Catatumbo, Plateado, Chocó. Tres puntos críticos de orden público en el país, se suman a una decena de polvorines que amenizan el contexto de la salida del ministro de Defensa, Iván Velásquez, quien presentó su carta de renuncia irrevocable al presidente Gustavo Petro hace dos semanas y con posterioridad al televisado consejo de ministros. Velásquez también se va luego del sorpresivo cambio de mando en la Policía, institución que nuevamente quedó bajo la cabeza de un general en retiro al que reincorporaron: Carlos Triana. El discurso de despedida de Velásquez, desde el municipio de Carmen de Apicalá, giró en torno a cuatro ejes fundamentales. Arrancó con los resultados operacionales de la Fuerza Pública, en el que destacó el récord de incautación y cuestionó, de nuevo, los resultados del último informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos – SIMCI.También abordó las medidas decretadas bajo la conmoción interior para conjurar la emergencia humanitaria en la región del Catatumbo, el por qué del cambio de dirección en la Policía y el estado de la renovación de la flota de aviones Kfir, de la Fuerza Aeroespacial Colombiana. “Nosotros, que llegamos al Gobierno bajo una campaña de desprestigio que intentaron hacer, argumentando que el gobierno del ‘guerrillero’ acabaría con la Fuerza Pública, hemos demostrado con hechos concretos, con realidades, cuál es el talante democrático e institucional, y cuál es el respeto, el aprecio, el afecto, la admiración, la gratitud y el reconocimiento por los miembros de las instituciones”, expresó Velásquez. General Carlos Triana, director de la Policía Nacional, e Iván Velásquez, saliente Mindefensa. Foto:MAURICIO MORENO EL TIEMPOEn este punto, destacó el talante humanista de su política pública en la que se buscó ‘reconocer en cada hombre y mujer de las fuerzas armadas al ser humano, no a la máquina de guerra que otros pretendían’. Retos y desafíos en el orden públicoEn materia de seguridad, con la escalada de los enfrentamientos entre los grupos armados que se están disputando el control territorial, reconoció “los grandes retos y desafíos”, cifras que no busca maquillar, pero destacó resultados operacionales como la disminución de la tasa de homicidios a nivel nacional.”También hemos protegido la vida de los firmantes de paz, logrando una reducción del 31% en los crímenes contra ellos”, precisó el ministro saliente como fruto de la Operación Themis.Entre otros índices delictivos, Velásquez celebró “el récord histórico” en las incautaciones. Durante los dos años en los que estuvo al frente de la cartera, se decomisaron 1.934 toneladas de cocaína, un logro que, aseguró, no se puede demeritar con el crecimiento en los narcocultivos o en la producción potencial del alcaloide, que, según el último informe Simci de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, creció un 53 % en 2023. Este porcentaje, precisó el ministro, no hace referencia a la variación anual, sino a la actualización de la cifra de los últimos cinco años, una precisión que aún está pendiente de confirmarse por parte de esta Oficina de la ONU.Tras la eliminación de los Comandos Conjuntos, decisión tomada por el presidente Petro y considerada por expertos como el cambio más profundo en el despliegue de las Fuerzas Militares en las últimas dos décadas, Velásquez subrayó la creación de la Jefatura de Inteligencia y Contrainteligencia, así como la formación de ocho fuerzas de despliegue rápido, conocidas como Fudras.”Estas fuerzas perseguirán el objetivo en todo el territorio. Es una nueva organización. En las próximas semanas también se activará la Décima Novena Brigada en el sur de Bolívar”, agregó.La conmoción interior en el CatatumboLa renuncia irrevocable del Mindefensa Velásquez también se produjo con posterioridad de la declaratoria de la conmoción interior en el Catatumbo. A propósito de dicha crisis, anunció que se esperan pronto resultados importantes en la retoma del territorio para que puedan retornar los más de 53.000 desplazados.Frente a las medidas excepcionales tomadas, como el cierre de 48 estaciones de gasolina en Norte de Santander por sospechas de servir como abastecedoras al narcotráfico, Velásquez aseguró que, de acuerdo con lo hablado con el ministro de Minas, “hay 44.000 hectáreas sembradas de coca en el Catatumbo y es un negocio que se tiene que acabar”.Un propósito para lo cual el Gobierno acaba de expedir, bajo su visto bueno, políticas como el pago por erradicar siembras de coca, según Velásquez, para apalancar la sustitución de las economías ilícitas.Marelbyz Meza y el polémico consejo de ministrosEntre otros temas, el ministro Velásquez se refirió al caso de la exniñera de la hoy canciller Laura Sarabia, Marelbys Meza, afirmando que no avaló el procedimiento. “Yo mismo fui víctima de interceptaciones ilegales cuando estaba en la Corte Suprema como magistrado auxiliar, y espero que la Fiscalía se pronuncie. Esperamos que nos informen cuáles fueron los hechos por los que aparecen comprometidas personas de la Policía”, precisó.Consejo de ministros Foto:Consejo de ministrosY, sin nombrar la situación pero haciendo alusión al polémico consejo de ministros televisado, en el que el país siguió en vivo la implosión del gabinete y durante el cual guardó silencio, dijo que no le hace bien ni al Gobierno ni al país que se tramiten puntos de vista discrepantes dentro del Gobierno.”Yo no asumo las contradicciones de Gobierno o inconformidades de manera pública, creo que el Gobierno tiene que ser una unidad, y así como en materia de paz y las dificultades que, por los procesos de paz, pudo haber tenido la Fuerza Pública en su accionar, no son temas para debatir a través de los medios de comunicación, sino para discusión interna en la que fijamos posiciones. Todos los comandantes y directores de las Fuerzas Militares y de la Policía son testigos de mis posiciones internas en las discusiones que sostenemos”, agregó.El cambio de mando y los KfirFinalmente, argumentó el cambio en la dirección de la Policía, noticia que se dio sorpresivamente tras la renuncia del general William René Salamanca, con el propósito de que la institución “sea más operativa”. Por esta razón, dijo el ministro, la designación del general Carlos Triana se basó en su amplia experiencia en la lucha contra la corrupción en la Inspección General.Velásquez deja el cargo y aún no se concreta la compra de los nuevos aviones que renovarán la flota K-fir, la cual ha requerido un mantenimiento que sólo puede ser prestado por Israel, su país de origen, con el cual el Gobierno rompió relaciones diplomáticas.La compra fue anunciada por el presidente Petro el pasado 8 de noviembre, en el marco de los ruidos de una crisis fiscal, por la cual se aplazaron 12 billones del presupuesto.Aún se están afinando los detalles para que la nueva flota tenga una mayor durabilidad y se ajuste a los requerimientos específicos del país. “Ayer hablábamos con el Presidente de la República para perfeccionar los pormenores necesarios y avanzar en este proyecto”, dijo.Sara Valentina Quevedo DelgadoRedacción Justicia

el balance final de Velásquez en Mindefensa
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