A sus 57 años y ya ganador del Nobel de Medicina, el biólogo Ardem Patapoutian decidió hacerse su primer tatuaje: un enorme dibujo que le ocupase todo el brazo derecho. Su pareja, la también científica Nancy Hong, se lo tomó con humor. “Cuando tuve la idea, mi esposa me sugirió que me esperase un año, por si se me quitaban las ganas. Es muy inteligente. Me dijo: ‘Asegúrate de que no sea la crisis de la mediana edad’. Así que esperé un año”, cuenta entre risas, mientras se remanga la camisa y muestra su tatuaje. Es el esquema de la molécula por cuyo descubrimiento ganó el Nobel en 2021: la familia de proteínas Piezo, responsables del sentido del tacto y de una cada vez más asombrosa lista de características del ser humano. Patapoutian dobla repetidamente su brazo, como si fuese un libro de texto viviente. El dibujo se abre y se cierra, de manera hipnótica. En la membrana de algunas células, estas moléculas funcionan como un interruptor eléctrico, iniciando un impulso nervioso al sentir una presión. Desde el anuncio de su existencia en 2010, la comunidad científica ha descubierto que estas proteínas Piezo son esenciales en multitud de procesos vitales, como el dolor, la presión de la sangre, la respiración, el control de la vejiga de la orina y hasta la excitación sexual.La biografía del científico es inspiradora. Patapoutian, nieto de huérfanos del genocidio armenio, nació en Beirut y creció en aquel Líbano desangrado por la guerra civil. Allí unos milicianos lo secuestraron y lo encañonaron a quemarropa cuando era adolescente, así que decidió emigrar a Estados Unidos. En Los Ángeles, incapaz al principio de entender bien el inglés local, comenzó una nueva vida repartiendo pizzas para la cadena de comida rápida Subway, pero acabó estudiando Biología y hoy es investigador del Instituto Scripps, en San Diego. Tras disfrutar de un arroz en un chiringuito de la localidad alicantina de Altea con su colega español Félix Viana, Patapoutian recibe a EL PAÍS en un hotel de Valencia, donde ha acudido para formar parte del jurado de los Premios Rei Jaume I.Pregunta. Usted ahora es un inmigrante con tatuajes, un buen candidato para ser deportado, según la Administración Trump.Respuesta. Sí, sí [risas].P. ¿Cómo fue su secuestro?R. Yo vivía en Beirut, que era una ciudad muy dividida según la religión. Los musulmanes vivían en la parte oeste. Los cristianos, en el este. Como armenios, éramos neutrales, así que éramos los únicos cristianos que podían vivir en el oeste, que es donde trabajaban mis padres. Un día, con 17 años, fui a una fiesta en el este de Beirut y, cuando regresaba, escuché disparos de francotiradores, algo habitual en la frontera. Así que eché a correr hacia el lado oeste. Cuando llegué, había milicianos que me vieron correr y me llamaron. Me pidieron mi documento de identidad, que en Líbano dice cuál es tu religión. Así que sospecharon de un joven cristiano corriendo hacia el lado musulmán de Beirut. Me retuvieron unas horas, y yo estaba realmente asustado.P. ¿Y qué pasó?R. Me pusieron un arma en la rodilla y aseguraron que iban a disparar. Dijeron que, si yo no sentía dolor, significaba que era un espía. Era totalmente ridículo. Les dije: “Podría fingir que siento dolor”. Y respondieron: “Ah, piensas como un espía”. Eso fue todo. Pasé mucho miedo, pero unas horas después dejaron que me fuese. Llegué a casa y pensé: “Me voy de este país”.Me pusieron un arma en la rodilla y dijeron que iban a disparar.P. Su historia, la de un inmigrante que empieza repartiendo pizzas y acaba siendo un prestigioso científico, siempre ha sido poderosa, pero ahora lo es más todavía, con la situación actual de los inmigrantes en Estados Unidos. R. Lo sé. Es muy triste pensar que lo que yo hice entonces, probablemente, ya no se puede hacer. Mis padres no tenían mucho dinero, así que obtuve una beca Pell, una ayuda federal para estudiantes que no pueden pagar la universidad. Las ayudas de ese tipo han sido recortadas o ya no existen. Muchos jóvenes querrían ir a Estados Unidos a perseguir sus sueños, pero esa opción ya no está disponible para ellos. Es muy triste. Yo siento una responsabilidad extra para alzar la voz. El 40% de los ganadores del Nobel en Estados Unidos son inmigrantes, pero este Gobierno no aprecia ni la ciencia ni la inmigración.P. Usted fue uno de los dos millares de científicos que denunciaron “el peligro real” de Trump en una carta abierta, en la que mencionaban el clima de miedo. Muchos investigadores de prestigio rechazan hacer críticas en público, pero usted no. R. Como ganador del Nobel, siento que puedo permitirme