El sur del Cauca vive una de sus peores crisis de seguridad en los últimos años. La guerra ha evolucionado. Ya no se trata solo de fusiles o minas sembradas: hoy, drones artesanales cargados con explosivos sobrevuelan veredas y campamentos militares. Señala que a pesar de acciones, se necesita el Estado. Foto:En medio de esta escalada violenta, el general Federico Mejía, comandante de la Tercera División del Ejército Nacional, confirma en entrevista con EL TIEMPO un nuevo foco de preocupación: el desdoblamiento de la estructura Carlos Patiño en una nueva línea armada conocida como Andrés Patiño, que estaría tomando fuerza en el Macizo Colombiano.En su análisis, el general también advierte sobre las limitaciones del Estado para consolidar su presencia en zonas críticas como el Cañón del Micay, donde si bien las tropas han logrado avances, la oferta institucional no llega con la misma contundencia. LEA TAMBIÉN General, ¿qué está pasando hoy en el Cauca, cómo van las operaciones? Vemos cómo aumentan los ataques. ¿Se agudiza la crisis?Sí. Hoy estamos acompañando a nuestras tropas en el desarrollo de grandes operaciones, como una que se realiza contra una estructura nueva, que se desdobla de la Carlos Patiño: es la estructura Andrés Patiño, que intenta posicionarse en el Macizo Colombiano.Esa zona también está siendo disputada por otras estructuras armadas, y gracias a nuestras operaciones hemos logrado ocasionar grandes afectaciones, no solo a esta nueva estructura, sino también al Eln. Este conflicto ha mutado y requiere una reacción igual de dinámica.Alias ‘Giovanný’, presunto cabecilla de la comisión ‘Carlos Patiño’ en Argelia, Cauca. Foto:Cortesía redes socialesCon tantos ataques, ¿han tenido dificultades para contrarrestarlos, en especial los realizados con drones?Claro. No todo se puede abarcar. Son ataques diarios. Pero la fuerza pública ha sido equipada, por el Ministerio de Defensa y gobernaciones, con sistemas de inhibidores de drones.Muchos de estos drones son artesanales, no tienen una cadena comercial, lo que hace que a veces no puedan ser bloqueados. Sin embargo, nuestros sistemas se actualizan constantemente y eso ha permitido neutralizar varios ataques. Esta es una guerra que cambia a diario y nosotros también lo hacemos para contrarrestarla. LEA TAMBIÉN ¿Cuántos de estos ataques se han presentado?A lo largo de este año, hemos registrado 96 eventos violentos y 315 ataques con artefactos explosivos, muchos de ellos lanzados desde drones. Estos ataques han herido a militares y civiles.¿Y en el Cañón del Micay, qué obstáculos han tenido para que llegue la presencia del Estado?Allí hay grandes vacíos institucionales. Hemos contado con apoyos puntuales, como el del Ministerio TIC, que donó más de mil computadores para fortalecer la educación. También han llegado algunos programas de sustitución de cultivos, aunque tímidos.Sin embargo, hace falta una acción unificada del Estado, que llegue a la misma velocidad con la que lo hace el Ejército. Hoy eso no pasa. El acompañamiento de otras instituciones no ha sido constante ni suficiente.Tensión en el norte del Cauca, en algunas tierras. Foto:Archivo particular¿Cuáles son esas falencias concretas que más los han afectado?Nos hemos quedado cortos en proyectos clave como arreglo de vías, construcción de acueductos, y en atender necesidades básicas insatisfechas. Los campesinos necesitan opciones reales para vivir con dignidad: seguridad alimentaria, infraestructura, presencia institucional sostenida. LEA TAMBIÉN Desconozco los temas contractuales, pero la ejecución ha sido muy lenta. Mientras nosotros llegamos a controlar el terreno, la oferta del Estado se queda atrás, y eso afecta directamente la consolidación de nuestros esfuerzos. La ofensiva militar en el Cauca ha obligado a las disidencias a mutar y multiplicarse. Pero como bien lo advierte el general Mejía, sin una presencia estatal efectiva y sostenida, la fuerza pública seguirá enfrentando sola una guerra cada vez más tecnológica y fragmentada.

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