Cualquiera puede generar una imagen con IA, pero no todo el mundo conseguirá una buena imagen. Hay que trabajar el texto que se introduce, probar distintas versiones y saber transmitirle al programa lo que tenemos en la cabeza. Todo esto tiene un valor económico y han surgido plataformas que se dedican a explotarlo. Son mercados de compra-venta de prompts o instrucciones para la IA.Se venden pequeñas piezas de texto, que pueden estar entre 80 y 100 palabras, y son más complejas que decirle simplemente a la IA: “Haz una foto de un perro”. Álex Eymar, socio de Director’s Hand, que da soporte a productoras y agencias publicitarias, y diseñador gráfico desde hace 15 años, es vendedor ocasional de instrucciones para generar imágenes: “En el prompt estableces la iluminación, el tipo de cámara y de lente. También defines el estilo que quieres y, luego, los parámetros del formato de la imagen y la versión de Midjourney para la que está hecho el prompt”, explica.Midjourney es uno de los generadores de imágenes más populares. Junto con Dall-E y Stable Diffusion, se ha convertido en el motor de un mercadeo de instrucciones para conseguir mejores imágenes. Son varias las plataformas que aprovechan esta avidez profesional. Entre ellas están PromptBase, ChatX, Lexica Art o Promptrr.io.La compra-venta de instrucciones para la IA es una actividad aún minoritaria, pero pertenece a un área de conocimiento en alza. Hablamos del prompt egineering (ingeniería de instrucciones, por traducirlo de alguna manera). Según la firma analista Grand View Research, este sector moverá más de 2.000 millones de dólares en 2030. Otro estudio, en este caso de Polaris Market Research, sitúa el volumen de negocio en más de 2.500 millones de dólares para 2032. Esto no solo implica el mercadeo de prompts, también hay formación estructurada o compañías que venden herramientas específicas para refinar la creación de estas instrucciones.El proyecto de Javier Jiménez, fundador de PromptHero, explora de otra forma el interés de los usuarios por obtener mejores resultados con la IA. Él y su socio Javier Ramírez crearon en septiembre de 2022 esta comunidad abierta donde se comparten instrucciones. “Vimos que la gente empezaba a compartir los prompts en redes sociales e intentamos ayudarles a buscarlos. Enseñábamos la imagen y el prompt, que es la receta para haber generado esta imagen concreta”, cuenta Jiménez.Buscaron más de medio millón de imágenes, cada una de ellas con su prompt asociado, y las subieron a su plataforma. Y rápidamente los usuarios comenzaron a compartir sus propias creaciones. Hacía pocos meses que había salido el generador Stable Diffusion. Pero con ChatGPT llegó la explosión. Cada vez más gente se lanzaba a probar los generadores de imágenes. “Fue una locura porque nos posicionamos muy bien. Éramos de las primeras webs con más imágenes y crecíamos un montón de manera orgánica”, recuerda Jiménez. Tanto es así que en dos años PromptHero tenía comprador. Sus socios fundadores la vendieron a ElevenYellow, una empresa con sede en Singapur.Una imagen generada con Midjourney por el diseñador gráfico Álex Eymar, pidiéndole a la IA personas en un escenario de catástrofe.Álex EymarTanto en PromptHero como en las plataformas de compra-venta se encuentran todo tipo de instrucciones: para generar fotografías realistas, imágenes tipo anime, de un estilo cinematográfico particular, ilustraciones infantiles o de cuadros impresionistas, por mencionar algunas. Eymar, que vende sus instrucciones en PromptBase, cuenta por qué estos fragmentos de texto tienen valor: “Si tú quieres hacer un juego de rol o un storyboard, necesitas que haya una consistencia en las ilustraciones. Si no trabajas bien un prompt, le pides un orco con una espada y Midjourney te va a generar un cuadro, luego una ilustración, después un orco realista. No vas a acertar”.La consistencia es una de las cualidades más buscadas a la hora de trabajar con IA. Eymar explica que puede emplear horas de trabajo y de pruebas para conseguir un estilo determinado en las imágenes. “Tengo prompts a 9,99 euros, que son muy caros. Pero son muy específicos y sé que el que esté buscando ese estilo va a pagar 10 euros, porque va a ganar dos horas de trabajo”, apunta.Las instrucciones para las IAs suelen exponerse en inglés, un lenguaje al que están más adaptados los modelos. En este caso, también abre la puerta a compradores de todo el mundo. Un ejemplo de prompt podría empezar con ‘cinematic atmospheric shot of [Escena]’, para crear una imagen con un tono cinematográfico. “En la [Escena] meto lo que quiero generar. Y luego le digo que la iluminación tiene un alto contraste, que utilizo una cámara Arri Alexa, por ejemplo, que el foco permanece en el objeto delantero y otros detalles”, explica el socio de Director’s Hand.La descripción es minuciosa. Se define incluso el equipo técnico que un fotógrafo o camarógrafo habría utilizado para crear una imagen así. “Pones un tipo de cámara, como una Canon EOS, y Midjourney, como ha estudiado con muchas imágenes, reconoce algunas características de las fotos hechas con esa Canon. A veces identifica e imita el tipo de imagen de una Arri Alexa o de una Panavision de cine”, comenta Eymar, que también compra prompts. “Si, de repente, veo uno es justo lo que estoy buscando, pago dos o tres euros y a lo mejor me quito una hora de trabajo”.En PromptHero no recurrieron a la compra-venta. “Lo probamos en algún momento, pero decidimos seguir un enfoque de código abierto y ofrecerlo todo de manera gratuita”, señala Jiménez. “Porque creo que uno de los avances más fuertes de la IA viene por la parte del código abierto, que permite a la gente compartir sus descubrimientos”.Imágenes generadas con Midjourney por Álex Eymar con un prompt orientado a mantener la consistencia entre ambasÁlex EymarEn su lugar, rentabilizaron el interés de los usuarios vendiendo formación. “Hablábamos con los usuarios, veíamos quiénes eran los mejores, y a partir de ahí nosotros, agrupábamos todo ese conocimiento y lo ofrecíamos como formación. Hacíamos cursos para que la gente pudiese aprender a generar imágenes más rápido y con menos conocimientos técnicos”, explica el fundador de PromptHero.A nivel minorista, la compra-venta de instrucciones para la IA no es un gran negocio, según Eymar. “De pobre no te va a sacar, desde luego. Pero te ayuda a estar activo, a cacharrear. En mi caso es para eso. Si al mes gano 50 euros, pues son 50 euros. Con eso pago la suscripción a Midjourney”.Además, hay un problema para que se convierta en un negocio próspero: la volatilidad. “Tú estás vendiendo 20 prompts al día, que es bastante, y, de repente, sale una actualización de Midjourney que mejora la captación del lenguaje natural y esos prompts no valen para nada. La gente deja de comprarlos y se te va el negocio igual de rápido que ha llegado”, observa Eymar.Jiménez, que ahora ha lanzado un nuevo proyecto relacionado con la generación de imágenes con IA, Dreamshot, destaca la tendencia a hablar con un lenguaje natural a las IAs. “Antes era más complejo hacer un prompt. Tenías que poner tokens o palabras encriptadas. Pero cada vez se tiende más a que tú le hables a la IA como me hablas a mí y que te genere la imagen”. Si de algo no cabe duda es que la comunicación con las máquinas se volverá más y más sencilla.

Se venden y se compran instrucciones para las IAs: así son los mercados de prompts | Tecnología
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