Durante dos horas, en una audiencia reservada la Fiscalía entregó más detalles de su investigación por el atentado al precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, perpetrado por un joven sicario de 15 años que le disparó con una pistola Glock 9 milímetros. El caso tiene a cuatro personas judicializadas y la hipótesis preliminar de que tendría fines políticos.La diligencia a la que tuvo acceso EL TIEMPO y en la que se puso en evidencia esa tesis se realizó el domingo pasado ante una jueza de garantías de Bogotá, quien legalizó la imputación de Katerine Martínez. Esta mujer de 19 años habría jugado un papel fundamental a la hora de organizar el ataque, ya que habría acompañado a los otros implicados y le habría entregado al joven sicario el arma para dispararle a Uribe Turbay. “La víctima es Miguel Uribe, precandidato presidencial, y la tentativa de homicidio se produce por el hecho de ser senador y estar desarrollando campaña política como precandidato a la Presidencia, y es en el marco de esa campaña que se produce el atentado, siendo el senador una persona públicamente expuesta que había informado a la UNP, en varias ocasiones, la situación de riesgo en que se encontraba por sus posturas contrarias a las políticas del Gobierno, y pertenecer a un partido que se declaró en oposición”, dijo la fiscal del caso en contra de Martínez y sus socios.Katerine Martínez, capturada por atentado a Miguel Uribe. Foto:Archivo particularEl presidente Gustavo Petro reaccionó a la tesis manifestando que “eso no se puede decir, aún hoy, y aunque es, una hipótesis de investigación, aún no se puede decir con certeza, que haya fines políticos en el atentado y, peor aún, cuál interés político tendría el verdadero asesino”.Por el momento, los judicializados son el menor de 15 años, Carlos Eduardo Mora González, Katerine Martínez y William Fernando González Cruz, detenido en las últimas horas cerca del parque El Golfito, donde se ejecutó el atentado que tiene a la víctima en una UCI de la Clínica Santa Fe.El sicario usó el celular antes del atentado a Miguel Uribe. Foto:Archivo particular.Los detalles de la diligenciaLa fiscal del caso, quien tiene para esta investigación designados a cerca de 250 agentes de la Policía y la Fiscalía, hizo énfasis en que Miguel Uribe Turbay no tenía amenazas ligadas a su entorno personal, familiar o económico. Eso reflejaría que arremetieron contra él en un caso de violencia política que hasta ahora no ha llegado a las personas que ordenaron dispararle.En la audiencia, la fiscal leyó los dos delitos por los cuales Martínez responderá en juicio -porte ilegal de armas y tentativa de homicidio- mientras la procesada le prestaba atención en compañía de su abogada, adscrita a la defensoría pública. Otros de los conectados virtualmente fueron el procurador asignado bajo agencia especial y el representante de la familia de Uribe, el penalista Víctor Mosquera.Miguel Uribe está internado en la Clínica Santa Fe. Foto:Archivo particularLas observaciones de los presentes, como es el caso del procurador, fueron contestadas por la fiscal, quien en una audiencia del martes logró que la jueza le concediera el pedido de enviar a Martínez a la cárcel. El papel clave de Elder ArteagaLa última pista que se destapó en este caso es la identidad de Elder José Arteaga Hernández, el hombre que habría coordinado la logística desde antes del ataque del 7 de junio. Él en este momento es buscado por las autoridades porque, según la fiscal, es quien se puso en contacto con los ya arrestados para ofrecerles participar del atentado a cambio de plata. El ofrecimiento a Martínez constaría de 5 millones de pesos, mientras que al joven sicario se le prometieron 20 millones.Joven sicario de Miguel Uribe. Foto:ARCHIVO PARTICULAR”Estaba dispuesto a lograr el asesinato de Miguel Uribe, utilizando para ello un arma de fuego marca Glock, color negro, sin contar con permiso de autoridad competente para el porte de la misma, y utilizando como instrumento medios motorizados tipo automóvil y motocicleta. Arteaga, con el mencionado propósito, contactó a varias personas, entre ellos a un menor de edad, a Carlos Eduardo Mora y Katerine Martínez, quienes aceptaron participar del mencionado atentado”, señaló en audiencia la jueza.Carlos Eduardo Mora habría sido designado por Arteaga como el conductor del Chevrolet Spark en el que ese sábado 7 de junio se movilizó el joven sicario, en compañía de Martínez. Al parecer, en ese vehículo es que iban a fugarse, pero el menor fue aprehendido por la Policía minutos después del acto, tras recibir impactos de bala en su pierna, por parte de los escoltas de los políticos presentes en el mitín.El joven sicario saliendo del Spark gris. Foto:Suministrada por autoridadesEl último registro de la investigación que se conoce de manera pública es la captura de William Fernando González Cruz, la cual ya fue registrada ante otro juzgado de garantías. Lo que se ha destapado en las audiencias es que Katerine Martínez y el joven sicario -que se han declarado inocentes, al igual que el resto de procesados- vienen colaborando con las autoridades, en busca de posibles beneficios judiciales a cambio de delatar a los que ordenaron el atentado.Carlos López – Justicia – @CarlosL49 – carben@eltiempo.com

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