correr el riesgo. Si pierdo la financiación gubernamental, sería terrible, pero sobreviviré. Como inmigrante y ganador del Nobel, siento el deber de alzar la voz. Si ninguno de nosotros habla, no habrá esperanza.El 40% de los ganadores del Nobel en Estados Unidos son inmigrantes, pero este Gobierno no aprecia ni la ciencia ni la inmigraciónP. Usted ha denunciado en sus redes sociales la intención de Trump de recortar un 40% el presupuesto de los Institutos Nacionales de la Salud. Ha dicho que sería un desastre.R. Sí, la gente podría pensar: “Bueno, con un recorte del 40%, todavía queda el 60%”. Pero cada subvención del Gobierno es para investigar algo durante cinco años, lo que significa que el 80% del presupuesto anual ya está comprometido. Un recorte del 40% significa no conceder nuevas subvenciones o recortar las ya concedidas. Es incomprensible. Escribí un artículo de opinión para la CNN en el que incluí datos que muestran que, por cada dólar que el Gobierno invierte en ciencia, se generan unos tres dólares en crecimiento económico. Recortar en ciencia significa reducir los ingresos económicos y las medicinas del futuro. P. En ese artículo usted revelaba que le han hecho una oferta para trasladar su laboratorio a China, con 20 años de financiación garantizada.R. Sí, me ofrecían financiación estable en cualquier universidad china que yo eligiera.P. ¿Respondió que no o que tal vez?R. Respondí que no, porque amo Estados Unidos. Es mi país y no voy a rendirme tan rápido.He rechazado una oferta para investigar en China porque amo mi país y no voy a rendirme tan rápidoP. ¿Estas ofertas son cada vez más tentadoras? R. Yo estoy en una posición privilegiada, pero puede ser una oferta imposible de rechazar para muchos científicos excelentes. Para China, Europa y muchos otros países, este momento es una oportunidad para reclutar a las mejores mentes de Estados Unidos.El biólogo Ardem Patapoutian en Valencia, el 3 de junio.Mònica TorresP. El químico estadounidense David Liu [uno de los mejores científicos vivos] ha alertado de que el impacto de los recortes será mortífero. ¿Usted cree que los recortes en el presupuesto de ciencia matarán a gente?R. Recortar la financiación no matará a las personas directamente, pero las matará la falta o la desaceleración de la investigación y los ensayos clínicos. El próximo medicamento contra el cáncer podría ser aprobado más tarde, lo que podría causar la muerte de muchas personas.P. Usted ahora tiene la proteína Piezo tatuada en el brazo, pero la molécula parece estar en todas partes.R. No está en todas partes, pero parece que está involucrada en muchas células que detectan una presión, ya sea en el llenado de la vejiga o en los vasos sanguíneos. La biología considera que la mayoría de las células se comunican mediante sustancias químicas, ya sea una hormona, un neurotransmisor… Todo es químico. Pero lo que estamos descubriendo es que la detección de presión también es muy importante. Estamos descubriendo una nueva biología.P. El científico español Santiago Ramón y Cajal ya decía a finales del siglo XIX que las neuronas se comunican mediante besos.R. Es correcto, por contacto.P. Usted impartió ayer [2 de junio] un seminario en el Instituto de Neurociencias de Alicante, organizado por su colega Félix Viana, sobre las nuevas funciones descubiertas en las proteínas Piezo. ¿Cuáles son?R. No puedo contarlo en público, porque son resultados inéditos, que todavía no hemos publicado. Pero sí hemos publicado recientemente su papel en el estómago y los intestinos. Cuando entra la comida, las neuronas del tracto gastrointestinal detectan la presión y hacen que el alimento avance más despacio, para aumentar las oportunidades de extraer los nutrientes. Sin la proteína Piezo 2, la comida pasa mucho más rápido. Es biología completamente nueva. Las personas con mutaciones en Piezo 2 tienen todo tipo de problemas digestivos, como diarrea o estreñimiento. Es uno de los últimos ejemplos sobre las funciones de las proteínas Piezo.Una de las lecciones de nuestros estudios es que la idea de los cinco sentidos es un poco ingenuaP. Usted proclamó en su conferencia del Nobel que el sentido más importante no es la vista, ni el oído, ni el olfato. R. Es la propiocepción. Quizás exagero un poco, porque algunas personas podrían decir que la visión es lo más importante para los humanos. Es fascinante que, probablemente, el 90% de las personas ni siquiera sabe que tiene el sentido de la propiocepción, que consiste en sentir dónde están tus extremidades en el espacio.P. Quizá sea el 99,99%.R. Creo que las personas que hacen