El Congreso ha aprobado este jueves la salida del lobo del listado de especies protegidas (Lespre) con los votos del PP, Vox, Junts y el PNV, lo que implica que se le podrá volver a cazar al norte del río Duero. El apoyo a esta decisión ha sido celebrada con aplausos en el hemiciclo. El PP ha aprovechado la ley de desperdicio alimentario, que se votaba este jueves, para incorporar a última hora tres enmiendas con el objetivo de desproteger a la especie y que se la pueda volver a abatir y que regrese a su estado anterior, cuando se le podía cazar. Entonces se abatían de forma legal unos 100 lobos al año al norte del Duero, el cupo que permitían las comunidades autónomas, y en el resto de España se encontraba estrictamente protegido.De nada ha servido que la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, apelara este miércoles a la responsabilidad y a que las decisiones que se tomen con la especie se basen en información científica.La protección del lobo al norte del Duero se produjo en septiembre de 2021 tras un procedimiento administrativo, que se inició por una petición de la Asociación para la Defensa y Estudio del Lobo Ibérico (Ascel). El Comité Científico de Flora y Fauna, dependiente del ministerio, emitió un dictamen que recomendó incluir a la especie en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) debido a “su importancia como patrimonio cultural, científico, así como los servicios ambientales que produce la presencia de la especie en los ecosistemas naturales”.El proceso continuó con una reñida votación en la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, en la que participaron comunidades autónomas y el Ministerio para la Transición Ecológica, que dio el visto bueno a la petición de Ascel por tan solo un voto. Nadie se esperaba este desenlace que implicaba que la especie dejara de ser cinegética (objeto de caza y pesca) en todo el territorio nacional.Las comunidades autónomas con mayor población de lobo (Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria) se pusieron en marcha inmediatamente para intentar revertir la situación, y no han cejado en su reivindicación porque consideran que la única manera de que convivan lobos y ganaderos es con la caza de ejemplares, que se determinaban con cupos cada año.
