Hace 16 años, la vida de Ariel Winter (Los Ángeles, 27 años) era muy diferente a la actual. La actriz, que comenzó en la actuación con pequeños papeles en anuncios televisivos, logró el papel de Alex Dunphy en Modern Family en 2009. Entonces tenía 11 años. Para ella, la exitosa serie significó tanto el comienzo de su despegue en la industria como un escrutinio corporal constante de su físico a medida que crecía y que su cuerpo cambiaba, engordaba y adelgazaba. “Estaba en todas partes. En cada titular que leía sobre mí, había gente adulta escribiendo artículos sobre mí diciendo que me veía terrible o como una embarazada o una puta gorda. Quiero decir, tenía 14 años. Dañó mucho mi autoestima”, se ha sincerado Winter en una reciente entrevista con la revista People. Este escrutinio, “fue una parte importante de mi adolescencia”, en palabras de la intérprete. Daba igual que Winter adelgazase o engordase, el body shaming y el acoso del que fue víctima durante sus años de adolescencia por su físico era una constante de la que la actriz parecía incapaz de deshacerse. “En el instituto, tomaba antidepresivos. Esto provocó que engordase 13 kilos. No podía bajar de peso, pero prioricé mi salud mental. No estaba dispuesta a sacrificar mi bienestar. ¿Qué podía hacer?”, continúa en la conversación con el medio estadounidense. “Al crecer, probé otro medicamento para ver si alguno me venía mejor y al final perdí ese peso y la gente decía: ‘Ay, está drogada’ o ‘Qué asco, ahora está demasiado delgada’. Simplemente, era una persona en constante cambio y crecimiento. Fue muy, muy difícil que estuvieran derribándome todo el tiempo”. Más informaciónActivista del body positive, Winter siempre ha respondido a las críticas que han proliferado online sobre su físico y ha defendido que los cuerpos reales cambian. Aun así, es plenamente consciente de lo que supone vivir enfrentándote a tus haters, respondiendo a las críticas y recibiendo comentarios negativos sobre tu cuerpo diariamente: “Sé lo que es ser odiado. Sin importar lo que estuviera pasando, era un blanco. Me resultaba difícil mirarme al espejo y decir: ‘Amo esta versión de mí”, confiesa en People. Solo después de años de luchar contra quienes la criticaban por su cuerpo, entendió que el problema no era suyo, sino de todos aquellos que empleaban internet para lanzar ataques contra su físico: “Sin importar lo que pasara, yo iba a ser un objetivo”. Ariel Winter (centro), como Alex Dunphy, en una escena de ‘Modern Family’ con Julie Bowen como Claire Dunphy (izquierda) y Sofía Vergara como Gloria Pritchett (derecha).Ron Tom (Disney General Entertainment Content via Getty Images)Cuando acabó Modern Family, el daño a la autoestima y a la salud mental de Winter estaba en su punto álgido. Por esa razón decidió tomarse un tiempo y comenzar un proceso de sanación: “Emprendí un viaje de autocuración”, afirma sobre cómo fue su vida tras finalizar la serie, cuyo último capítulo se emitió el 8 de abril de 2020. “Gran parte de ello [sanar] fue simplemente darme cuenta de que no podía rehacer mi infancia. Se había ido. Y eso me impactó profundamente. Tuve que dedicarme por completo a sanar ese pasado porque ahora quiero un futuro maravilloso. Quiero tener mi propia familia y necesito sanar para alcanzar mi mejor versión para poder dedicarme a ser madre algún día”, cuenta la actriz. En la entrevista también asegura que se siente agradecida de, ahora, estar sana y de no haber caído nunca en una adicción como muchas otras estrellas infantiles para “acallar el escrutinio y el ruido exterior”. “He tenido la suerte de tener oportunidades y recursos para sanar. Tengo gente maravillosa a mi alrededor y una segunda oportunidad fantástica, y eso es fundamental”, afirma. Winter, que desde hace cinco años mantiene una relación con el también actor Luke Benward, se mudó fuera de Los Ángeles tras finalizar el rodaje de la serie con la que se hizo conocida y comenzó a acudir a