El titular del Juzgado de Instrucción número 14 de Madrid, Carlos Valle, ha dictado un auto por el que archiva la investigación abierta contra un miembro del Frente Atlético al que se acusaba, entre otros hechos, de un presunto delito de odio por haber amenazado e insultado “negra de mierda” a una niña de ocho años que vestía una camiseta del Real Madrid con el nombre de Vinicius Jr. Los hechos se produjeron en el exterior del Estadio Metropolitano en septiembre de 2023 en los prolegómenos del partido de LaLiga entre ambos equipos que terminó ganando el conjunto local por 3-1.El magistrado concluye en su resolución ―dictada el pasado 11 de febrero y conocida este lunes― que la investigación ha permitido confirmar que el joven estuvo aquel día en el lugar donde se produjeron los hechos, pero no que fuera él quien insultó y agredió a la menor y a los familiares que le acompañaban, por lo que ordena el sobreseimiento provisional de la causa. El archivo, que había sido pedido por el abogado Juan Gonzalo Ospina, que lleva la defensa del único imputado, no es firme y aún puede ser recurrida por las partes.Los hechos se remontan al 24 de septiembre de 2023 cuando la madre y la tía de la víctima, acompañadas de la niña y otros dos menores, se encontraban junto a la puerta número 40 del estadio del Atlético de Madrid para asistir al partido. En su auto, el juez destaca que la niña “es de color y portaba una camiseta del Real Madrid con el nombre de Vinicius”. En ese momento, siempre según el relato recogido en la resolución judicial, “varios de los aficionados del Atlético de Madrid allí presentes comenzaron a proferir insultos contra ellas, manifestando expresiones como ‘Vikingos no, madridistas hijos de puta, fuera de aquí, iros de aquí que os vamos a matar, negra de mierda”.Las mujeres detallaron que uno de ellos, “que tenía unos 22 años y portaba una camiseta negra” llegó a golpear a una de ellas con su puño “en el brazo hasta en dos ocasiones, siendo él quien dijo ‘negra de mierda, iros de aquí que os vamos a matar’, tras lo cual se ocultó entre la multitud”. La tía de la niña presentó una denuncia en comisaría por los delitos de odio, lesiones, amenazas y contra la integridad moral. Meses después, la Policía detuvo a un integrante del Frente Atlético como presunto autor de aquellos hechos.En su declaración ante el juez, el joven reconoció que aquel día estuvo “en esa zona con sus amigos junto a muchas otras personas, y que, si bien reconoce que se profirieron cánticos contra el Real Madrid, niega haber hecho gestos de ninguna clase, haber dicho ‘negra de mierda’, o haber visto siquiera a las denunciantes”. A raíz de esta declaración, el magistrado ordenó una rueda de reconocimiento, que se realizó el pasado 8 de enero, “en la cual las denunciantes reconocieron claramente” al joven como la persona que las había increpado y golpeado, como ya habían hecho ante la policía.El juez concluye ahora que tanto la versión del miembro del Frente Atlético como la de las víctimas son “igualmente coherentes y creíbles”, a pesar de resultar “opuestas y contradictorias entre sí”. No obstante, recalca que la declaración de las denunciantes no se ha podido finalmente corroborar con otras pruebas durante la investigación, ya que “las fotografías y los vídeos” recopiladas “únicamente acreditan” la presencia del joven en el lugar, como él había admitido, “pero no aportan indicios suficientes de la realización de los actos que se le atribuyen”, por lo que prevalece la presunción de inocencia de este.En este sentido señala que las imágenes grabadas por un periodista permitió observar “a las denunciantes, quienes llevan cogidas a los menores, una de los cuales tiene puesta la camiseta del Real Madrid” y que junto a ellas “se encuentra una multitud de varias decenas, incluso cientos, de aficionados del Atlético de Madrid, y, aproximadamente a unos 5 o 10 metros de las denunciantes, separado de ellas por unas 10 o 15 personas” se encontraba el investigado. No obstante, recalca la resolución judicial, en este vídeo “no se aprecia ningún tipo de agresión, amenaza, insulto o actitud hostil del investigado hacia las denunciantes”. El periodista que las grabó declaró a la Policía que él no pudo ver tampoco el momento en el que las víctimas recibían los golpes o eran insultadas.Por todo ello, el magistrado concluye que, a pesar del “carácter gravemente delictivo de las expresiones denunciadas” no procede seguir con la causa al considerar que “no hay indicios suficientes para entender debidamente justificada la perpetración de los delitos” por parte del investigado y ordena el sobreseimiento provisional de la causa. En el mismo auto, el juez también rechaza la práctica de nuevas diligencias que habían solicitado las denunciantes al considerar que las mismas no iban a aportar a la investigación nuevos “indicios concretos que permitan inferir” la participación del único detenido en los hechos.

Shares: