Colombia tiene sembrada en coca el área de Bogotá (163.000 ha), Medellín (37.621 ha) y parte de Cali (56.025 ha) juntas. De las 376.000 hectáreas cultivadas en el mundo, el país tiene el 67 por ciento, es decir 253.000, siendo el principal productor a nivel mundial.El último Informe Mundial de Droga, del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos de la ONU, revelado esta semana, confirmó una realidad que no sorprende en los últimos 20 años: que el país sigue estando en el deshonroso primer lugar del ranking de narcocultivos y producción del alcaloide en todo el mundo.Son cifras basadas en los juiciosos monitoreos del Sistema Simci, que mostraron que en 2023 (los últimos datos disponibles) los narcocultivos crecieron un 12 por ciento en el país, pero la productividad potencial (o sea, las toneladas de cocaína que pueden obtenerse de esas matas) se disparó como nunca antes.Cultivos ilícitos. Foto:Juan Pablo Rueda. EL TIEMPOEsa cocaína que está inundando los mercados mundiales, que está relacionada con lo que ocurre en el país. La alerta de Naciones Unidas representa un campanazo adicional al desbalance de la estrategia antinarcóticos del gobierno del presidente Gustavo Petro, que está a meses de enfrentarse a un escenario aún más complejo por una eventual descertificación de su lucha contra la droga por parte de Washington.Por ese mar de coca, concentrada en 14 enclaves productivos, el rendimiento promedio de alcaloide que se le extrae a cada mata se ha disparado. Solo en el 2023, los narcos lograron un nivel de producción de cocaína equivalente a seis veces el que tenían hace menos de 10 años. El rendimiento promedio de hoja de coca fresca y su producción potencial crecieron en 33 y 50 por ciento, respectivamente.Pese a que las incautaciones de los embarques de cocaína, que de Colombia salen con un nivel de pureza de hasta el 94,4 por ciento –según Simci– siguen rompiendo récords, la producción potencial es más alta cada año.El año pasado, las autoridades nacionales confiscaron 883 toneladas de clorhidrato, y en lo que va de 2025 van 403, un 8 por ciento más que en el mismo periodo de 2024. Sin embargo, la producción potencial —la cantidad de droga que se obtendría si las 253.000 hectáreas cultivadas se procesaran— alcanzó el techo histórico de 2.664 toneladas, de las 3.708 producidas en todo el mundo. Es decir, el 71,8 por ciento.Para expertos en el tema, el éxito de la sustitución voluntaria depende de proyectos sostenibles Foto:Julián Ríos Monroy. EL TIEMPOEl año pasado, el país no logró la modesta meta de 10.000 hectáreas de la hoja destruidas (la más baja en la historia de la lucha antinarcóticos) que plantó el Gobierno. Según Mindefensa, la cifra oficial del 2024 quedó apenas en 9.403. Esa cantidad equivale a menos de la treceava parte de los narcocultivos destruidos manualmente en 2020 (130.147 hectáreas).En 2023 al menos 16 de los 19 departamentos con coca mostraron tendencia creciente en los cultivos. Cauca y Nariño fueron los más afectados con ese crecimiento, y se mantuvieron los 15 enclaves que concentran el 39 por ciento de las matas sembradas en todo el país. En el Catatumbo, que este año vivió la peor crisis humanitaria de su historia por la pelea entre el Eln y las disidencias por el control de la coca, sigue estando el mayor enclave productivo para los narcos en el país.Lo que se está viendo en las regiones, señalan fuentes de la Policía, es que la política más tolerante hacia el crecimiento de los cultivos ilegales está siendo aprovechada al máximo por los peces grandes del negocio. Cultivos más maduros, que nunca han sido afectados ni por las fumigaciones ni por las brigadas de erradicadores, aumentan su productividad año tras año, potenciados por prácticas agrícolas que mejoran el rendimiento de la hoja y que hoy se están esparciendo.Casi la mitad de la coca sembrada en Colombia está en zonas protegidas: 20 por ciento en tierras de comunidades negras, 10 por ciento en las de comunidades indígenas, 4 por ciento en parques nacionales naturales y un 14 por ciento en áreas de reservas forestales.Aspersión cultivos coca Foto:Federico Puyo. El TiempoEsta realidad terminó jalonando al alza el indicador mundial de producción potencial de alcaloide que se resiste a ceder a la oferta cada vez más diversificada de nuevas sustancias. De hecho, de acuerdo con Naciones Unidas, si bien la marihuana, con 244 millones de usuarios, sigue siendo la droga más consumida, la cocaína fue la que tuvo un mayor crecimiento en la demanda. Según la última medición, unos 25 millones de personas consumieron el alcaloide.El mercado de la coca, dinamizado por la realidad en Colombia, está en boom. “Las Américas y Europa siguen siendo los dos principales mercados de consumo de cocaína. La demanda ha aumentado en África y Asia en los últimos veinte años, pero sigue siendo desigual en el plano regional”, dice Naciones Unidas en su informe, que fue recibido con distancia por el gobierno del presidente Petro.“Es evidente nuestro calvario. Por eso, desde hace 50 años ha corrido mucha sangre en Colombia. Cerca de 200.000 asesinatos en el país, muchos de los cuales en el Catatumbo, que ha sido una de las zonas más expuestas a este fenómeno que generan, no los colombianos, sino unos consumidores de sustancias a los cuales las leyes de sus países les prohíben consumir”, dijo.Los cultivos de coca en el Catatumbo son una de las razones de los enfrentamientos. Foto:AFPLas rentas ilícitasDe por medio están las jugosas rentas que les llenan los bolsillos a los narcos. Entre 2015 y 2019, los capos colombianos movieron entre 1.200 a 2.600 millones de dólares. No obstante ser los principales productores, este flujo de caja es de lejos superado por la economía criminal en México que en el mismo lapso movió 12.100 millones de dólares, que se combinan con los mercados de metanfetaminas y heroína.Por esta entrada de dineros oscuros, los principales actores y financiadores son el crimen organizado transnacional, la delincuencia organizada local y los grupos armados ilegales.Por lo tanto, dice la ONU, la coca sembrada y producida está atada a los niveles de violencia de los países. En Colombia esta realidad enmarca los enclaves cocaleros, principalmente en Cauca, Putumayo, Nariño y Norte de Santander, departamentos donde los grupos armados están más posicionados.Sara Valentina Quevedo DelgadoRedacción Justicia

Rentas ilícitas y factores clave dispararon la producción de coca por seis veces en la última década en Colombia
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