terapia para, en sus palabras, “ser más sabia y sentirme mejor en mi propia piel”. Para finalizar su conversación con la revista estadounidense lanza una pregunta: “¿Estaría bien que la gente dejara de hablar de mi aspecto? Claro. ¿Va a pasar? No, ¿Pero, me importa tanto? No. Hay tantas otras cosas que estoy haciendo por las que quiero que la gente se preocupe y que no tienen nada que ver con cómo me veo”.A lo largo de los años, ha aprovechado su fama para alzarse en una firme defensora del cuerpo de la mujer y de la evolución del físico conforme pasan los años. En 2016, publicó un extenso comunicado en su cuenta de Instagram —donde acumula 5,1 millones de seguidores— en el que se sinceraba sobre el acoso, respondía a sus detractores y reafirmaba que lo más importante era aceptarse a uno mismo: “Cada vez que alguien me hace bullying en las redes sociales me da la oportunidad de recordarme a mí y a mis fans una vez más lo importante que es aceptarse a uno mismo. Le doy gracias a todas las personas que dicen cosas tan horribles en mi Instagram por darme la oportunidad de evidenciarlo. Pero la pregunta que siempre me hago cuando leo los comentarios tan maliciosos es: si son capaces de escribir esto a una persona que no conocen, qué serán capaces de decirse a ellos mismos. Alto al odio. Acepta todo lo que eres, conoce tus defectos, porque eso te hace perfecto. Amo a mis fans y amo a quienes me hacen bullying porque lo que ellos realmente necesitan es amor”, escribió.Siguiendo esta línea de denuncia ante el odio, en 2017 contestó a una polémica que surgió por una publicación suya en Instagram, donde lucía un pantalón corto negro y un top del mismo color. Muchos usuarios comentaron en la imagen llamándola “gorda”, “stripper” o dejando mensajes como “se ha embutido en los shorts”. Ella respondió en X (entonces Twitter): “Estoy bastante enfadada porque la gente se centre en el hecho de que llevo shorts, el comentario de que me he embutido en ellos y la idea de que no está bien que yo los lleve. Es verano. Superadlo. No soy una puta por llevar shorts y tops de tirantes. Soy una chica normal”. La actriz continuaba así su alegato: “Mis shorts me sientan bien y todo lo que hago está bien. Por favor, dejad a las chicas jóvenes en paz. Estamos simplemente viviendo nuestras vidas. Es realmente un problema que tengamos que lidiar con estos comentarios hoy en día. Por favor, dejad de criticar todo lo que todo el mundo hace”.Winter decidió también compartir por qué había decidido someterse a una reducción de pecho en junio 2015. “Las mujeres en esta industria estamos sexualizadas al máximo y somos tratadas como objetos. En cada artículo que tenía que ver sobre mí en una alfombra roja se hablaba de mi escote. Y eso es por lo que me reconocería todo el mundo”, afirmó en agosto de 2015 en la revista americana Glamour, medio que dio la exclusiva de su operación. “Lo hice por mí misma. Ni siquiera soy capaz de describir en palabras lo genial que me siento al encontrarme tan bien”.La actriz Ariel Winter, el 5 de octubre de 2024, en el evento Legacy Ball en Beverly Hills (California).ZUMA Press, Inc. / Alamy Stock Photo (Alamy Stock Photo)La vida de la intérprete no ha estado marcada solo por el acoso y el body shaming. A los 14 años, fue retirada de su casa, donde vivía con su madre, Chrisoula Workman, por el departamento de Servicios de Protección Infantil y Familiar de California, debido a las denuncias de abuso. Pasó a vivir con su hermana mayor, Shanelle Gray, quien se convirtió en su tutora legal. “Tuve una gran adolescencia gracias a estar bajo su custodia”, afirmó Winter. Tres años después, cuando tenía 17 años, se emancipó legalmente, fue declarada adulta y desde entonces ha mantenido las distancias con su madre.

Ariel Winter se sincera sobre su adolescencia marcada por el acoso y el ‘body-shaming’: “Sé lo que es ser odiado. Sin importar lo que estuviera pasando, era un blanco” | Gente
Shares: