2019 fue un año marcado por la tragedia en la familia real de Noruega. El 25 de diciembre moría Ari Behn, exmarido de la princesa Marta Luisa de Noruega, a los 47 años. Los medios locales no tardaron en informar que el escritor se había quitado la vida después de padecer depresión desde hacía un tiempo. De aquel día ha pasado ya más de un lustro, y en este tiempo la primogénita de los reyes Harald y Sonia de Noruega apenas se ha pronunciado públicamente sobre Behn, quien fue su marido durante 14 años —tuvieron tres hijas—, aunque sí ha tenido muestras de cariño en fechas tan señaladas como la de su muerte en sus redes sociales. Ahora ha querido recordarle en una entrevista para el podcast Who’s Your Daddy?, del influencer Sebastian Solberg. En el programa, emitido el jueves 1 de mayo, la princesa noruega ha relatado cómo afrontó uno de los golpes más duros de su vida y cómo la pérdida de su exmarido marcó un antes y un después para todos los que le rodeaban. “Es lo peor que me ha pasado nunca. Sobre todo porque fue un duelo repentino”, recuerda. En los siguientes meses, reconoce que sufrió un bajón anímico que repercutió en su día a día: “Fue muy exigente físicamente. Me sentía como si hubiera corrido una maratón todos los días. No podía comer ni dormir”. Más informaciónPese a su estado de ánimo, la princesa, cuenta, tuvo que ocultar su dolor por el bien de las tres hijas que tenía en común con el escritor: Maud Angelica, ahora de 22 años, Leah Isidora, de 20, y Tallulah, de 16. Pero unos meses después, cuando la tristeza empezó a ser difícil de gestionar, llegó el peor momento: “Estaba agotada y me encontraba en una especie de niebla mental. Después de ver a las niñas que empezaban poco a poco a recuperarse, después de seis meses, entré en una espiral descendente. Entré en una depresión enorme y no podía ni levantarme de la cama. Me sentía completamente devastada. Experimenté un descenso a los infiernos”. Maud Angelica y la princesa Marta Luisa de Noruega en el funeral de Ari Behn, en enero de 2020 en Oslo.Hakon Mosvold Larsen (Alamy Stock Photo/Cordon Press)En el momento del fallecimiento de Behn la pareja llevaba ya tres años separada. Una separación que había sido amistosa, pero que se convirtió en el primer divorcio de un miembro de la familia real noruega en dos siglos de historia. “Lo más importante para mí en aquella época era proteger a las niñas”, ha afirmado en el podcast. Y continúa: “Las antepuse sobre cualquier otra cosa y me tragué muchos sapos, pero no sirve de nada culpar al otro”. Acordaron la custodia compartida de las menores, motivo por el que el escritor tuvo que comprarse una casa cerca de la residencia familiar para estar más cerca de sus hijas. La idea era que ellas fueran a cada una de las viviendas según el periodo, pero no salió bien. “No estaba funcionando. Así que fuimos nosotros los que comenzamos a mudarnos para que hubiera una mayor tranquilidad”, recuerda Marta Luisa de Noruega casi una década después. De izquierda a derecha, Leah Isadora, Maud Angelica, la princesa Marta Luisa y Emma Tallullah, en el funeral de Ari Behn el 3 de enero de 2020 en Oslo. NIEBOER/PICTURE PRESS EUR/SIPA (NIEBOER/PICTURE PRESS EUR/SIPA / Cordon Press)El pasado mes de diciembre, coincidiendo con el quinto aniversario de su muerte, compartió con sus más de 240.000 seguidores de Instagram un sentido texto sobre su exmarido: “Han sido tiempos difíciles, una gran lección para lidiar con el dolor. Pero también momentos bonitos donde recordamos todo lo bueno que pasamos juntos”. En este tiempo, la mayor de las hijas del exmatrimonio se ha implicado en concienciación para la prevención del suicidio. En una conferencia celebrada en Oslo el pasado mes de enero, Maud Angelica defendió la necesidad de financiar iniciativas a favor de la salud mental y habló abiertamente de cómo se enteró del fallecimiento de su padre: “Mamá entró llorando y me di cuenta de que algo realmente andaba mal”. El arte y la creatividad ha sido su vía de escape para expresar sus sentimientos y poder superar la muerte de su padre: “El arte me ha ayudado mucho, tengo una gran necesidad de expresarme a través de ella”. Y añadió: “En este mundo lo que más importa son las personas. Necesitaba tener gente a mi alrededor. A veces un abrazo es suficiente”.En los últimos años, la primogénita de los reyes noruegos se ha visto implicada en un incesante ir y venir de polémicas por su relación con el autodenominado chamán Durek Verrett, llegando a renunciar a sus obligaciones reales (también para poder seguir con acuerdos comerciales) y reclamando a los medios de comunicación que cesase el acoso para evitar que “la historia [de Ari Behn] se repita” con su ya marido —se casaron el pasado mes de agosto en una boda con exclusiva de por medio—.

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