No es fácil encontrar el lenguaje para describir a un narcisista, pero la psicóloga clínica Ramani Durvasula (Nueva Jersey, 59 años) ha hecho de esa definición una misión de vida. Hoy, miles la consultan sobre el tema en un canal de Youtube, en un podcast en Spotify y en sus libros. “El narcisismo es un problema de salud pública, porque quienes nos gobiernan son narcisistas”, asegura a varios seguidores en la Feria del Libro de Bogotá. Ahora quiere crear una herramienta con Inteligencia Artificial para que los ciudadanos aprendan identificar narcisistas. “Nadie debería querer votar por líderes sin empatía”, añade en entrevista con EL PAÍS. Su libro más reciente, No eres Tú (Océano), bestseller del New York Times en 2024, fue traducido recientemente al español. Durvasula lleva más de 20 años tratando a personas narcisistas o a quienes han convivido con ellos: parejas, hijos, colegas. “Creo que en mundo de la salud mental nos equivocamos cuando dijimos que las relaciones siempre se acaban por responsabilidad de los dos. No es cierto. Cuando hay relaciones asimétricas, con un narcisista que solo te hace bullying, el responsable no eres tú”, afirma.Pregunta. Hoy la palabra “narcisismo” se usa de forma muy recurrente. ¿Abusamos del concepto?Respuesta. En años recientes, sí. Se usa para describir muchos comportamientos, y el egoísmo por sí solo no es narcisismo. Si una persona es egoísta un día, y puede luego reconocer que lo fue, no es narcisista. La poca empatía, por sí sola, no es narcisismo. Pero si todas las características están en una persona al mismo tiempo, y de forma consistente por un periodo largo, hay un problema. También están la manipulación, el ‘gaslighting’ (hacer dudar a la otra persona de su cordura), la traición. Hoy se estima que entre un 10% y un 12% de la población tiene una personalidad narcisista.P. ¿Cómo se define a un narcisista?R. Es quien tiene bajos niveles de empatía, quien se siente más especial que los demás, quien tiene arrogancia y un sentido de grandiosidad, quien es egoísta. Pero los narcisistas también están invadidos por la vergüenza, porque no pueden lidiar con la idea de no ser perfectos, o especiales, con ser personas con defectos. Tienen una inseguridad muy grande, que deben encubrir. Si pasa algo que les muestra esos defectos, reaccionan con rabia, y buscan formas de dominar a la otra persona manipulándola, invalidándola, traicionándola, o haciendo gaslighting. P. Es decir, cubren la inseguridad con la narrativa de “yo no hice algo mal, yo no tengo un defecto, eres tú quien no entiende, quien tiene un defecto, quien hizo algo mal”.R. Sí. Es importante poder identificar que ese es un patrón en las personas narcisistas, y que lo harían en cualquier relación.P. ¿Por qué es tan difícil cortar una relación narcisista?R. Es difícil porque hay idas y venidas, días buenos y días malos, días abusivos y días normales. Muchas personas narcisistas son encantadoras, carismáticas, generosas. La persona que se enamoró de un narcisista se quedó aferrada a los días buenos. Otra razón por la que es difícil es que a veces son relaciones con un miembro de la familia, con quien sentimos lealtad. Es difícil tratar a los niños que tienen padres narcisistas, porque no van a identificar ese narcisismo, sino que viven pensando que ellos tratan mal porque hicieron algo mal. Internalizan la idea de que todo cambiará si ellos “se portan bien”. P. Usted dice que el narcisismo no es diagnóstico. ¿Entonces qué es?R. Es una personalidad, un estilo de personalidad. Si lo llamas un diagnóstico crees que hay un tratamiento, y no hay. Esta personalidad no permite la terapia, porque no va a terapia, porque no ve ni puede ver un problema en sí mismo. El narcisista adapta todas las situaciones para que no se pueda ver su problema. Quizás en unos casos leves puede haber algo de progreso en terapia, el suficiente para reparar las relaciones y tener un poco más de conciencia sobre los propios actos. Pero en los casos más severos, no hay tratamiento que tenga un impacto.P. Las redes sociales son una constante exaltación del yo. ¿Están aumentando el número de narcisistas?R. Las redes sociales no crean a un narcisista, pero sí lo amplifican. Los narcisistas son muy hábiles allí, porque ellos respiran atención, para ellos la validación lo es todo. También hay investigaciones que indican que muchas personas que muestran su crueldad en espacios virtuales, lo que hoy llamamos trolls, son narcisistas. Como son tan inseguros, usan el anonimato para lanzar su rabia. Ese bullying es más peligroso que la selfi en París. Creo que las redes sociales, que no quieren moderar la conversación, le han dado un arma a los narcisistas y han amplificado un discurso venenoso que ha cambiado la política mundial.P. ¿Es Donald Trump un narcisista?R. Sin lugar a dudas tiene actitudes narcisistas: todo tiene que ser grandioso, no tiene empatía por las poblaciones más vulnerables, menosprecia a muchos con su lenguaje. No es solo él, son todos en su Administración, que repiten ese discurso de nosotros contra ellos: nosotros somos los mejores y vamos a silenciar las voces que están en desacuerdo. Pero el narcisismo no es algo excepcional a Estados Unidos. Hoy hay muchos líderes narcisistas, y ojalá veamos bien sus actuaciones para que podamos identificarlos. P. Es difícil imaginar que debajo del carácter de Donald Trump hay inseguridadR. Y sin duda sí, hay inseguridad. Hay investigaciones que muestran que las personas narcisistas, desproporcionadamente, buscan estar en posiciones de poder. Quieren estar en altos cargos. Y no porque quieran guiar al mundo por un buen camino y hacer lo mejor para la gente, sino porque quieren admiración y poder hacer las reglas. Aclaro, en todo caso, que eso no quiere decir que todos los líderes sean narcisistas. Pero que, si alguien tiene esa búsqueda desesperada de liderazgo, eso nos puede estar diciendo algo. P. ¿Los narcisistas están sobrerrepresentados en el poder?R. Siempre lo han estado. Hay un estimado que dice que 25% de los CEO son narcisistas o psicopáticos. En política, los narcisistas son buenos haciendo campaña y consiguiendo los votos, porque dicen a las audiencias lo que ellas quieren escuchar, para luego ser elogiados.P. ¿Cuál es la diferencia entre un narcisista, un psicópata y un sociópata?R. El narcisista es la versión suave de los otros dos. Todos los narcisos sienten, hasta cierto punto, algo de culpa que los hace sentir mal, si bien no la suficiente para pedir disculpas o hacerse responsables del daño que hacen. La cubren con rabia. En cambio, el psicópata no siente culpa, si hace algo malo no ve que haya sido malo. Pueden ser grandes criminales o grandes líderes corporativos. La psicopatía, de acuerdo a la investigación, tiene una razón biológica. La sociopatía, en cambio, es un término más de la criminología. Tampoco sienten culpa, pero son mucho más reactivos que los psicópatas: son los que se van a los golpes más fáciles en un bar. P. Si el narcisismo oculta siempre una inseguridad profunda, ¿esa se explica por una carencia afectiva en la niñez?R. La respuesta es compleja. La mayoría de las personas narcisistas sí tiene una historia de adversidad en su infancia: trauma, caos, abusos, abandono. Ahora, a muchos otros niños les pasa lo mismo y no desarrollan una personalidad narcisista. Lo que se cree es que hay algo más, algo ligado a un temperamento biológico. Hay unos niños más hiperactivos, por ejemplo, que demandan más de los adultos, y ese temperamento puede aumentar la posibilidad de narcisismo. También están los niños que no tuvieron límites en casa, otro factor de riesgo. Pero la respuesta está en una combinación de factores. P. ¿Qué hacer para no terminar en una relación narcisista?R. Escuchar al cuerpo cuando dice que algo no se siente bien con respecto a esta persona, incluso cuando otra gente está diciendo “qué brillante e increíble es esa persona”. Tenemos un enorme problema, y es creer que si una persona es exitosa e influyente, entonces tiene una virtud. Yo creo que algunos de los líderes más tóxicos en el mundo son aquellos que se dicen innovadores constantemente, que quieren cambiar el mundo con su tecnología.P. ¿Estamos hablando de Elon Musk?R. No lo dije yo en voz alta [risas]. Ser inteligente no es una virtud, es una habilidad. Para una relación, virtudes son la empatía, la compasión, reconocer la vulnerabilidad. La bondad me parece más importante que aquella innovación que nos lleve a la luna o a Saturno. Mejor no casarse con esos “genios”.

Ramani Durvasula, psicóloga: “Trump y quienes nos gobiernan tienen personalidades narcisistas”
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