Desde el 2022, las agresiones sexuales a mujeres y niñas en los conflictos armados han aumentado un 50% en un mundo cada vez más violento. Este es solo uno de los datos del nuevo informe de ONU Mujeres, publicado en vísperas del 8M y titulado Los derechos de las mujeres bajo examen, 30 años después de Beijing. En él se analizan los avances y retrocesos en materia de igualdad en ese tiempo en 159 países. Una de las conclusiones es que, pese a los progresos que ha habido, los retos son enormes: uno de cada cuatro de estos países ha experimentado un retroceso en los derechos de las mujeres en 2024, según los datos que han ido remitiendo al secretario general de la ONU.Este año se cumplen 30 años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, la hoja de ruta de referencia en la ONU sobre los derechos de la mujer respaldada por 189 países y firmada en 1995. ¿Logros? Los hubo. Se ha llegado a la paridad en la educación de las niñas y la mortalidad materna se ha reducido en una tercera parte ―aunque se ha estancado desde el 2015―, la representación de las mujeres en los parlamentos ha aumentado más del doble y los países siguen aboliendo leyes discriminatorias. El 88% de los países han aprobado leyes para eliminar la violencia contra la mujer. Sin embargo, asegura el informe, “la discriminación de género sigue profundamente arraigada en las estructuras de las economías y las sociedades”. Esto impone una limitación “crónica” al progreso de los derechos de la mujer y el debilitamiento de las instituciones democráticas que aparece junto con “una reacción negativa contra la igualdad de género”.Ewa Widlak, presidenta del Comité Nacional de ONU Mujeres España, explica a EL PAÍS sobre el escenario actual: “observamos más movimientos antifeministas, un incremento de ataques (especialmente en América Latina) de activistas para los derechos humanos, hay más polarización. La situación está más complicada”.Sobre el informe, Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, dice: “Los derechos humanos de las mujeres están siendo atacados en todo el mundo. En lugar de asistir a una generalización de la igualdad de derechos, lo que se está generalizando es la misoginia”, según ha publicado ONU Mujeres.Avances lentos y desigualesSegún el informe, desde 1995 a 2024 se desarrollaron 1.531 reformas para fomentar la equidad de género. No obstante, las mujeres solo cuentan con el 64% de los derechos que tienen los hombres. En los parlamentos, pese a que la presencia de las mujeres se ha duplicado, los hombres siguen representando tres cuartas partes. Solo 87 países han sido liderados por una mujer y las mujeres representan 2 de cada 10 líderes ministeriales.Widlak comenta que “los esfuerzos han sido insuficientes y, sobre todo, desiguales”. Explica, además, que vivimos un momento complicado para la igualdad por la cantidad de conflictos armados que hay actualmente, las consecuencias de la pandemia, la emergencia climática ―donde la mayoría de refugiados son mujeres y niñas― y el aumento de precios. Lo que se necesita es inversión para financiar programas potentes, pero las iniciativas para la igualdad de género reciben financiación muy baja, dice.Entrevista con Ewa Widlak, presidenta de ONU Mujeres España, en noviembre de 2022.INMA FLORESEn cuanto a los espacios laborales, los países han emitido leyes contra la discriminación de género. En los últimos 30 años pasaron de ser 58 a ser 162 los que lo habían hecho. Pese a ello, solo el 63% de las mujeres de 25 a 54 años forma parte de la fuerza de trabajo, frente al 92% de los hombres. Las mujeres, además, siguen desempeñando 2,5 veces más de trabajo de cuidados no remunerado.Con cada crisis, indica el informe, las mujeres tienen más probabilidad de perder trabajos y que incremente la carga de trabajo no remunerado.Para Widlak, no se puede llegar a una igualdad en el trabajo si no hay leyes que apoyen a las mujeres. Leyes que trabajen la igualdad salarial, la conciliación, los permisos de maternidad y paternidad, una red de cuidados. “Necesitamos leyes, infraestructura, empresas que lo entiendan y un cambio de mentalidad”, dice. Sin embargo, también apunta que para ello es necesario que las mujeres ingresen, en igualdad de condiciones, a la política, pues “no se puede decidir sobre la vida de una mujer sin tomar en cuenta su perspectiva”.Según el documento de ONU Mujeres, a la velocidad que avanza la situación, se necesitarían 137 años más para eliminar la pobreza extrema en niñas y mujeres.El informe concluye que la respuesta a la violencia contra las mujeres y niñas aún no ha alcanzado la magnitud del problema, “más aún en una época de reacciones misóginas”. Una de cada tres mujeres a lo largo de su vida sufre de violencia psicológica o sexual. Y, desde el 2022, los casos de violencia sexual relacionadas a conflictos han aumentado en un 50% y el 95% de quienes lo sufren son mujeres y niñas.UNICEF, ONU Mujeres y Plan Internacional han publicado el informe Niñas con metas: la evolución de los derechos de las adolescentes a lo largo de los últimos 30 años, un colectivo que consideran invisibilizado. Sostiene que 650 millones de niñas y mujeres han sufrido violencia sexual en la infancia y casi una de cada cinco niñas en el mundo se casa antes de los 18 años.Matrimonios forzados de niñasJulia López, gerente de Incidencia Política e Investigación de Plan Internacional, explica: “[La violencia] tiene impactos a lo largo de su vida como abandono escolar, impacto en la salud mental, bienestar emocional y de desarrollo. Los matrimonios forzados o crisis y conflictos también supone una pérdida de oportunidades a futuro”.Aunque la cifra de niñas sin escolarización ha disminuido casi a la mitad, todavía hay cifras alarmantes. Casi 4 de cada 10 adolescentes y mujeres jóvenes no termina el segundo ciclo de educación secundaria y, en los países de ingresos bajos, 9 de cada 10 no tienen acceso a internet ―mientras que sus pares hombres tienen el doble de probabilidad de estar conectados―.Catherine Russell, Directora Ejecutiva de UNICEF, ha indicado: “Invertir en ámbitos clave como la educación, las competencias, la protección y los servicios esenciales de salud y nutrición puede permitir a las adolescentes de todo el mundo desarrollar su potencial y fortalecer así a comunidades y países enteros”, según una publicación de la institución.

Más violencia, desigualdad y un puñado de avances: 30 años de lucha feminista en la ONU | Sociedad
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