yoga o pilates aprenden esta palabra, por aquello de ser conscientes de su cuerpo. El experimento más sencillo es cerrar los ojos y tocarte la nariz. Si piensas en cómo eres capaz de saber dónde están tus dedos con los ojos cerrados, te das cuenta de que se debe a cuánto se estiran tus músculos. Es el mismo sensor, Piezo 2, el que lo detecta. No sientes que el músculo de tu segundo dedo está estirado, sino que reúnes toda la información y en tu cerebro se forma una imagen de dónde estás y qué espacio ocupas. Y por eso, fácilmente, sin mirar, puedes caminar, correr, jugar al fútbol, tocar el violín. Puedes hacer todo esto gracias a la propiocepción. Y la damos por garantizada porque no puedes apagarla. Puedes cerrar los ojos e imaginar cómo es una persona ciega, pero no puedes apagar la propiocepción. Por eso la mayoría de la gente no la conoce, porque siempre está ahí. Y este es un gran mensaje filosófico: damos las cosas por garantizadas cuando las tenemos siempre.El biólogo Ardem Patapoutian, en un hotel de Valencia.Mònica TorresP. Siempre decimos que tenemos cinco sentidos, ¿tenemos seis?R. En realidad, tenemos muchos, muchos, sentidos diferentes. Una de las lecciones de nuestros estudios es que la idea de los cinco sentidos es un poco ingenua. Puedes decir que la propiocepción es el sexto sentido. ¿Y qué pasa con la sensación de temperatura? ¿Y la percepción de la vejiga? Eso no es el tacto, ¿qué es entonces? Es otro sentido. Así que todos estos diferentes sentidos, que en nuestra mente son muy distintos, como la percepción de la presión arterial y el estiramiento pulmonar, no son el tacto, pero todos ellos son detectados por una misma molécula. Las definiciones son difíciles de precisar, pero seguro que tenemos más de cinco sentidos.P. Usted tiene cinco reglas para hacer ciencia. R. Sí, y creo que estas reglas se aplican a todas las disciplinas creativas, no solo a la ciencia. La regla número uno es que no hay que estar ocupado todo el tiempo. Es más fácil decirlo que hacerlo, pero es muy importante. Si estás muy ocupado, no eres creativo. Yo dejo espacios de tiempo para mí mismo. Por ejemplo, los martes no tengo reuniones. Tengo tiempo para pasarlo en el laboratorio pensando y leyendo. La regla número uno es que no hay que estar ocupado todo el tiempo: si estás muy ocupado, no eres creativoP. ¿Qué más?R. Cambiar de área de trabajo. Yo lo comparo con ser inmigrante. Cuando eres inmigrante, vas a un país nuevo y ves que la gente hace las cosas de maneras diferentes. Entonces, adoptas las maneras que tienen sentido para ti, pero mantienes las que también tienen sentido para ti. Y las mezclas. Y cambiar de área en la ciencia es lo mismo. Vas a un campo nuevo, llevas contigo tu conocimiento sobre cómo hacer las cosas, pero también aprendes del nuevo campo y combinas. La regla número 3 es: Rodéate de críticos. Especialmente cuando ganas el Premio Nobel, la gente te critica menos. Tengo colegas cercanos y amigos que me avisan cuando estoy equivocado. Cuando tienes éxito, empiezas a creer que lo sabes todo, pero no es así. Por eso necesitas a alguien que te diga, constantemente, que estás diciendo chorradas. P. La cuarta regla es no hacer caso de los consejos. R. Esa es graciosa, ¿no? Ofrezco consejos y uno de ellos es no seguir los consejos. A veces la gente hace caso de lo que dice una autoridad solo porque es una autoridad, pero tienes que comprobar si tiene sentido para ti. Si alguien te dice que hagas algo y no tiene sentido para ti, no lo hagas. La regla número 5 es mi principal motivo para hacer ciencia: porque es divertida. Me encanta que estemos haciendo investigación traslacional para encontrar medicinas, pero mi objetivo siempre ha sido hacer investigación impulsada por la curiosidad. Si repasas la historia de la ciencia, la investigación impulsada por la curiosidad es la que suele dar las aplicaciones más importantes. Así que creo que la sociedad necesita aprender que la mejor manera de hacer ciencia, la mejor manera de encontrar futuras medicinas, es financiar la investigación impulsada por la curiosidad. Y las aplicaciones llegarán. Hay muchos ejemplos de esto. La técnica CRISPR, que es famosa por manipular el ADN y está revolucionando la biotecnología, se basa en la ciencia de cómo los virus infectan a las bacterias.P. Precisamente se debe al trabajo de un microbiólogo español, Francis Mojica, aquí cerca.R. Sí, pero la gente piensa: ¿A quién le importa esa investigación? He escuchado que, cuando se descubrió la electricidad, alguien preguntó: “¿Y esto para qué sirve?”. Pues ahora es importantilla.

Shares: