Lizzo (Michigan, 36 años) ha dado su primer concierto en año y medio. Ha sido este miércoles 12 de marzo en Los Ángeles y aprovechó la ocasión para justificar su abrupta y prolongada ausencia. “Llamé a mi nuevo álbum Love in Real Life (Amor en la vida real, en español) porque hace aproximadamente un año y medio, y me resulta muy difícil hablar de ello, estaba sumida en una muy profunda y oscura depresión”, explicó a la multitud en el Teatro Wiltern, según confirma un vídeo compartido por un asistente al concierto en X.En agosto de 2023, cuando Lizzo estaba en plena cresta de la ola en su carrera, tres exbailarinas de su gira presentaron una demanda contra la cantante y su capitana del equipo de baile, Shirlene Quigley, en el Tribunal Superior de Los Ángeles. Las acusaban de acoso sexual, discriminación religiosa, racismo, discriminación por discapacidad, agresión, creación de un ambiente de trabajo tóxico y humillación corporal. En septiembre de 2023, la estilista Asha Daniels presentó una segunda demanda contra la cantante alegando nuevos comportamientos inapropiados entre bastidores. Entre ellos, se incluían acoso sexual y racial, discriminación por discapacidad, agresión, consumo de drogas y despido ilegal como represalia. El juez desestimó varias de estas acusaciones en diciembre de 2024 y, finalmente, Daniels retiró la demanda. “El mundo me destrozaba tanto y me dolía tanto que ya no quería vivir, y tenía tanto miedo de la gente que no quería que me vieran. Con el tiempo, superé ese miedo”, confesó la ganadora de tres Grammy durante su regreso a los escenarios.Más informaciónDesde que se presentó la primera denuncia, la cantante de Good as Hell o Truth Hurts ha perdido casi 13,5 millones de oyentes mensuales en Spotify, 1,9 millones de seguidores en Instagram —ahora tiene 11,7— y 1,2 millones en TikTok —25,8 actualmente—. Según reveló durante el concierto, las cosas se pusieron tan “oscuras” para ella que “no quería vivir más”. Aun así, contó que tuvo una experiencia en un concierto, como espectadora, que la impulsó a cambiar su perspectiva. “Mientras caminaba entre la multitud para llegar a mi sitio, ocurrió algo milagroso. Alguien a quien no conocía me miró y me dijo: ‘Lizzo, te quiero’. Me extendió la mano, yo le devolví el abrazo, y nos abrazamos, y fue una sensación increíble”, confesó, calificando el momento de “salvavidas”. “Y después de esa experiencia pensé: ‘Rayos, esto no se encuentra en internet, hermano. Este es el tipo de amor que solo se encuentra en la vida real’. Y no comparto esa historia para ganarme compasión. Ya hemos superado eso, zorra. ¡Mírame!”, celebró delante de su público en la ciudad californiana.Lizzo en su regreso a los escenarios en Los Ángeles, el 12 de marzo de 2025.Christopher Polk (Billboard/Getty Images)La cantante aseguró también que sintió la necesidad de compartir su historia en un esfuerzo por llegar a cualquier persona que esté lidiando con “depresión u oscuridad, o que se haya sentido traicionada por alguien en quien confiaba o alguien que le mintió y a quien odió por esas mentiras”. En septiembre de 2024, ya compartió un mensaje similar. “Hace un año estaba rota”, recordó en un selfi de Instagram en el que posaba sudorosa después de un entrenamiento: “Tan rota y oscura que no podría haber imaginado sentirme como me siento ahora”. Porque ahora, según ella, se siente bien. Ha dado por finalizado su purgatorio particular y empieza a actuar como si el resto del mundo también la hubiese perdonado, convenciéndose a sí misma y a los demás de que es así. “Este es un mensaje para cualquiera que esté pasando por esto: no permitas que la oscuridad se convierta en ti. Porque todo lo que se hace en la oscuridad siempre vuelve a la luz”, advertía.Además, en los últimos meses, la cantante también ha tenido que enfrentarse a las críticas por su pérdida de peso. Muchos fans consideran hipócrita que una persona conocida por aceptar su cuerpo se esté esforzando tanto por cambiarlo. Tampoco tardaron en llegar los comentarios en los que la acusan de tomar Ozempic, algo que ella se toma con humor y hasta orgullo ―el pasado Halloween se disfrazó de cajetilla de este medicamento―. “Cuando finalmente te acusan de usar Ozempic después de cinco meses de entrenamiento con pesas y déficit calórico, es como una recompensa”, comentaba en una publicación de Instagram de septiembre de 2024.Lizzo aún enfrenta múltiples demandas en curso presentadas por algunos de sus exempleados, quienes alegan acoso sexual y racial, así como un ambiente laboral tóxico. Ella, desde el principio, sostiene que son falsas.

Lizzo habla de su “muy profunda y oscura depresión” en su regreso a los escenarios tras las demandas por acoso: “No quería vivir más” | Gente
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