Un pueblo de 200 habitantes de la España rural, Morón de Almazán, una de las plazas renacentistas más bellas del país, un palacio del siglo XVI perteneciente a la poderosa familia de los Hurtado de Mendoza —hoy sede del museo provincial del Traje Popular de Soria—, y una exposición única: Ibérica Pura, indumentaria de las serranías silentes. Un viaje a través del vestir de las clases populares que permite comprender cómo era la vida en las serranías ibéricas a finales del siglo XIX y principios del XX.Cada pieza de esta muestra es un documento sociológico que revela aspectos íntimos de la cotidianeidad. “Hemos querido dar voz a la gente de la España vaciada, a la gente de las serranías donde hoy prima el silencio. El 99% de estas piezas ha salido de las casas para mostrarse en esta exposición y no se habían expuesto nunca o, por lo menos, no se habían visto desde hace 100 años”, asegura Enrique Borobio, comisario de la exposición y técnico de cultura de la diputación de Soria.Más informaciónEn el año 1925, el Palacio de Bibliotecas y Museos de Madrid, actual Biblioteca Nacional, acogió la exposición más grande del traje regional y popular que se había organizado hasta la fecha en España. Desde entonces, no ha habido ninguna iniciativa similar. No es casualidad que este 2025 haya sido elegido el museo del Traje de Morón de Almazán para rendir homenaje a este centenario y dedicar la muestra a la zona del Sistema Ibérico, el sistema montañoso que se extiende desde la cabecera del Duero hasta el Mediterráneo. Indumentarias regionales en la exposición ‘Ibérica Pura: Indumentaria en las serranías silentes’. Imagen cedida por la organización.El objetivo primordial de la muestra es reconstruir la riqueza cultural del vestir popular de estas tierras, explorando las interconexiones y particularidades de 10 provincias: Burgos, Soria, La Rioja, Zaragoza, Teruel, Guadalajara, Cuenca, Valencia, Castellón y Tarragona. Borobio cuenta que, además de mostrar los trajes divididos por territorios, se han destacado ciertas piezas para ver sus nexos de unión: pañuelos blancos, blusas de hombre, sayas, capas, mantones… “El objetivo es que se puedan apreciar las diferencias y semejanzas entre ellas, lo que explica que pueblos muy alejados entre sí tuvieran modas similares. Lo que varía es la colocación de las prendas y pequeños detalles”, explica.Uno de los aspectos más sorprendentes de la exposición es que, gracias a una ardua y laboriosa tarea de investigación, que se ha extendido a lo largo de un año, se han podido recopilar y exponer mil piezas de indumentaria, joyería y otros objetos. Entre ellos, medio centenar de conjuntos de vestir completos, pertenecientes a personas con nombre y apellidos. Es decir, no se trata de recreaciones, sino de vestidos que fueron usados, probablemente durante siglos, y que tienen una historia y una vida. Indumentarias tradicionales en una parte de la exposición ‘Ibérica Pura: Indumentaria en las serranías silentes’. Imagen cedida por la organización.El gran valor de esta muestra y aquello que le confiere una sensibilidad y un talante emotivo especial es el cariño, la dedicación y la generosidad de las personas que han prestado los trajes. El equipo de investigación dice que dentro del Sistema Ibérico había zonas muy trabajadas desde el punto de vista etnográfico, como en el interior de Valencia o Tarragona, en relación con la indumentaria. Sin embargo, no ha sucedido así con todas las zonas rastreadas: “Hemos investigado en la serranía conquense y en Guadalajara para poder mostrar trajes completos que no se habían visto nunca en una exposición. Hay trajes como los de La Rioja que solo habían salido a la exhibición de 1925. Hemos encontrado sobre todo la generosidad de la gente que nos ha cedido los trajes: para ellos es más que un legado de su familia. Estamos muy satisfechos por el trabajo de campo tan brutal que se ha realizado”, cuenta Borobio.El falso mito de una España en blanco y negroFotografías de finales del siglo XIX y principios del XX de zonas de la España vaciada. Imagen cedida por la exposición ‘Ibérica Pura: Indumentaria en las serranías silentes’.Acercarse a Morón de Almazán