El servicio de UCI del Hospital Doctor Muñoz Cariñanos ha vuelto a cerrar, apenas seis meses después de que volviera a reabrir sus camas parcialmente. La gerente del Virgen del Rocío, el centro hospitalario del que depende el antiguo Hospital Militar de Sevilla, explicó a los sindicatos que la limitación de recursos humanos y económicos, sumado a la falta de pacientes ingresados en ese área hacían inviable esa prestación. Las organizaciones de trabajadores y el personal sanitario adscrito a esta entidad coinciden en que en el fondo subyace una “falta de planificación y de proyecto” para un hospital que el Gobierno que dirige Juan Manuel Moreno ha puesto como ejemplo de su compromiso con la sanidad pública, cuestionado este fin de semana con una histórica manifestación que congregó a más de 20.000 personas en la capital andaluza en protesta por su desmantelamiento.Desde la Consejería de Salud se insiste en que no se trata de un cierre como tal, sino que “como ocurre varias veces al año, y especialmente cuando baja la alta frecuentación del invierno asociada al frío, no hay pacientes ingresados en ese servicio” y que, en cuanto los hubiera “volvería a estar operativo”. Y es que este último cierre de la UCI del Muñoz Cariñanos no es una novedad. En mayo del año pasado la dirección del Virgen del Rocío también decidió suspender ese servicio. Entonces, desde la Junta también se insistió en que se trataba de “una reorganización y gestión de los recursos” provocada por la falta de pacientes. “No es un recorte, se trata de optimizar recursos”, esgrimió entonces el portavoz del Gobierno autónomo, Ramón Fernández-Pacheco. La UCI volvió a retomarse el pasado mes de octubre, pero solo con cuatro de los 25 boxes con los que está dotada la UCI de ese hospital.Los profesionales que trabajaban en la UCI del Muñoz Cariñanos han sido trasladados al Hospital General (el Virgen del Rocío), donde hay una saturación de las camas. “De las 60 que hay, 57 están ya ocupadas”, indica una portavoz de UGT en ese centro hospitalario. “Estamos dando salida a los quirófanos, pero trabajamos todos los días con mucha tensión”, abunda otra interlocutora del Sindicato Médico Andaluz (SMA). “Lo ideal sería poder utilizar las camas UCI del Militar, pero se nos indica que esas solo están dotadas para atender a enfermos respiratorios. Mientras tanto, el personal destinado a esa UCI se va a reincorporar al Virgen del Rocío, que también está falto de recursos”, abunda la compañera de UGT.El Militar reabrió sus puertas, tras 15 años sumido en el más absoluto abandono, el 1 de febrero de 2021, en medio de la tercera ola del covid para aliviar la presión en las UCI andaluzas por los ingresos de pacientes contagiados. En los meses sucesivos, cada vez que se iban ampliando los servicios y habilitando nuevas plantas, el presidente Moreno acudía para inaugurarlos, hasta su inauguración definitiva -la cuarta-, el 20 de marzo de 2023, tras una inversión de 74 millones de euros. “Es un salto de calidad en la asistencia y en los recursos a disposición de los profesionales y los pacientes”, dijo entonces el dirigente popular.Sin embargo, esos recursos nunca han sido propios, sino que han dependido del Virgen del Rocío cuya plantilla -ampliada gracias a los refuerzos sanitarios contratados durante la pandemia- es la que presta los servicios en ese nuevo hospital que, desde su creación, como recuerdan los sindicatos, no tiene dotación presupuestaria. “Esa falta de estructura y asignación presupuestaria propia unida a la escasa cartera de servicios de la que está dotada hace que ahora mismo solo puedan ser atendidos pacientes ambulatorios”, advierten en el SMA. “El Hospital Militar adolece de un plan y de un proyecto”, añade su interlocutora.Desde la Consejería de Salud se enmarca esa rotación de profesionales dentro de la normalidad de la estructura del Virgen del Rocío, un centro hospitalario que tiene muchos otros centros asociados en la ciudad por los que van pasando los especialistas. Las fuentes consultadas explican el traslado del equipo que trabajaba en la UCI del Muñoz Cariñanos al Hospital General en que, al tratarse de trabajadores temporales vinculados a ese servicio, al no haber pacientes, para que no cesen en sus funciones se reubican en otros servicios. “Los movimientos que pueden darse dentro de un servicio que se encuentra dividido en distintos edificios, como es el caso de la UCI del Virgen del Rocío, que se compone de tres unidades (Hospital General, Hospital de Rehabilitación y Traumatología y Hospital Muñoz Cariñanos), forman parte de la normalidad de reorganización interna y gestión eficiente de recursos”, indican.En las 13 plantas con las que cuenta el edificio, están operativos el servicio de lesionados medulares, neumología, salud mental de adolescentes, las consultas de medicina interna y algunos servicios de pruebas diagnósticas, con salas dotadas con máquinas de última generación para endoscopias –“que solo funcionan al 50%, pese a tener máquinas de última generación” y TAC. Aunque desde la Consejería de Salud se indica que todos los profesionales que prestan esos servicios están operativos desde el SMA precisan que “las consultas de TAC tienen citas diarias y que el resto de salas para otras especialidades van a empezar a funcionar a lo largo de lo que resta de semana”. “Hay salas vacías, mientras se derivan pacientes a la privada”, advierte la portavoz de UGT.También están activos 10 quirófanos, de los 17 con los que está dotado el centro, cuatro para atender las necesidades del Virgen del Rocío y tres, respectivamente, para las del Virgen Macarena y Virgen de Valme. “En las del Virgen del Rocío, además, no hay anestesistas suficientes”, advierten desde UGT.Aunque las operaciones que se realizan en el Muñoz Cariñanos son cirugía menor ambulatoria que, en principio, no revisten complicaciones, si pasara cualquier percance grave, al no disponer de UCI, no podrían ser trasladados allí los pacientes, advierten desde los sindicatos. Desde la gerencia se ha comunicado que se va a redactar un protocolo alternativo por si ocurrieran circunstancias de ese tipo.La falta de una dotación presupuestaria propia que garantizara una cartera de servicios más amplia y una plantilla de profesionales estable ha limitado la capacidad del Hospital Militar que se recuperó, más allá de para atender a la emergencia asistencial provocada por el covid, para dar salida y dotar de más espacio y nuevas prestaciones a los servicios que se prestaban en el Virgen del Rocío y aliviar la saturación de los otros centros hospitalarios de Sevilla. “Esta situación pone en riesgo la calidad asistencial y la seguridad de los pacientes”, advierten desde UGT.

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