarlo hasta el 4,6% del PIB.Francia está en un “estado de urgencia presupuestaria”, según advirtió Lombard en la cadena francesa BFM. Avanzó que, aunque aún es pronto para dar los detalles, el ajuste presupuestario se hará seguramente a través del recorte en el gasto público y también con ingresos suplementarios ligados al crecimiento. Descarta de momento penalizar fiscalmente a los franceses.“Sabemos que es una ecuación difícil, pero tanto el primer ministro como el presidente se han comprometido a no subir los impuestos”, apoyó la portavoz del Gobierno, Sophie Primas, que recordó que rebajar el déficit excesivo “es una cuestión de credibilidad” del país y que el objetivo actual no se va a revisar. Primas dejó caer que la cifra podría incluso alcanzar los 50.000 millones.Se suman a los otros 50.000 de recortes que ya contemplaban las cuentas de 2025, las más austeras que ha tenido Francia en décadas. Fueron las que le costaron el cargo al ex primer ministro, Michel Barnier, tras una censura en el Parlamento el pasado mes de diciembre. Finalmente se aprobaron hace dos meses, gracias a una ley especial que la oposición acabó votando para no crear aún más inestabilidad en el país.Desde entonces el Gobierno francés, que no tiene mayoría en la Asamblea, lleva haciendo números, consciente de que otra cura de austeridad puede llevarle a una nueva moción de censura y hacerle caer. El primer ministro, François Bayrou, ha convocado este martes una conferencia sobre las finanzas públicas, para “sensibilizar a los franceses sobre las patologías presupuestarias” del país.Además de a los ministros del área económica, participarán los diputados y senadores de las comisiones de Finanzas y representantes de las colectividades locales, organismos que podrían ser los primeros en sufrir los recortes. El objetivo es detectar qué ahorro será menos dolorosos para los franceses y con impacto limitado en el crecimiento.La realidad es que el contexto francés se degrada y ahora las incertidumbres ligadas a la guerra comercial abierta por el presidente estadounidense, Donald Trump, podrían empeorar la situación. La previsión de crecimiento ya se ha revisado a la baja, del 0,9% al 0,7% este año. Además, el presupuesto de 2026 también deberá absorber parte del esfuerzo del rearme. En cinco años Francia aspira a duplicar su gasto militar, hasta los 100.000 millones en 2030.Lombard ha avanzado que los recortes se focalizarán en el gasto público, que representa el 57% del PIB. “Con este nivel de gasto del Estado se puede, a la vez, reducir la cifra y mantener la calidad de los servicios” sin entrar en una “política de austeridad”, explicó el ministro, consciente de que los franceses son muy sensibles a que se debilite su generoso sistema de protección social.Tampoco está previsto subir impuestos a las clases medias, una de las líneas rojas del presidente, Emmanuel Macron, desde que llegó al Elíseo en 2017. Las cuentas de 2025 fueron las primeras que contemplaban un esfuerzo extra sólo para las rentas más altas. Se aprobó, con la promesa de que fuera temporal, hasta lograr reducir el déficit.El ministro de economía francés defiende que este dispositivo tiene que mantenerse hasta lograr los objetivos, e insiste en que sólo afectará “a decenas de miles de contribuyentes”. Otra de las pistas es suprimir la ventaja fiscal de la que se benefician los pensionistas.El Gobierno presentará este miércoles en consejo de ministros su plan presupuestario estructural a medio plazo, que a su vez enviará a la Comisión Europea. Este texto marca la hoja de ruta para los próximos años. De momento, los partidos de la oposición, tanto la izquierda como la extrema derecha, han amenazado con presentar una nueva moción de censura en el Parlamento si el Ejecutivo intenta sacar adelante unos nuevos presupuestos de austeridad.

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