Esta semana se viralizó en redes sociales un video que desató alarma en todo el país. Se trata de un material en el que pacientes con cáncer, con lágrimas en los ojos, denuncian que no han recibido la radioterapia que forma parte de su tratamiento desde enero.
De acuerdo con los afectados, desde el pasado mes de enero, en el Hospital Juan Graham Casasús se les informó que el aparato con el que se les brindaba el servicio de radioterapia se descompuso, por lo que recibir el tratamiento resulta imposible.
El personal médico de ese hospital canalizó a los pacientes a otras clínicas en Chetumal, Quintana Roo, y Campeche, pero, tal como explicó una afectada a Fuerza Informativa Azteca, muchos de ellos no tienen los recursos para emprender ese viaje, por lo que su salud se deteriora cada vez más.
“Ya no sabemos qué hacer. Estamos desesperados porque no hay atención para nadie y las personas nos estamos muriendo. Alguien tiene que hacer algo”, explicó una de las afectadas, quien prefirió permanecer en el anonimato.
Agregó que los viajes a otros estados para recibir atención médica resultan sumamente costosos, pues no están recibiendo ningún tipo de apoyo para alimentación y hospedaje, lo que hace que, para muchos, el traslado sea prácticamente imposible.
A través de X (antes Twitter), usuarios de redes sociales señalaron que lo sucedido en Tabasco es el resultado de años de falta de mantenimiento y de la evidente reducción presupuestal en el sistema de salud en México.
Además de los pacientes, quienes también se ven fuertemente afectados son los médicos, que se exponen a denuncias por negligencia al “negar” un servicio al que ellos tampoco tienen acceso.
Recientemente, la Fiscalía General de la República vinculó a proceso a cinco médicos del IMSS en un caso inédito, lo que marca un antes y un después en la persecución del gremio médico por su profesión.