Nieves Noval (Gran Canaria, 44 años) trabaja en la delegación española de ClientEarth, una organización ambiental enfocada en la acción judicial. María Victoria Hormigos (Negreira, Galicia, 46 años) colabora con el grupo ecologista Amigas de la Tierra. Las dos son abogadas y han conseguido uno de los mayores triunfos en los tribunales contra la contaminación provocada por la ganadería en Europa. El pasado 11 de julio, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia sentenció que la intoxicación del agua a causa de los vertidos de macrogranjas durante años en el embalse de As Conchas (Lobeira, provincia de Ourense) vulnera derechos fundamentales de los habitantes de la zona y condenó por su inacción a la Xunta de Galicia y a la Confederación Hidrográfica Miño-Sil y Limia, a las que obliga a reparar el desastre y a indemnizar a los vecinos con una cantidad de 1.000 a 30.000 euros al mes hasta que estos recuperen sus derechos.Pregunta. Antes de esta demanda, los afectados por la contaminación ganadera en As Conchas habían presentado más de 80 escritos de queja, pero nunca habían acudido a los tribunales. ¿Por qué?Nieves Noval (NN). Son casos muy complicados y costosos. Para una comunidad rural, presentar una demanda así es muy difícil.María Victoria Hormigos (MVH). Piensa que llevamos casi dos años y medio con este caso, para prepararlo bien. Toda la parte científica ha sido muy lenta, teníamos cinco científicos de alto nivel. Un especialista en nitratos, un especialista en cianobacterias, bacterias y bacterias resistentes, un especialista en salud, un especialista en olores, un especialista en el origen de la contaminación. P. Debe ser muy frustrante para los afectados sin tantos recursos no poder recurrir a los tribunales.NN. Absolutamente, por eso una de las razones de presentar estos casos estratégicos por parte de organizaciones que tenemos más capacidad es que luego sean replicables, para que resulte más fácil para los demás. P. ¿Conocían de cerca lo que ocurría en As Conchas antes de empezar a trabajar en la demanda?MVH. Sabíamos que la situación del agua contaminada era muy grave y que había vecinos que sufrían malos olores. Pero cuando nos metimos en el caso, ya con científicos y análisis, nos encontramos con las bacterias. NN. Los vecinos viven una situación absolutamente insostenible. De junio a septiembre no pueden abrir las ventanas por el mal olor, pero esto es una centésima parte del problema de salud por la contaminación de la ganadería.MVH. Tú entras allí y es superfuerte el olor a huevos podridos. Evidentemente, si huele así es porque algo no es bueno. Y percibes la preocupación constante de los vecinos porque no saben cómo les afecta lo que respiran o la cosa verde del agua del embalse. Luego, además, está la tristeza porque todo el entorno en el que se criaron ya no tiene nada que ver con lo que era.NN. Cuando ves lo que hay, haces el caso tuyo. MVH. Sí, se vuelve personal.P. ¿Qué sabían antes de cianobacterias?MVH. Nosotras somos abogadas. Para preparar la demanda, hemos tenido que aprender de cianobacterias y de bacterias. Hemos tenido el mejor maestro, [el catedrático] Eduardo Costas nos llevó a la Universidad Complutense y nos estuvo dando clases, con pizarrita incluida.Las abogadas Noval (izquierda) y Hormigos (derecha), en la sede de ClientEarth en Madrid.Jaime VillanuevaP. ¿Por qué son tan importantes estos microorganismos en el caso As Conchas?MVH. Para nuestra sorpresa, encontramos en el embalse más de 400 bacterias peligrosas para el ser humano. NN. Tanto patógenas como tóxicas, que son dos conceptos distintos. Y luego descubrimos que algunas eran resistentes a antibióticos. MVH. Además, encontramos esas bacterias también en el aire, es decir, microgotas del embalse eran transportadas por el viento a las viviendas, la gente estaba respirando bacterias resistentes.P. ¿Cómo deciden su estrategia legal?NN. La primera decisión importante era si íbamos a hacer responsables a las administraciones o las propias empresas ganaderas. Decidimos ir contra las administraciones. Este es uno de los primeros casos en contra de la contaminación de la ganadería industrial en general en España que va más allá de impugnar una autorización o la extensión de una granja. Lo siguiente era decidir si orientábamos la demanda en la inactividad de las administraciones o íbamos por la vía de los derechos fundamentales. Aunque estos casos son muy complicados, optamos por la vulneración de derechos fundamentales porque teníamos claro que el impacto que iba a crear era muchísimo mayor y que la protección que podíamos otorgar a estas personas y a otras comunidades afectadas en Europa era muchísimo mayor. Si presentas un caso de derechos fundamentales, es como un caso de todos. P. ¿Qué pasa cuando sus especialistas presentan en el tribunal los resultados de sus peritajes?MVH. Fue muy contundente, los estudios científicos son clarísimos.NN. La práctica de la prueba fueron seis horas escuchando a nuestros científicos. Un médico explicó lo dañino que es para la salud toda la contaminación encontrada en As Conchas, con los demandantes presentes, y fue muy duro para ellos escucharlo. Se les quedó muy mal cuerpo y al terminar se fueron a casa.P. ¿Cómo es el momento en el que se enteran de que han ganado la demanda?MVH. Nos llegó el fallo por nuestro procurador y… lloró mucha gente. Es que fueron muchas noches sin dormir, muchos microinfartos, muchas angustias y mucha implicación emocional.NN. Ha sido uno de los momentos más emocionantes de mi carrera. Tenemos un grupo de Whatsapp con los demandantes y solo pusimos: “Hemos ganado”. No te puedes imaginar lo que nos llegó de vuelta. Los vecinos cuentan que para construir la presa de As Conchas en 1948 les quitaron las casas a sus padres y nos dijeron que ahora era la segunda vez que les habían olvidado… [se emociona] hasta que llegamos nosotras. Es muy emocionante.P. ¿Qué implica la sentencia?NN. Esta es la primera sentencia que vincula contaminación por ganadería industrial y derechos fundamentales en Europa. Existe también el caso de López Ostra [ganado por una vecina de Lorca (Murcia) en 1994]que afecta específicamente al tema de los olores, pero este el primero que relaciona ganadería industrial y contaminación del agua. Y es muy importante porque crea un precedente, no crea jurisprudencia, para eso hace falta dos sentencias del Supremo, pero sí un precedente. Es una sentencia superpoderosa.P. ¿Qué pasa si la Xunta y demás administraciones condenadas recurren ahora la sentencia?NN. Ya han dicho que van a recurrir al Supremo y esto supone que no es ejecutable la sentencia. Calculo que, si ellos siguen recurriendo o si nosotros perdemos en el Supremo y hay que acudir al Constitucional, esto se puede alargar unos dos años o así. P. Entonces, la batalla legal no ha terminado.MVH. La batalla sigue.NN. Sigue la batalla, sí. Pero este es un precedente muy poderoso para otras comunidades. De hecho, nos están contactando de muchísimos pueblos de Europa con contaminación ganadera. La desgracia es que va a pasar tiempo hasta que los habitantes de As Conchas vean ejecutarse la sentencia. MVH. Yo echo de menos que las administraciones asuman responsabilidades. En vez de decir, vale, tenemos un problema, aquí pasa algo y hay que arreglarlo, van a dilatar todo lo que puedan que estas personas vean restablecido su derecho. Es una pena.

Las abogadas de As Conchas: “Nos están contactando de muchísimos pueblos de Europa con contaminación ganadera” | Clima y Medio Ambiente
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