es una oportunidad única para romper uno de los mitos más arraigados y extendidos de una España no muy lejana. Al visitante le impactará descubrir que, aunque las fotografías que nos llegan de la época son obviamente en blanco y negro, las gentes de las serranías vestían ropas de vistosos colores y en muchas ocasiones adornadas con motivos dorados o llamativos veteados. Uno de los aspectos más reveladores de Ibérica Pur­a es que los trajes expuestos despliegan una paleta cromática sorprendente: rojos intensos, azules profundos, verde esmeralda y dorados. En la segunda planta de esta muestra se puede contemplar infinidad de sayas, bajeras y encimeras, de vistosos colores y adornadas en su mayoría con bordados o recortes. El rojo, por ejemplo, estaba muy de moda porque se obtenía fácilmente con tintes naturales. Los pájaros son elementos ornamentales típicos, ya que en el sustrato popular europeo es un animal mitológico. El valor inmaterial y sentimental de estas prendas constituyen el verdadero tesoro de esta exposición, tras la que se esconden mil anécdotas y curiosidades. Cada traje, cada complemento, cada detalle ornamental representa siglos de sabiduría popular, de adaptación al medio, de creatividad artística y de identidad y orgullo territorial. En Ibérica Pura puede contemplarse una de las míticas capas de pastor de color blanco de Villaciervos (Soria), retratada por el pintor Joaquín Sorolla. Asimismo, hay trajes de pastores de finales del siglo XIX creados totalmente con pieles. Entre algunas historias personales conmovedoras, destaca la de una mujer de Regumiel de la Sierra (Burgos) que hoy tiene casi 100 años y ha cedido una saya de su abuela, que ronda los 150 años.Detalle de vestimentas tradicionales de la exposición ‘Ibérica Pura: Indumentaria en las serranías silentes’. Imagen cedida por la organización.Un museo de referencia en el sector de la moda española El palacio de los Hurtado de Mendoza se convirtió hace 12 años en sede del museo provincial del Traje Popular de Soria para dinamizar culturalmente el mundo rural. Concebido con la idea de generar cultura desde un núcleo de la España vaciada, hoy es un centro de referencia en el sector de la moda española y uno de los museos de mayor prestigio en España. “Este museo es una especie de centro de investigaciones del patrimonio cultural inmaterial y material de la provincia de Soria ligado al mundo popular. Siempre hemos buscado conocer la trazabilidad de las prendas porque nos interesa exponer con rigor: quién ha vestido la prenda, de dónde es… Nosotros somos el armario de la provincia”, afirma el comisario de la muestra. Algunas piezas han sido rescatadas de la basura, otras, adquiridas en aplicaciones de segunda mano como Wallapop o en puntos limpios. El museo alterna cada dos años exposiciones específicas ligadas al vestir de la provincia de Soria, con muestras temporales de gran éxito relacionadas con la indumentaria popular y la moda de España. Entre ellas, una muestra dedicada a la evolución del traje de novia (con atuendos llegados de toda España, Europa y América); el traje de maja y la importancia del mundo del toro en la moda, o el traje del siglo XIX dedicado a la figura de los hermanos Bécquer y sus trabajos costumbristas sobre la moda (fueron pioneros en documentar la indumentaria de las provincias españolas a finales del siglo XIX). La idea es que el visitante tenga siempre un reclamo para volver a Morón de Almazán y visitar la muestra: “Este museo tiene un ciclo: siempre buscamos un leitmotiv vinculado a la provincia de Soria. El museo tiene que estar vivo para atraer turismo, cultura, proyectos de investigación…”.Mantones regionales de la exposición ‘Ibérica Pura: Indumentaria en las serranías silentes’. Imagen cedida por la organización.Hasta diciembre de 2025, el viajero tiene la oportunidad de explorar esta pequeña pero majestuosa villa y deleitarse con la exposición Ibérica Pura. Una invitación excepcional para redescubrir la complejidad y la belleza de una España que, lejos de los estereotipos, supo crear un universo estético y cultural de extraordinaria riqueza.

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