El Barcelona teje su propio destino. No importa el rival, el lugar o el momento. Tampoco los días o los malos tragos. El Barça aniquiló al Chelsea en Stamford Bridge en la vuelta de las semifinales de la Champions. No solo fueron los goles —8 a 2 en el global de la eliminatoria, repitiendo el resultado de la ida, del 4-1 al 1-4, sino el juego de las culés, que dominaron sin oposición. Ganó el fútbol colectivo, el ADN Barça, la cantera en la que crecieron Aitana Bonmatí y Claudia Pina, frente a la individualidad a base de golpe de talonario de un equipo lleno de grandes nombres. El Barça se ganó su propio destino: jugar, por quinta vez consecutiva y sexta en su historia, la final de la Champions. Esta vez, en Lisboa el 24 de mayo, con la oportunidad de levantar la cuarta copa europea y seguir gobernando en su trono. Será contra el Arsenal, que dio la sorpresa al vencer al Lyon por 1-4 y remontar así el 1-2 de la ida.
1
Hannah Hampton, Millie Bright, Niamh Charles, Lucy Bronze, Naomi Girma (Ashley Lawrence, min. 45), Erin Cuthbert (Catarina Macário, min. 60), Johanna Rytting Kaneryd (Maika Hamano, min. 73), Sandy Baltimore (Wieke Kaptein, min. 60), Sjoeke Nüsken, Keira Walsh y Mayra Ramírez (Agnes Beever-Jones, min. 45)
FCBFFC Barcelona Femenino
4
Cata Coll, Fridolina Rolfö, Irene Paredes (Jana Fernández, min. 61), Ona Batlle, Mapi León (Ingrid Engen, min. 45), Patri Guijarro, Alexia Putellas, Aitana Bonmatí, Ewa Pajor (Vicky López, min. 75), Caroline Graham Hansen (Salma Paralluelo, min. 61) y Clàudia Pina (Esmee Brugts, min. 61)
Goles
0-1 min. 24: Aitana Bonmatí. 0-2 min. 40: Ewa Pajor. 0-3 min. 42: Clàudia Pina. 0-4 min. 89: Salma Paralluelo. 1-4 min. 90: Wieke Kaptein
Antes pasaron con éxito por un Londres prácticamente mediterráneo por su sol y temperatura. Ambos equipos partieron con todo, unas confiadas en la remontada, y otras en aumentar la distancia. Las culés ya habían avisado: no dieron por sentenciado al Chelsea a pesar del 4-1 en la ida. Salieron con el rostro serio, concentradas, dispuestas a jugar como si ellas tuviesen que remontar, mientras el cuerpo técnico y futbolistas en el banquillo celebraban cada córner como si fuese un gol. Sonia Bompastor, entrenadora francesa del Chelsea, también había avisado en la previa: las blues se presentaron sin nada que perder, y mucho que hacer para poder ganar. Buscaron, con una presión asfixiante, un gol tempranero. Trataron de encontrar una y otra a vez a Mayra Ramírez, que se peleaba con las dos centrales culés, Irene Paredes y Mapi León, coordinadas a la perfección para poder frenar a la colombiana. Pero si Mayra estaba aparentemente neutralizada, el peligro, cada vez mayor según pasaron los minutos, trataba de llegar por otras partes: Niamh Charles empezó una batalla personal que perdió con Caroline Graham Hansen, Sjoeke Nüsken puso a prueba a Patri Guijarro por dentro, que asfixiaba a Erin Cuthbert, y Sandy Baltimore se medía a la carrera con Ona Batlle. Salma Paralluelo celebra su gol con sus compañeras este domingo.Andrew Boyers (Action Images via Reuters)Y cuando peor parecía que el Barcelona lo pasaba, cuando más balones achicaba del área y cuanto más atenta se mostraba Cata Coll, apareció Aitana Bonmatí. La canterana se marchó sola desde el centro del campo, dejando en el suelo en su camino a Charles, haciendo desaparecer a Naomi Girma —el fichaje más caro de la historia del fútbol femenino— y superando a la capitana Millie Bright hasta llegar a la portería de Hannah Hampton, que nada pudo hacer frente al potente disparo de Bonmatí. En el minuto 25 el Barcelona acababa con la agonía y empezaba a disfrutar, como un déjà vu de lo que sucedió el año pasado: Aitana marcó en el mismo minuto para empezar la remontada azulgrana que las condujo a su tercera Champions. Con el Barcelona relajado apareció el mejor equipo y llegó el 0-2 de la mano la pichichi Ewa Pajor tras un centro de Graham. Patri Guijarro se tiró al suelo de rodillas, mirando al cielo, y la esquina de 200 aficionados azulgranas saboreó la final de Lisboa y empezó a retumbar en el estadio blue, mientras algunos seguidores del Chelsea aprovecharon para marcharse. No pudieron ver, afortunados o no, el gol de Pina que sentenció a su equipo. Alexia Putellas volvió a evidenciar su conexión con la canterana, que recibió el balón, lo paró, miró la portería de Hampton deteniendo el tiempo y reventó la portería. Siguió intentándolo el Barcelona hasta el final, como si la eliminatoria no estuviese resuelta, hasta que casi sin querer Salma Paralluelo anotó uno más. El Chelsea aprovechó el relax de las culés para intentar acabar con honor el encuentro. Probaron la fortaleza de Cata Coll en un par de ocasiones, hasta que Wieke Kaptein anotó el único para las blues. Un gol por orgullo más que por posibilidades. El Barcelona se paseó por Stamford Bridge para terminar aplacando cruelmente a las jugadoras del Chelsea. El tiempo dio la razón al Barça, que demuestra que ellas deciden y se ganan su destino.